Antes podía.
Antes sonreía.
Antes no lloraba.
Antes lo soportaba.
Antes no sabía lo que ahora lastima.
Antes no permitía que me lastimaran.
Antes no era tan difícil.
Antes no era tan frágil.
Antes era otra cosa, otra persona, y en este momento no me reconozco.Antes tenía una venda en los ojos. Esa venda no me dejaba ver la realidad, pero cuando la venda calló, la realidad me golpeó tan fuerte que me hizo sangrar por los ojos.
Los ojos y el alma me ardieron como nunca, y el nudo en mi garganta no me permitió decir palabra alguna, solo las lágrimas caían de mis ojos como caen las hojas en el otoño, sin ningún impedimento, y no había nada que las parara.El alma me ardía como nunca lo había hecho, era como si todo se desmoronara bajo mis pies y lo único que hacía era caer, caer en un agujero negro sin ninguna luz visible.
Con mi alma aún ardiendo, ardiendo en las llamas del dolor, de la angustia y desesperación, seguía cayendo, y no lo podía evitar, la sensación era horrible y lo más feo era no saber como parar ese ardor.El ardor poco a poco pasó, pero ya nada era lo mismo, ya todo había cambiado.
Mis ojos lloraron más seguido desde ese día, y poco a poco se hizo costumbre el que ardieran un poco los ojos junto al alma todas la noches en la madrugada. El silencio no ayudaba, pero el ruido atormentaba, ya no sabía hacia donde iba, pero tampoco me importaba, solo quería que todo dejara de doler, ya no lo soportaba.Antes era otra.
Antes podía ser libre.
Antes no veía.
Antes era "feliz" en una realidad que aún no comprendía.
Antes no sabía lo que dolería.
Antes no sabía lo que ocultaban.
Antes podía reír.
Antes no tenía que mentir.
Pero eso era antes, antes de que mi alma ardiera, antes de que mis ojos lloraran, antes de que todo cambiara, simplemente... antes...
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Palabras Rotas De Una Chica Rota
De TodoPalabras de desahogo de una chica rota que no sabe de que otra manera expresarse.