Acosando A Mi Crush

Capitulo 20

J A S O N

Me tiro sobre el césped una vez que el entrenador nos dice que podemos descansar un poco.

Cierro mis ojos y respiro hondo pasando mis brazos por detrás de mi cabeza.

Pronto escucho silbidos, risas y alguien me llama.

Abro los ojos y veo a Kian sonreírme burlón.

— Se quieren ligar a tu chica — arrugo el gesto confundido y pongo mis antebrazos a los lados para elevarme y mirar lo que sucede.

La veo.

Veo como charla con Josh, un compañero del equipo.

Siento los celos recorrerme todo el cuerpo y me levanto rápidamente caminando con velocidad hacia ellos.

Escucho los típicos “uhh” y alcanzo a escuchar a alguien que dice “El problemón que se armara aquí”

Sus ojos me captan y me escanean.

Ella sabe que estoy enojado.

Ella sabe que estoy celoso.

Me vio de la misma forma hace días cuando llegue a su casa y vi que Ryan la abrazaba para molestarme.

Josh se da la vuelta al seguir los ojos de Samantha y levanta las cejas sorprendido cuando me ve.

Paso por su lado y agarro a mi novia de la mano y la jalo hacia detrás de las gradas.

— ¡Sueltame! ¡Me haces daño! — gruñe detrás de mi y la suelto de inmediato angustiado.

No me doy cuenta de mi rudeza hasta que volteo y miro su muñeca rosada.

Toda la rabia se va y la culpa aparece en mi cuerpo.

Subo mi mirada a sus ojos y la veo furiosa.

— Perdoname por favor — ruego y me acerco a ella.

— No me toques — levanta sus manos impidiéndome acercarme.

La agarro de la cintura y la apego a mi cuerpo.

— Lo lamento, no se que me paso, perdoname — acaricio su cabello algo húmedo con una mano y con la otra su espalda. 

Supongo debe venir entrenando.

Su respiración da en mi cuello y aspiro el aroma de su cabello sintiendo como su cuerpo se relaja.

— La próxima vez te mandare a la mierda — murmura en mi cuello y me río.

— Soy un imbécil, lo se — me separo un poco de ella y nos quedamos rozando nuestras narices.

— En serio si lo vuelves a hacer te voy a dar un puñetazo que dañara tu bonita cara — siento mis labios curvarse en una sonrisa y mi agarre sobre su cintura se apreta.

— Eso sería una pena, porque no creo que te gustaría dañar el bello rostro de tu adorable novio — se carcajea en mis brazos y luego comienza a jugar con el borde de mi camiseta.

Sus pestañas profundamente negras y largas cubren sus pómulos mientras ella mira hacia abajo.

Sus pestañas bailan y ella levanta la mirada dejandome sin aire por un momento.

Sus ojos chocolate son los mejores.  

Nos miramos fijamente a los ojos y siento que ella examina mi rostro hasta que unimos nuestros labios y cierro los ojos para disfrutar la sensación.