Novios | Lutteo

Capítulo 17

Narra Matteo.

Se había arreglado todo con Luna, pero aun así, aquí estaba yo siendo el peor novio del mundo.

Se inclinó sobre la mesa dejándome ver su escote, estaba bien ella como mujer pero sinceramente me gustaba más mi novia, se relamió los labios y me puso esa mirada pícara.

- ¿Y si vamos a otro lado a divertirnos?

Estábamos en una de esas cafeterías en las que la gente vive en su mundo y las camareras tienen nombres como Gladis o Enriqueta, siendo mujeres muy enternecedoras que te llaman cielo a pesar de saberse tu nombre de las mil veces que te ven o te lo preguntan, Candelaria no estaba contenta con venir a este sitio pero creo que era el único a las afueras, en donde Luna o alguna de sus amigas no me verían, mi única forma de escapar.

- No tengo ganas Cande. - se echa para atrás y frunce el ceño molesta, no parece muy contenta por la respuesta, aunque sepa que no lo está, creo que un parece añadido por ahí es perfecto.

- ¿Cómo? - su voz dulce y coqueta cambia a furiosa.

- No me apetece. - repetí.

- Te apetece. - dice con voz rotunda, cuando iba a contestar, ella abre la boca primero. - Te apetece a menos que quieras que tu novia se entere de que me follaste duramente encima de la misma cama en la que se les rompió el condón. Antes de marcharte, solo por una borrachera y que en vez de contárselo accediste fácilmente a que te hiciera este chantaje unas cinco veces y te pusiera en un aprieto hasta que fuiste capaz de mentalizarte en esa mentira.

Me muerdo los labios, exacto, le he mentido.

¿Me fui a casa de mi padre?

No.

¿No la llame porque estaba componiendo una canción?

No.

Ya la tenía compuesta. Soy el peor novio del mundo.

- No me gustan los chantajes, Candelaria. - digo molesto mientras remuevo mi café y ella me mira aún más deseosa. - Quiero a Luna.

- Quien lo diría...

- ¿Qué?

- Quien diría que la quieres si lo primero que haces es acostarte conmigo seis veces y mentirle.

- No tengo otra opción, ella...

- No, sí la tenías Matteo. - me responde con una sonrisa. - Pudiste decírselo, pero sabes como yo que disfrutas de esto.

Candelaria se levanta de la mesa y arroja dinero en la mesa, aquí, en estás cafeterías se hace así. Me extiende la mano.

- Hagámoslo en el coche, me resulta excitante.

Ruedo los ojos y suspiro mientras dejo que una vez más, destruya mi relación con Luna, dios, que hijo de puta me siento, y eso que a mi madre no la meto en nada, pero simplemente Candelaria tiene razón, me he dejado llevar por mis impulsos.

¡Soy tan imbécil!

Vamos al coche y ella conduce, me dedico a mirar por la ventana, está conduciendo hasta un lugar lejos donde nadie nos vea. Suspiro hondo, y entonces ella se estaciona. Me mira a los ojos y sé que tengo que acostarme con ella. Lo peor de todo es que soy un hombre y me excito con Candelaria y luego, voy con la misma cara junto a ella.

Mierda, solo soy un estúpido. Dios. Se monta encima de mí. Maldita sea. Maldita sea. Mierda. Otra vez, otra más para el dolor de Luna.

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🌻Maratón 2/5🌻