— ¿Me puedes decir quién es? ¿Samantha?
— No sigas Ryan que vas a hacer que me enoje.
— ¡¿Pero por qué no puedo saber quién es él?!
— ¡Porque no! ¡Nosotros no somos nada para que te tenga que dar explicaciones!
Algunas personas se voltean a mirarnos, seguro al haber estado gritando, miro a Ryan quién me ve con una mueca de dolor, luego asiente derrotado.
— Tienes razón — dice con tristeza — Ya regreso, iré a comprar unos chocolates.
Se da la vuelta con resignación y se va a una pequeña tienda llena de gente. Le doy la espalda mirando a la lejanía y como si fuera broma, lo veo otra vez.
Jason se pone a cuclillas frente a la chica rubia que está sentada en una vereda con un algodón de azúcar y la cabeza gacha.
Me quedo mirando como hablan, ella levanta la mirada un momento hacia él y parece gritarle, luego se pone de pie y sale corriendo otra vez.
Él la sigue apresurado, la agarra del brazo, la gira con algo de brusquedad y la besa de golpe.
Les doy la espalda sintiendo un pinchazo en el pecho, mis ojos por alguna razón pican, suspiro pensando en que tan estúpida soy.
Una barra de chocolate se posa frente a mis ojos, levanto la mirada encontrando a Ryan con ojos arrepentidos.
— No debí haberte gritado menos haberte exigido algo que no tenía derecho, perdón. — acaricia mi cabello suavemente y sonríe tímido.
Sonrío porque no me puedo resistir a una barra de chocolate y menos cuando Ryan se porta así de lindo.
Me abraza de repente, entonces toda mi molestia por él y la tristeza por Jason se esfuman.
×××
— ¡Devuélveme mi celular Samantha! —
Bajo las escaleras riendome como loca, Aaron viene persiguiendome enojado, yo lo acabo de descubrir y así como anda diciendo que hago cosas con Ryan y lo ando ilusionando y me metió en problemas, también lo meteré en problemas porque acabo de descubrir que le manda fotos comprometedoras a una chica, y ella también le manda.
— ¡PAPÁ! — grito como loca, Alexander se asoma desde la cocina y me mira como si fuera retrasada.
— Está ocupado cocinando — dice con aburrimiento y desaparece.
Abro mis ojos más de lo normal asustada porque se que no me hará caso ahora, me detengo de golpe en la cocina, mi papá esta de espaldas cocinando mientras canta y escucho a Aaron decirle a Mattew que lo ayude a atraparme.
Miro a todas partes, hasta que aparece Aaron y Mattew, vienen corriendo hacia mi, me da risa verlos, ellos vienen por la sala y yo tengo chance de correr por el comedor, así que eso hago.
Siento los dedos de Aaron tomarme un poco del codo pero me sacudo como gusano y grito muy fuerte llegando a la puerta principal de la casa, la abro y salgo corriendo gritando otra vez porque Mattew me alcanzó un poco y me jaló del cabello.
Me río corriendo de espaldas viendo a mis sobrinos parados en el umbral sacudiendo el puño como en Los Simpson.
Hasta que me estrello con algo, o más bien alguien, sus brazos se quedan a mi alrededor mientras caemos en seco al duro pavimento, siento como su cuerpo tiembla por el golpe y suelta un quejido.
Levanto la mirada encontrandome con sus ojos celestes y abro los ojos pensando que esta vez si me va a odiar, porque no fue mi perra quién me tiró, sino yo.
Me pongo de pie sacudiendo la tierra de mis manos, y hago la pregunta más estúpida del mundo en este momento;
— ¿Puedes levantarte?
Niega con la cabeza soltando un gemido cuando intenta levantarse pero seguro el dolor no lo deja.
— Ay no, ya lo mataste Samantha — lloriquea Aaron acercándose, Jason suelta una risa desde el suelo seguro escuchando al estúpido de mi sobrino.
— No digas estupideces, respira y se está riendo — lo regaña Alexander también acercándose.
— Ya callense imbéciles, y ayudenlo a levantarse.
Entre los tres, incluso Mattew lo agarra de la camiseta y lo levantan, Jason se masajea la espalda con una mueca una vez de pie.
— Ven, voy a ver que puedo hacer por ti Jason — le digo y hago un ademán para que me siga.
Entro a la casa volteandome un poco viendo a Jason, quién entra a la casa y se queda mirando a mi mamá sentada en el sofá con su tableta, a mi hermano que ya se ha adelantado a seguir en su videojuego, y Mattew esta recogiendo unas bolsas de frituras del suelo.
Me voy a la cocina buscando a mi papá otra vez.
— Papá, ¿donde está esa crema que me ponían en los raspones siempre?
— En el botiquín de ahí. — señala el que está a lado de la nevera y me acerco, encuentro la quema mentolada, y regreso a la sala donde se que se quedó mi Crush.
— Lamento que mi hija te haya tirado, a veces es muy distraída, además de que tiene la manía de correr por la calle como loca — escucho a mi mamá mientras llego.
— Uno de estos días un carro la mata — ese es mi hermano.
— Aquí estas — le digo a Jason, él se voltea sonriendome, paso por su lado riendo nerviosa.
— Mamá, él es Jason, lo conocí el otro día cuando Cookie lo tiro de su patineta — mi mamá lo mira y levanta las cejas sorprendida.
—Eso significa que no es la primera vez que él tiene un accidente por nuestra culpa — me mira con reproche y Jason suelta una risita — Bueno pues Jason, bienvenido, puedes venir cuando quieras — sonríe y vuelve a centrarse en la tableta.
— Bueno pues vamos, para curarte las heridas — apresuro a mi Crush tomándolo de brazo y llevándolo a mi cuarto.
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Acosando A Mi Crush
Novela JuvenilSamantha lleva alrededor de dos años observando cada día, a la misma hora, en el mismo lugar al mismo chico; un skater de hermosos ojos azules. Hasta que por un pequeño y ridículo accidente, su "Crush" empieza a notarla. Quién diría que ese skater...