Capitulo 10

4.5K 316 35
                                    

Narra Matteo.

Una vez que pasó la tarde, decidí aparecer sorpresivamente en la ventana del cuarto de mi chica, aunque mi desilusión fue notable cuando no la encontré en casa. La llamé por teléfono, era tarde, sobre las doce y media.

¿Por qué no estaba en casa?

Tomé mi móvil y marque su número rápido porque necesitaba saber dónde estaba, se me pasaron miles de pensamientos desconfiados hacia ella, pero cuando me respondió con voz alegre y risueña, me tranquilice.

- ¡Hola amor!

- Hola, ¿dónde estás?

- En casa de Nina, ¿por qué?

Respiré hondo.

¿Desconfiando de ella?

¿En serio Matteo?

Suspiré de nuevo y sonreí más tranquilo.

¿Cómo pude pensar que ella me engañaría?

- Ah... - respiré de nuevo. - Es que me presenté en tu casa y no estabas.

-Matteo. Que detalle, lo siento, no estoy allí pero me encantaría estarlo, seguramente te comería a besos.

Sonreí cual bobo enamorado y me bajé del árbol lentamente. Era tan hermosa, era tan dulce, era jodidamente preciosa.

- Te amo. No te haces una idea de cuánto.

- ¿Mucho?

- Demasiado.

- Eres adorable, cielo.

Cada vez que decía uno de esos apodos cariñosos mi estómago bailaba una conga, esto no es lo que dicen que se siente, ella me hace temblar con el simple roce de sus dedos y esto me parece jodidamente exagerado, siento el deseo de ir a casa de Nina y besarla para desearle las buenas noches así que decido proponérselo.

- ¿Quieres que me pase por allí?

- ¿Por casa de Nina?

- Sí, para darte un beso de buenas noches... O dos... O tres... O mil... Sabes que lo haría encantado.

- Matteo...

Como dice mi nombre, parece que mi cuerpo huye de mí cuando lo dice, cuando me llama sé que no quiero abandonarla, quiero aferrarme a ella como un niño pequeño se aferra a su madre cuando cruza la calle, cuando duerme, cuando se pone cariñoso con ella, quiero con toda mi alma estar con ella para siempre, o que simplemente se pase el tiempo, cuando pronuncia mi nombre, se dónde es mi sitio. A su lado.

- Dime.

- Te amo. Buenas noches.

- ¿Te vas y no quieres mi beso?

-Vuelve a casa, mañana tienes un partido.

¡Mierda!

El partido, se me había olvidado por completo miro al cielo y maldigo.

- Gracias por recordármelo, no me acordaba de nada. Dios, que despistado soy.

- Lo sé. Igual que yo. Buenas noches, miles de besos y suerte mañana, sé que van a ganar, confío plenamente en ti.

***

Y ahí se sintió mal, ella confiaba en él, ella confiaba en que ganaría y en todo, a pesar de cómo era, a pesar de cómo empezaron, ella se fiaba de él, aunque fuera celosa, ella le demostraba que confiaba ciegamente en él, que lo adoraba, tan solo estaba loco por ella, tan solo ella lo amaba a él y ese gesto significaba tanto para ella que parecía que se esfumaría entre sus labios como un suspiro ahogado.

***

- Buenas noches amor, te amo tanto que no sé cómo demonios sobreviví todo este tiempo sin ti. Sueña conmigo, un billón de besos. Confió en ti, lo juro, confiaré en ti.

Y sé que sonreía porque no contestaba. Colgué el teléfono tras oír un suave "hasta mañana Matt" y ahí me deslice hasta el suelo apoyado en el árbol. Ella era perfecta. Ella era demasiado para mí.

Novios | LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora