5-La Clase de Defensa Contra las Artes Oscuras

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-¿Que tenemos ahora?- Les preguntó Alexia a Harry, Ron y Hermione

-Defensa Contra las Artes Oscuras-respondió Harry.

-con Slytherin- dijo Ron con desprecio la última palabra.

                              ...
  
- Soy el profesor Remus Lupin, y yo seré su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Guarden sus libros, está clase será practica- todos obedecimos- síganme

Nos pusimos otra vez en marcha, mirando al desaliñado profesor Lupin con creciente respeto. Nos condujo por otro corredor y se detuvo en la puerta de la sala de profesores.
-Entren, por favor -dijo el profesor Lupin abriendo la puerta y cediendo el paso.
En la sala de profesores, una estancia larga, con paneles de madera en las paredes y llena de sillas viejas y dispares, no había nadie salvo un profesor. Snape estaba sentado
en un sillón bajo y observó a la clase mientras ésta penetraba en la sala. Los ojos le brillaban y en la boca tenía una sonrisa desagradable. Cuando el profesor Lupin entró y cerró la puerta tras él, dijo Snape:
-Déjela abierta, Lupin. Prefiero no ser testigo de esto. -Se puso de pie y pasó
entre los alumnos. Su toga negra ondeaba a su espalda. Ya en la puerta, giró sobre sus talones y dijo-: Posiblemente no le haya avisado nadie, Lupin, pero Neville Longbottom está aquí. Yo le aconsejaría no confiarle nada difícil. A menos que la señorita Granger le esté susurrando las instrucciones al oído.
Neville se puso colorado.Le eche a Snape una mirada fulminante; ya era
desagradable que se metiera con Neville en clase, y no digamos delante de otros
profesores.
El profesor Lupin había alzado las cejas.
-Tenía la intención de que Neville me ayudara en la primera fase de la operación, y estoy seguro de que lo hará muy bien.
El rostro de Neville se puso aún más colorado. Snape torció el gesto, pero salió de la sala dando un portazo.
-Ahora -dijo el profesor Lupin llamando la atención del fondo de la clase, donde
no había más que un viejo armario en el que los profesores guardaban las togas y túnicas de repuesto. Cuando el profesor Lupin se acercó, el armario tembló de repente, golpeando la pared.
»No hay por qué preocuparse -dijo con tranquilidad el profesor Lupin cuando
algunos de los alumnos se echaron hacia atrás, alarmados-. Hay un boggart ahí dentro.
Casi todos pensaban que un boggart era algo preocupante. Neville dirigió al
profesor Lupin una mirada de terror y Seamus Finnigan vio con aprensión moverse el pomo de la puerta.
-A los boggarts les gustan los lugares oscuros y cerrados -prosiguió el profesor Lupin-: los roperos, los huecos debajo de las camas, el armario de debajo del fregadero... En una ocasión vi a uno que se había metido en un reloj de pared. Se vino aquí ayer por la tarde, y le pregunté al director si se le podía dejar donde estaba, para utilizarlo hoy en una clase de prácticas. La primera pregunta que debemos contestar es:
¿qué es un boggart?

Hermione levantó la mano;

-Señorita Granger-

-un boggart es una criatura que se convierte en lo que uno más teme-

Muy bien.-dijo-El boggart que está ahí dentro, sumido en la oscuridad,
aún no ha adoptado una forma. Todavía no sabe qué es lo que más miedo le da a la persona del otro lado. Nadie sabe qué forma tiene un boggart cuando está solo, pero cuando lo dejemos salir; se convertirá de inmediato en lo que más temamos. Esto significa -prosiguió el profesor Lupin, optando por no hacer caso de los balbuceos de
terror de Neville- que ya antes de empezar tenemos una enorme ventaja sobre el boggart. ¿Sabes por qué, Harry?

Era difícil responder a una pregunta con Hermione a su lado, que no dejaba de ponerse de puntillas, con la mano levantada. Pero Harry hizo un intento:
-¿Porque somos muchos y no sabe por qué forma decidirse?
-Exacto -dijo el profesor Lupin. Y Hermione bajó la mano algo decepcionada-. Siempre es mejor estara compañado cuando uno se enfrenta a un boggart, porque se despista. ¿En qué se debería convertir; en un cadáver decapitado o en una babosa carnívora? En cierta ocasión vi que un boggart cometía el error de querer asustar a dos personas a la vez y el muy imbécil se convirtió en media babosa. No daba ni gota de miedo. El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerza mental. Lo que sirve para vencer a un boggart es la risa. Lo que tienen que hacer es
obligarle a que adopte una forma que encuentren cómica. Practicaremos el
hechizo primero sin la varita. Repitan conmigo: ¡Riddíkulo!
-¡Riddíkulo! -dijimos todos a la vez.
-Bien -dijo el profesor Lupin-. Muy bien. Pero me temo que esto es lo más
fácil. Como ven, la palabra sola no basta. Y aquí es donde entras tú, Neville.
El armario volvió a temblar. Aunque no tanto como Neville, que avanzaba como si se dirigiera a la horca.
-Bien, Neville -prosiguió el profesor Lupin-. Empecemos por el principio:
¿qué es lo que más te asusta en el mundo? -Neville movió los labios, pero no dijo nada-. Perdona, Neville, pero no he entendido lo que has dicho -dijo el profesor Lupin, sin enfadarse.
Neville miró a su alrededor; con ojos despavoridos, como implorando ayuda.
Luego dijo en un susurro:
-El profesor Snape.
Casi todos nos reimos. Incluso Neville sonrió a modo de disculpa. El profesor
Lupin, sin embargo, parecía pensativo.
-El profesor Snape... mm... Neville, creo que vives con tu abuela, ¿es verdad?
-Sí -respondió Neville, nervioso-. Pero no quisiera tampoco que el boggart se
convirtiera en ella.
-No, no. No me has comprendido -dijo el profesor Lupin, sonriendo-. Lo que
quiero saber es si podrías explicarnos cómo va vestida tu abuela normalmente.
Neville estaba asustado, pero dijo:
-Bueno, lleva siempre el mismo sombrero: alto, con un buitre disecado encima; y un vestido largo... normalmente verde; y a veces, una bufanda de piel de zorro.
-¿Y bolso? -le ayudó el profesor Lupin.
-Sí, un bolso grande y rojo -confirmó Neville.
-Bueno, entonces -dijo el profesor Lupin-, ¿puedes recordar claramente ese atuendo, Neville? ¿Eres capaz de verlo mentalmente?
-Sí -dijo Neville, con inseguridad, preguntándose qué pasaría a continuación.
-Cuando el boggart salga de repente de este armario y te vea, Neville, adoptará la forma del profesor Snape -dijo Lupin-. Entonces alzarás la varita, así, y dirás en voz alta: ¡Riddíkulo!, concentrándote en el atuendo de tu abuela. Si todo va bien, el boggart-profesorSnape tendrá que ponerse el sombrero, el vestido verde y el bolso grande y rojo.
Hubo una carcajada general. El armario tembló más violentamente.
-Si a Neville le sale bien -añadió el profesor Lupin-, es probable que el
boggart vuelva su atención hacia cada uno de nosotros, por turno. Quiero que ahora todos se dediquen un momento a pensar en lo que más miedo les da y en cómo podrian convertirlo en algo cómico...
La sala se quedó en silencio. Yo medite... ¿qué era lo que más me aterrorizaba en
el mundo? Después de un tiempo se me vino a la cabeza; serpientes

-Nos vamos a echar todos hacia atrás, Neville -dijo el profesor Lupin-, para
dejarte el campo despejado. ¿De acuerdo? Después de ti llamaré al siguiente, para que pase hacia delante... Ahora todos hacia atrás, así Neville podrá tener sitio para
enfrentarse a él.
Todos se retiraron, arrimándose a las paredes, y dejaron a Neville solo, frente al armario. Estaba pálido y asustado, pero se había arremangado la túnica y tenía la varita preparada.
-A la de tres, Neville -dijo el profesor Lupin, que apuntaba con la varita al pomo de la puerta del armario-. A la una... a las dos... a las tres... ¡ya!
Un haz de chispas salió de la varita del profesor Lupin y dio en el pomo de la puerta. El armario se abrió de golpe y el profesor Snape salió de él, con su nariz ganchuda y gesto amenazador. Fulminó a Neville con la mirada.
Neville se echó hacia atrás, con la varita en alto, moviendo la boca sin pronunciar palabra. Snape se le acercaba, ya estaba a punto de cogerlo por la túnica...
-¡Ri... Riddíkulo! -dijo Neville.
Se oyó un chasquido como de látigo. Snape tropezó: llevaba un vestido largo ribeteado de encaje y un sombrero alto rematado por un buitre apolillado. De su mano pendía un enorme bolso rojo.
Hubo una carcajada general. El boggart se detuvo, confuso, y el profesor Lupin
gritó:-¡Excelente! ¡Ron, te toca!
Ron se dirigió hacia delante.
¡Crac!
Algunos gritaron. Una araña gigante, de dos metros de altura y cubierta de pelo, se dirigía hacia Ron chascando las pinzas amenazadoramente. Por un momento, pense que Ron se había quedado petrificado. Pero entonces...
-¡Riddíkulo! -gritó Ron.
Las patas de la araña desaparecieron y el cuerpo empezó a rodar. Lavender Brown
dio un grito y se apartó de su camino a toda prisa.

-¡Muy bien! -gritó el profesor Lupin mientras la clase prorrumpía en aplausos-. Muy bien. Todos lo hicieron muy bien. Veamos... cinco puntos para
Gryffindor por cada uno de los que se han enfrentado al boggart... Y 5 por Hermione y otros cinco por Harry.
-Pero yo no he intervenido -dijo Harry.
-Tú y Hermione contestaron correctamente a mis preguntas al comienzo de la clase -dijo Lupin sin darle importancia-. Muy bien todo el mundo. Ha sido una clase estupenda. Como deberes, van a tener que leer la lección sobre los boggart y hacerme un resumen. Me lo entregaran el lunes. Eso es todo.

Todos abandonamos entusiasmados la sala de profesores, yo salí lo antes posible, lo único que quería en ese momento era hablar con Lyn.
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LunáticaRL

La Hija De Sirius Black (Fred Weasley y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora