photograph ◇YM◇

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La camisa de Jimin había desaparecido en algún momento mientras disfrutaba de los besos de Yoongi sin siquiera haberse dado cuenta de ello.

Las manos del mayor recorrían los costados de su cuerpo y en ocasiones, se detenían en su trasero y se dedicaban a apretarlo causándole suspiros de satisfacción.

Jimin, por su parte, disfrutaba de juguetear con el elástico de los boxers del mayor.

Tiraba de ellos y dibujaba, sobre la piel pálida de Yoongi, la línea de contorno de éstos con uno de sus dedos. 

De vez en cuando, acariciaba el estomago plano del mayor con las yemas de sus dedos y tironeaba algunos mechones de su pelo que sacaban gruñidos graves desde el fondo de su garganta.

Jimin estaba empezando a pensar que tenía algún tipo de fetiche con el cabello negro del mayor.

Pero ¿quién no lo tendría?

Aquel color contrastaba increíblemente con su tono de piel; e indudablemente, aquello era una combinación realmente hermosa y atrayente.

Se sobresaltó cuando una de las manos del mayor bajó por su muslo y lo agarró para subirlo hasta su cadera.

Jimin se tomó ese gesto como una señal para que rodeara el cuerpo delgado de Yoongi con sus piernas.

Y eso fue justamente lo que hizo.

Yoongi posó ambas manos sobre el trasero del menor y lo atrajo levemente a sí para evitar que cayera.

Jimin agarró el cuello de la sudadera de Yoongi y tiró de el hacia arriba.

Yoongi se vio obligado a cortar el beso para pasar la prenda por su cuello y finalmente deshacerse de ella.

Sin darle tiempo a reaccionar después de aquello, Jimin comenzó a repartir besos húmedos por todo el cuello del mayor, y sin detenerse a pensarlo demasiado, dejó alguna que otra marca en él.

Yoongi volvió a impulsar hacia arriba al chico, causando que sus miembros hicieran ficción.

El gemido ahogado de Jimin junto a su oído hicieron que un escalofrío de placer surcara su espalda, y casi por instinto pegó el cuerpo del menor contra la pared de azulejos del baño.

Jimin pegó su cabeza a ella, elevando la barbilla y dejando vía libre a Yoongi para que se dedicase a jugar con su cuello como quisiera.

El chico, miró frente a él para ver los grandes espejos del baño, los cuales le daban una vista perfecta de la espalda de Yoongi y de sus propias manos enredadas en su pelo.

Yoongi metió una de sus manos bajo la ropa interior del menor y apretó su trasero.

Jimin no pudo evitar comenzar a hacer fricción sobre el miembro del mayor, el cual estaba claramente excitado, y según podía notar el menor, aquellos vaqueros tan ajustados debían de estar molestándolo demasiado.

El menor llevó sus manos hasta el botón de éstos y trató desabrocharlo mientras intentaba seguir el movimiento de los labios de Yoongi sobre los suyos.

Aquel beso no se parecía lo mas mínimo a los que se habían dado con anterioridad.

Había deseo en aquel beso; un deseo que ninguno de los dos trataba de esconder.

Jimin sonrió victorioso cuando los pantalones de Yoongi se deslizaron por sus piernas y cayeron al suelo.

El mayor se dio cuenta de ello y se llevó al otro chico hasta la encimera de mármol donde se encontraban los lavamanos.

Lo sentó en ella con las piernas levemente abiertas y recorrió un camino de besos húmedos desde su mandíbula hasta su pecho mientras acariciaba lentamente la cara interna de sus muslos por encima de la tela del pantalón negro de éste.