— ¿Como viste que sus ojos eran azules?— interroga la castaña a mi lado.
— Pues ese color, fue el que vi — hago una pausa mientras esquivo a algunos estudiantes — Además, creo en eso de que tu ojo se agranda cuando ves algo que amas — la miro y ella frunce el ceño.
— Eso salió en la imagen donde sale Cameron Dallas sin camisa — murmura.
— Si y te juro que sentí como mi ojo se agrandaba — afirmo divertida y Jordyn suelta una carcajada.
— Ya basta, tus estupideces hacen que me duela el estomago, pronto tendré un accidente — el recuerdo de ella, cuando casi se hace pis en los pantalones aquí viene a mi mente.
Hace dos años, ella y yo discutimos, entonces como yo la buscaba en la salida para disculparme, ella decidió aguantarse las ganas ese día, para tener una excusa e ir al baño, entonces durante la hora de química, nos sentábamos juntas, yo comencé a hacerla reír, como una manera de disculpa, entonces comencé a decir babosadas que sirvieron y ella casi se hace en los pantalones, en fin, salio volando 5 segundos antes de que tocara el timbre de salida.
— ¿Iremos a la feria más tarde? — pregunta Jordyn distraída.
— Si — dejo la palabra en el aire, mientras observo como ella mira al frente embobada, mientras ve a Chad Parks, uno de esos típicos chicos guapos por el que la mayoría de chicas babean.
De acuerdo, él es muy guapo, ¿Para que negarlo? pero no tiene nada en el cerebro, y en serio, la gente hueca me desespera, me hostiga hasta querer golpearlos.
Choco mi hombro con el de Jordyn juguetonamente, al hacerlo, ella se tambalea y se le cae los cuadernos que trae en la mano, causando un estruendoso ruido.
Ok, a veces soy brusca.
Todos a nuestro alrededor se queda callados mientras voltean a vernos.
Quizás porque ella esta recogiendo sus cosas desesperadamente para no pasar un momento vergonzoso frente a su Crush.
O quizás...
Porque yo río histéricamente en vez de ayudarla.
Ay, me encanta ser yo.
Me agacho a lado de la castaña para ayudarla.
En eso una chica suelta un gritito y junto con Jordyn levantamos la mirada, vemos a Chad acercándose a nosotras, se agacha frente a Jordyn mirándola a los ojos, y siento claramente como mi amiga deja de respirar a mi lado.
Ya me veo de violinista....
Me pongo de pie dejando a ambos mirándose a los ojos y decido ir a la cafetería, dejando a Jordyn con su amor platónico.
Ojalá y consiga que su Crush le hable, a diferencia de mi, que a penas puedo verlo desde el umbral de mi puerta.
Al llegar a la cafetería, me dirijo a la maquina expendedora, para coger mi chocolate favorito.
Milkyway...
A penas lo saco de la maquina, lo agarro desesperadamente, para abrirlo.
Justo cuando estoy por dar un GLORIOSO mordisco, una mano conocida me arrebata la barra.
Me volteo con los dientes apretados y me encuentro a una mujer de 30 años, rubia, buen cuerpo, y más baja que mi, que lleva un uniforme holgado.
Que es nada más y nada menos que : La entrenadora Jaeger.
— Entrenadora, que gusto verla — digo sarcástica con una sonrisa inocente.
— ¿Qué te he dicho Larson? — pregunta con los dientes apretados, mientras mete el chocolate en el bolsillo de su calentador.
Hago el gesto de que mi corazón se esta partiendo en dos y sus ojos feroces se suavizan un poco.
— No sigas comiendo ese tonto chocolate, vas a terminar regordeta como tu perra enana, y no estarás estable para los juegos, cada vez que te vea comer una, te la quitaré y te golpeare con ella — digo imitando su voz de una manera afeminada.
— En primer lugar, yo no hablo así — recrimina, saca la barra de su bolsillo y me pega en la frente con ella.
— ¡Auch!
Obviamente duele ¡Está congelada!
— Segundo, si ya te dije que no comieras, no debes hacerlo — me vuelve a golpear.
— ¡Doble auch! — me quejo acariciando mi frente.
— Tercero, no debes comerla aquí, porque sabes que te voy a golpear —me vuelve a dar un golpe como para rematar ¡Más fuerte!
—¡Ya basta... Duele! — lloriqueo y ella entrecierra los ojos hacia mi.
— Te voy a confiscar el chocolate, debes estar bien para el próximo partido — dice y sin darme tiempo a reprochar se da media vuelta y se va.
— ¡OJALA NO SE LA COMA! — le grito, ella ni se inmuta, y sigue caminando hacia la salida meneando sus anchas caderas.
Ok, no había porque agregar ese detalle.
Sacudo la cabeza y en eso escucho la suave voz de Jordyn.
Ella se acerca a mi con una sonrisa de oreja a oreja.
Entrecierro los ojos hacia ella, porque se lo que viene.
— ¡A que no adivinas! — exclama con entusiasmo.
— ¡Te invitó a salir! — finjo entusiasmo.
Ella quita su sonrisa del guasón, y me mira con una cara de: No me jodas...
— Lo adivinaste — dice mirándome con recelo y yo me río.
— Eso le pasa a todas las chicas de fanfic y tu eres una chica rayita — aprieto mis labios para no reírme.
— ¿Otra vez con eso? — pregunta de la misma forma que yo.
Verán, yo la llamo así, porque su personalidad y su vida, es como la de las protagonistas de los fanfics, que su mamá esta separada de su padre y tiene un novio, tiene una hermana perra que le hace la vida imposible y ella es tímida, cree que es fea, pero es toda una Barbara Palvin.
Es hermosa, con el cabello castaño que tiene y los grandes ojos celestes.
— Ya te he dicho, no tienes mucha confianza en ti — recrimino, caminando hacia la salida, ella por supuesto me sigue.
— A lado tuyo, no puedo — dice en voz baja.
— ¡Ay! Por favor, vas a subir el ego que no tengo — digo divertida y ella rie.
— Pero es verdad, tu siempre destacas, la mayoría de los chicos voltean a verte a ti, y a mi, ni de reojo.
Suelto una carcajada sin creerme lo que dice, todo el mundo la mira, y ella ni se da cuenta.
Ella es tan distraída.
— Tu solo esperas que Chad te vea, por eso no notas a nadie más — la miro y veo que se pone roja.
Me vuelvo a reír, y le doy un codazo mientras salimos de la preparatoria.
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Acosando A Mi Crush
Novela JuvenilSamantha lleva alrededor de dos años observando cada día, a la misma hora, en el mismo lugar al mismo chico; un skater de hermosos ojos azules. Hasta que por un pequeño y ridículo accidente, su "Crush" empieza a notarla. Quién diría que ese skater...