— ¡SAMANTHA, TE BUSCAN! — suspiro dramática mientras salgo de mi habitación.
— ¡YA VOY!
Miro a través de los barrotes de la escalera, mientras voy bajando, y veo su cabellera castaña, seguida de su ancha espalda.
Miro a mi padre, el cual está charlando animadamente con Ryan, él me ve, y se queda callado.
El castaño se voltea y me admira como una diosa.
Cuando no....
Deberás a veces, me da miedo.
Solo soy una pelinegra con grandes ojos chocolate como de psicópata y una piel pálida de zombie.
Nada más.
No se porque Ryan esta colado por mi.
Se levanta y se acerca a mi, le sonrió incomoda y veo de reojo a mi papá salir de la sala, con dirección, a la cocina.
De pronto Ryan esta muy cerca mio, me toma de la mano, y un escalofrío me recorre.
No quiero lastimarlo....
Él merece a alguien que si lo quiera.
No alguien que solo acepte sus invitaciones, solo para no hacerlo sentir mal.
— Te ves tan linda como siempre — esta vez, lo miro a los ojos y él me sonríe tierno, le devuelvo la sonrisa con confianza, su mirada baja a mis labios y de pronto, me siento cohibida.
Me hago a un lado antes de que logre hacer, lo que hizo hace unos años atrás.
Besarme.
×××
Caminamos tranquilos, entre toda la multitud, a decir verdad, no hay tanta gente como otra veces y por lo tanto, se puede caminar bien.
Ryan lleva agarrada mi mano, porque pues... Siempre hace eso, cuando salimos juntos, los dos solos.
Observó su perfil cuidadosamente, mira al frente y debes en cuando, mira al suelo, no es como otros chicos, que se le van los ojos a chicas con poca ropa.
Él es así, todo el tiempo.
Recuerdo haber peleado con Jordyn, hace 2 años, por Ryan.
A Jordyn le gustaba Ryan, ella siempre se quejaba de que él me adoraba, y como siempre, insistía en que le de una oportunidad.
Yo me enoje, ella dijo que era injusto que él estuviera enamorado de mi, cuando yo no le daba ni la hora.
Se enojo, y pues no me hablo durante una semana.
Con el tiempo, salió con unos cuantos chicos y termino perdida por Chad, olvidando a Ryan.
Ojalá algún día encuentre alguien que lo quiera.
Si sigues jugando con él, no va a intentar buscar a nadie más.
¿Jugar con él? Yo no juego con Ryan.
O tal vez si.
Ahora me siento una perra.
Eres una.
Aceptar sus regalos e invitaciones, es darle esperanzas.
Cierro los ojos y al abrirlos de nuevo, recorro mi alrededor, con ellos, y es cuando mis ojos se quedan estancados en unos celestes que miran detenidamente mi mano agarrada a la de Ryan.
Mierda.
Jason.
×××
Jason esta tomado de la mano con una chica rubia, él me sonríe y la chica se voltea a mirarlo furiosa luego de verme regresarle la sonrisa.Parece reclamarle, él le contesta algo, ella se suelta de su mano y de repente parece estar caminando en mi dirección con la cara roja.
La sigo con la mirada, Jason se acerca detrás de ella apresurado, trata de tomarla del brazo pero no se deja.
— Deberías pedir perdón, luego de lo que tu animal le hizo a mi novio — ella medio me grita cuando esta frente a mi.
— Ya lo hice querida ¿Qué mas quieres? — mi voz es calmada, pero siento una repentina ira.
Detesto que me griten.
— Hubieras podido haberlo ayudado cuando lo viste caerse, tonta — grita aún más y siento mis puños apretarse a mis costados porque me he soltado de Ryan.
— Mira, ni siquiera te conozco, no tienes ningún derecho a venir a reclamarme, y tampoco a insultarme — doy un paso hacia adelante pero pronto siento las manos de Ryan en mi cintura jalandome hacia atrás.
Seguro piensa que me le voy a tirar encima a la loca esta.
— Basta Ariana, no hagas un espectáculo, no aquí, no ahora, no molestes a Samantha — ella lo mira totalmente enojada, abre la boca para replicar pero al ver la mirada dura de Jason se detiene.
Él se gira hacia mi, su expresión cambia, sus gestos se suavizan y sonríe.
— Lo lamento Samy — Ryan carraspea y le dirige una mirada mordaz.
La tal Ariana se suelta del agarre de Jason, se da la vuelta y se va corriendo.
Él resopla y cierra los ojos masajeando sus sienes.
— Arregla tus problemas Jason — le sonrío, me doy la vuelta con Ryan y dejo atrás a Jason.
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Acosando A Mi Crush
Teen FictionSamantha lleva alrededor de dos años observando cada día, a la misma hora, en el mismo lugar al mismo chico; un skater de hermosos ojos azules. Hasta que por un pequeño y ridículo accidente, su "Crush" empieza a notarla. Quién diría que ese skater...