Sorry

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Llevaba quince minutos contemplando la pequeña figura del chico cargar numerosas cajas a una de las camionetas del ejército, él no había notado su presencia al estar notablemente ocupado cargando el peso y subiéndolo mientras trataba de que nada se le callera, Junhoe sonrió al ver como dabas pequeños saltitos intentando llegar a posar la última caja sobre las demás, no llegaba, estaba demasiado alto para él.

Decidió intervenir para evitar algún accidente y sujetó la caja antes de que se le callera, posándola donde debía ir.

Jinhwan se giró para dar las gracias, pero al ver de quién venía la ayuda solo bufó y un murmullo diciendo -ah eres tú-salió de su boca- ¿Qué haces aquí?

-Soy yo quién te debe llevar al pueblo para la exposición.

- ¿Tu? ¿No puedo hablar con alguien para que me cambien de conductor?

-Yo no hago las normas-dijo mientras abría la puerta del piloto y entraba en la camioneta-ya intenté que me cambiaran por otro y no se me ha permitido así que, si no quieres llegar tarde a los preparativos de la exposición, sube.

Jinhwan miró la puerta del copiloto durante unos segundos y por fin subió, llevaba meses sin estar tan cerca del mayor y aquella situación le ponía los pelos de punta, además sentía una tremenda vergüenza porque el mayor viera algunas de sus pinturas, él había seguido dibujando y pintando sobre su relación y Junhoe unos meses después del abandono, cuando aún tenía esperanza de que alguna forma u otra volviera con una disculpa y un ramo de flores.

La camioneta se puso en marcha y la tensión no desaparecía, el joven pintor permanecía con la vista en la ventana, observando el paisaje, pero era consciente de las pequeñas miradas que el mayor le dirigía pensando que él no podía verle y de cómo se desgarraba los labios con nervios, ninguno de los dos estaba cómodo, un cuchillo podría cortar la tensión sin ningún problema.

Jinhwan intentó distraerse, de verdad que lo hizo, pensó en como dispondría sus pinturas, la decoración acompañante, como debía estar la entrada, que ropa debería ponerse el día de la exposición e incluso pensó en que quizás debería llamar a Hanbin porque desde que se había ido a Estados Unidos no le había vuelto a llamar, pero sus ojos y su mente acababan en Junhoe, analizándolo de arriba abajo, todo el cambio que había sufrido desde la última vez que lo vio, su pelo estaba más corto y había ganado algo de masa muscular pero por lo demás seguía igual y le jodía de sobre manera el hecho de que aunque quisiera tenerle asco, aún lo encontraba atractivo.

- ¿Qué pasa? -preguntó sobre saltado cuando la camioneta dio un frenazo en medio de la nada.

-No hay gasolina.

- ¿Estas de broma?

-No, no estoy de broma, no hay gasolina, habrá que llamar a alguien en la base y que nos vengan a buscar-Junhoe sacó el móvil y tras tres minutos miró al menor con cara de preocupación negando-No puede venir nadie hasta dentro de dos horas.

-Esto tiene que ser una puta broma

-No digas palabrotas.

-Diré lo que me salga del coño-gritó pateando una piedra que calló directa por el precipicio.

-No tienes coño-le corrigió el mayor ganándose una mirada de odio pura del más bajito.

-Es una expresión, estoy cabreado ¿vale? Estoy en medio de la nada con un gillipollas cuando debería estar preparando mi exposición.

Junhoe no se ofendió, Jinhwan tenía todo el derecho a enfadarse e insultarle y de verdad que prefería que le gritara lo mucho que lo odiaba a que simplemente se quedara en silencio, comenzó a andar ignorando las protestas, gritos y maldiciones del menor, cuando este se dio cuenta de que Junhoe se alejaba de él dejándolo solo, tuvo que correr unos metros para alcanzarlo.

Metáforas  (Junhwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora