S A M A N T H A
Camino alrededor del lugar mientras Jordyn sigue mirando que zapatos pueden quedar bonitos con mi blusa azul marino y mis jeans negros.
— Ponte estas — me enseña unos Converse rojos cojo sin dudar.
Me las coloco y a penas termino, escucho el claxon de un auto, Jordyn se asoma y comienza a chillar.
— ¡Ya esta aquí! — chilla y levanta sus cejas.
Suspiro con una sonrisa divertida y salgo de mi habitación con dirección a la salida.
— ¡PAPÁ! ¡YA ME VOY! — grito pero no escucho respuesta y me rindo fácilmente.
Si es que soy perezosa....
Salgo del lugar y veo a Jason apoyado en el capo del auto negro que esta aparcado.
Lleva una camiseta blanca que se amolda... ¡TAN BIEN A SU CUERPO! Unas jeans oscuros ceñidos a su cuerpo y unos Vans azules.
Me cuesta trabajo no derretirme aquí mismo.
Muerdo mi labio inferior suavemente y de reojo veo a alguien más dentro del auto.
Específicamente tres chicos en los asientos traseros.
— Hola — saluda cuando he llegado frente a él.
— Hola — le doy una sonrisa y él me la devuelve.
— Tu cabello brilla mucho — dice — Es muy lindo, como tú — finaliza y siento mis mejillas arder.
¿¡QUÉ ME PASA!?
¡NUNCA ME HE SONROJADO!
Ni siquiera cuando Ryan me beso por primera vez en la fiesta de cumpleaños número trece de Jordyn, FRENTE A TODO EL MUNDO.
— Gracias — digo y él se voltea a mirar a los chicos dentro del auto.
— Ojala no te moleste ir con mis amigos, insistieron en venir — su voz es baja y tímida.
Le sonrió tranquilamente.
— No me molesta convivir con la gente — aseguro y ambos nos reímos.
Me acerco a la puerta del copiloto, la abro e ingreso al auto.
— Hola — saludo volteandome a ver a los tres chicos.
— Que buen gusto tienes Jason — dice un chico castaño.
— No intentes coquetear conmigo amigo — le digo sonriendo de lado.
— Ya siento que me va a caer bien esta chica — dice un rubio que está detrás de mi, como estoy volteada, puedo verlo bien.
Sonrío y veo a al chico pelirrojo que vi el día de la feria cuando hable por primera vez con Jason.
Él me sonríe entre risas, y el castaño que está en medio, me mira con recelo, pero con una sonrisa jugando en sus labios.
— Soy Samantha — me presento y el primero en hablar es el pelirrojo.
— Yo me llamó Kian — dice con una sonrisa mientras ofrece su mano.
La cojo y él la sacude con una sonrisa.
— Yo soy Harry — habla el rubio y también me ofrece su mano.
— ¡Bueno ya! Soy Carter — dice el castaño y se ríe.
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Acosando A Mi Crush
Genç KurguSamantha lleva alrededor de dos años observando cada día, a la misma hora, en el mismo lugar al mismo chico; un skater de hermosos ojos azules. Hasta que por un pequeño y ridículo accidente, su "Crush" empieza a notarla. Quién diría que ese skater...