Capítulo 22

3.8K 297 120
                                    

Caminaba por las calles mientras el viento azotaba mis cabellos, hacía fresco, estábamos entrando en invierno pero sin duda eso no me importaba mucho. Cuando algo chocó contra mí, juré que iba a gritar que tuviera más cuidado, pues esa montaña me había tirado al suelo pero cuando vi que era un chico y guapo, el enfado y las ganas de gritar se me pasaron.

- Oh dios, lo siento, lo siento. No miraba por don...

Pero entonces tomé su mano y me levante mientras sonreía dulcemente y lo miraba coqueta.

- No pasa nada, le pasa a cualquiera. - me reí levemente y sonreí. - Por cierto, hola, yo soy Luna, guapo.

- Oh, pues no hace falta que te presentes, nos acostamos, supongo que estabas borracha, como yo. Aunque yo no te olvidaría.

- Bueno, lo siento... - respiré levemente mientras me avergonzaba a mí misma. - Quiero decir que, bueno, lo siento, de nuevo, quizás yo hice algo malo, por eso creo que me tengo que disculpar.

Me besó directamente mientras sentía como su lengua se deslizaba por mi boca rápidamente.

- No pidas perdón, relájate. No pasa nada, cosas que pasan. Aunque, si te parece bien podemos ir a tomar un café.

- Oh, bien. Claro, si no tienes ocupación ahora... estoy libre...

- Encontré un buen Starbucks el otro día cuando volvía de la facultad de medicina.

- ¡¿Estudias medicina?! - le digo sorprendida mientras nos ponemos a andar hacia el Starbucks que Isaac ha nombrado.

- Creo que sí, al menos eso dice en mis notas de la evaluación. ¿Y tú? ¿Qué estudias?

- Soy más pequeña que tú, tengo 17 años, cumpliré 18 el 9 de Noviembre. - aclaro sonriente. - Estoy en el bachiller, a punto de graduarme en el instituto antes de ir a la universidad, estudiaré psicología, sí, extraño en mí. Siendo yo como soy, una psicóloga, o bueno un proyecto de ello.

Se echó a reír, y seguí sus pasos, creo que no podía pararme de reír, su risa era contagiosa y me sentía bastante cómoda con él. Empezamos a bromear pero cuando levanté mi vista, lo vi, ahí estaba, Matteo, me miró a los ojos y sentí como si mi corazón diese un vuelco. Nuestras miradas se cruzaron y esta vez, yo aparte la vista, yéndome junto a Isaac al Starbucks, nos sentamos en una mesa al lado de la ventana mientras me apoyaba levemente en el cómodo asiento del sillón.

- Bueno, ¿qué te apetece tomar?

Me encogí de hombros y tomé la carta de chocolates.

- Me apetece una mousse de chocolate. No sé... ¿y tú? ¿Sabes lo que quieres?

Él sonrió.

- Sí, lo sé. A ti. - mis ojos se abrieron y me incliné hacia delante capturando sus labios.

- Eso, tendrá que esperar... - musité mientras me apartaba. - Aún no me has dicho tu edad. - completé mientras cerraba la carta.

- 22 años. No soy tan viejo.

- Más que yo, lo eres.

Él rio. Seguí sus carcajadas, y cuando menos me lo esperaba, ya nos habían traído los postres, el camarero nos había recogido la mesa y habíamos pedido unos pastelillos, la tarde se había pasado volando y cuando tomé mi móvil para mirar la hora, me sorprendí con que habían pasado una hora y media y que tenía un mensaje.

Matteo Balsano: Me estás destrozando  </3

Novios | LutteoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora