Oscuridad...

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Y ahí, en un rincón oscuro estaba ese ser, con ese alma incomprendida y con alas, alas de libertad, alas que no podían volar, que estaban rotas, como su corazón.
Estaba sumido en una tristeza incomparable, y que parecía interminable.
Estaba solo, estaba triste, estaba vacío.

Diariamente solía jugar con sus pensamientos, con su imaginación.
Volvía a tiempos pasados y repetía esos momentos maravillosos de felicidad ahora imposibles de repetir.
Volvía a aquellos días en los que sus alas podían desplegarse sin impedimentos, sin escrúpulos.
Volvía una y otra vez.

Pero eso no era suficiente, eso no hacía que el vacío dentro de el desapareciese, eso no hacía que su sonrisa volviera, y eso no hacía que su corazón se curara.

El cada vez se sumía más en un agujero negro de tristeza y desesperación, y lo que más le dolía en el alma era que no era capaz de salir.

El quedó en el olvido, como una historia vieja, poco a poco se desvaneció en el tiempo, y ya nadie lo recordaba.
Lágrimas negras caían por su abatido rostro, no podía evitar que ese dolor infernal lo habitara. El dolor lo habitaba hace tiempo, pero no podía aún acostumbrarse.
El luchaba por su bien, por su felicidad.
Pero la culpa y remordimientos lo atacaban en las noches, noches infernales de pesadillas que lo perseguían.

Sus luchas interiores lo lastimaban de una manera brutal, sus demonios estaban dispuestos a salir pero el no lo permitía y por lo tanto se destrozaba tratando de encarcelar eso que tanto asustaba, eso que era tan bestial, tan insoportable.
Su interior se estaba despedazando lentamente, junto con sus sonrisas, sus ánimos, y su vida.

Con el tiempo se volvió un ser oscuro, ya no reía, ya casi no era ni persona. Sus demonios y temores lo consumieron, ya no había nada en su interior, ya no podía sentir amor ni alegría, todo era oscuro para el.

Y así, quedó sumido en una oscuridad que lo consumió totalmente.
Una oscuridad maligna, maligna y despedazadora.

Una oscuridad que apareció un día y no se fue más, una que terminó por destruirlo, a el y a su espíritu.

Palabras Rotas De Una Chica RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora