Capítulo 2

138 13 2
                                    

- Eso debió ser sumamente divertido para papá - dijo Max, recibiendo un golpe del codo de su hermana mayor a su lado, mientras Mitch les entregaba una taza de café a cada uno, riendo.

- Admitió mucho después que sí, siempre fui un blanco fácil para su padre, sobre todo cuando era alguien tan bromista. Admito que a veces era demasiado infantil, pero supongo que fue eso lo que nos mantuvo unidos después de todo - dijo Mitch, sentándose de nuevo en su banco frente a sus hijos.

- Papá parece haber sido alguien muy especial - dijo Lia, mirando a su madre.

- Lo era, era alguien muy especial, era un idiota, pero un idiota muy especial - confesó Mitch, sonriendo ante los recuerdos.

-¿Y qué pasó después? Supongo que no te quedaste en clases, media escuela debió haberse enterado que estabas en celo - dijo Max.

Mitch se quedó pensativo un momento, antes de volver a sonreír con un dejo de nostalgia.

************************

Ambos se quedaron en el baño por lo que parecieron unos veinte minutos. El timbre ya había sonado hace poco, así que estaban esperando eso para poder salir del baño sin tener que encontrarse con chicos en los pasillos, y así Mitch pudiera ir a presentar su problema y pedir permiso para irse a casa.

- Parece que ya podemos salir - dijo Scott, el rubio, mientras se levantaba del suelo, donde estaba sentado y hablando cómodamente con ese pequeño omega que parecía haberse calmado ya lo suficiente después de haber tomado los supresores.

- Sí, eso parece - dijo Mitch, aceptando la mano que este le tendía para ayudarlo a levantarse.

Le quitaron seguro a la puerta del baño, y mirando a todos lados por el pasillo, asegurándose de que no había mirones, caminaron juntos en dirección a la oficina de la supervisora.

- Esta fue una experiencia interesante - dijo Scott, sonriendo.

-¿A qué te refieres? - preguntó Mitch, alzando una ceja.

- Bueno, nunca pensé que conocería al chico que me gusta mientras este está en celo - habló tan despreocupadamente, que el pelinegro a su lado se sonrojó con fuerza, no por sus palabras, sino con la naturalidad con la que salieron de su boca.

- Sabes, no tienes que acompañarme, ya tomé los supresores, estaré bien - le dijo Mitch, tratando de desviar el tema, mientras intentaba bajar como sea el rojo profundo que cubría su rostro.

-¿Y dejarte por ahí a la deriva cuando puedo oler alfas mirones en unos pasillos más adelantes? No gracias, ya me metí en este problema, voy a asegurarme que el problema no se ponga peor - dijo Scott, girándose para mirarlo con una muy buena actuación de persona culpable, mientras se ponía una mano en su pecho para afirmar sus palabras. Mitch rió.

*************************

- Y te acompañó hasta la salida de la escuela, que tierno - burló Max, mientras recibía un golpe de su hermana por ser tan insensible, y ganaba una risa de su madre.

-¡No es gracioso, mamá! - se quejó Lia, mientras veía al pelinegro soltando una carcajada limpia y musical.

- Es que no puedo evitarlo, es como si fueran nuestros clones, me recuerdan mucho a su padre y a mí cuando estábamos jóvenes, siempre peleaba conmigo porque digamos que nunca fui el más cursi de los dos, por decir que yo no era nada romántico, y sigo sin serlo - dijo Mitch.

Lia miró a su madre, sonriendo dulcemente.

- Aunque los hicimos a ambos con mucha dedicación, me preocuparía si fuera de otra forma - volvió a hablar Mitch.

Amarte Es Igual a Recordarte [Scömìche short-fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora