Capítulo 7

148 11 0
                                    

N/A: El especial se va a dividir en tres tiempos, y será en tres capítulos. El primero será después de que Scott se entere, cuando va a la universidad a resolver problemas de gastos y pedir los permisos con Mitch por el embarazo y la primera ecografía juntos, el segundo tiempo será unos meses después, comprando las primeras cosas para el cuarto del bebé y la noticia a los abuelos y recibiendo la noticia sobre qué serán, y el tercer tiempo será cuando Mitch esté a punto dar a luz. Cuando vean el "~" serán los breves saltos de tiempo dentro de los recuerdos, y cuando vean el "***" es que volvemos a la realidad, el presente con Mitch contando todo esto a sus hijos.

Eso es todo.

Enjoy!

***********************

El despertador sonó, interrumpiendo el largo y muy pesado sueño de ambos chicos en la desordenada cama. Scott fue el primero en ir abriendo sus ojos, suspirando, antes de enredarse más dentro del abrazo que envolvía a Mitch, quien solo gruñó en protesta por haber sido despertado, y se acurrucó más en el pecho de su novio. Scott, una vez que estuvo completamente despierto, bajó su mirada, encontrándose con el cabello oscuro y desordenado de Mitch, que emanaba esa fragancia dulce y relajante que solo desprendía para él; sonrió, y cerró los ojos de nuevo, dispuesto a hundirse de nuevo en los sueños, cuando los recuerdos llegaron a su memoria como flash, haciendo que abriera desmesuradamente los ojos, y volviera a fijar su vista en el delgado chico que dormía inmutable sobre su cuerpo.

- Mitch - susurró, lo más suave que pudo, mientras con cuidado, bajaba una mano al vientre de su pareja, y la presionaba ahí, debajo de la enorme camiseta que Mitch usaba para dormir, hundiendo su nariz en el cabello de éste, sintiendo el peculiar olor de un omega embarazado, y el calor de su vientre inundando su mano, y sonrió.

- No fue un sueño - dijo para sí mismo, antes de dejar un beso en la cabeza de Mitch.

Y no, no fue un sueño.

No cuando los ojos de Mitch se abrieron abruptamente, antes de salir corriendo de los brazos de Scott, saltando de la cama, y prácticamente cayendo de bruces al inodoro que estaba en el baño del cuarto principal, vaciando el contenido de su estómago en largas y tensas arcadas.

- Dios mío, ahora no, bebé - dijo Mitch, lloriqueando, mientras seguía su tarea de nauseas matutinas.

Después de ese incómodo despertar para el omega, Scott le preparó el desayuno, hablando sobre que quería que lo acompañara a la universidad a recoger el resultado de su prueba final y así hablar con el rector de una vez. Mitch, que aún estaba un poco mareado debido a los malestares matutinos típicos de un embarazo, se negó los primeros minutos a salir de casa, alegando que el cachorro estaba feliz con estar encerrado ahí, y que no iba a hacer nada en contra de eso, pero a los minutos de haber tomado el desayuno, y Scott terminaba de lavar los trastes, Mitch salió del cuarto, duchado y vestido, apurando a su alfa para que se alistara y así no llegar tarde a la reunión con el rector, casi pateando al rubio para que entrara en la ducha.

Scott solo se rió ante los inesperados cambios de humor del omega, aprovechando un poco para burlarse de él, lo que le hizo merecedor de un almohadazo furioso de parte del pelinegro.

Una vez que estuvieron listos, y Scott haya envuelto a Mitch en una de sus gabardinas para camuflar un poco su olor que se estaba volviendo cada vez más notorio debido al embarazo, salieron del apartamento, con un Scott sonriente mientras veía como su omega se tragaba literalmente un paquete de oreos.

-¿No tenías nauseas? - preguntó Scott, solo para molestarlo un poco.

-¡No es mi culpa! - gritó Mitch, antes de fruncir adorablemente su ceño y seguir comiendo sus galletas con aspecto de niño regañado.

Amarte Es Igual a Recordarte [Scömìche short-fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora