Capitulo 2: Familia.

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Seungcheol y Jihoon estaban preocupados; Soon Young no respondía sus llamadas y, al parecer, tampoco los de la central.

-Voy a intentarlo otra vez -dijo Seungcheol, sentándose en la camilla con el teléfono entre sus manos. Después de varias tonadas, Soon Young al fin respondió-. Ah, gracias al cielo, ¿estás bien?

-Sí, un poco -respondió el menor-. Lamento no haber respondido o devuelto los llamados, necesitaba estar tranquilo -suspiró.

-No importa... ¿hablaste con el jefe? -preguntó, recibiendo un tarareo afirmativo como respuesta- ¿Cómo están los chicos? Ninguno se fue en el mejor estado emocional...

Jihoon le hizo una ceña para que pusiera el altavoz y el azabache obedeció.

-Están un poco mejor, aunque siguen en duelo, lógicamente -respondió-. Hablé con ellos y les informé que ya tienen el dinero depositado en sus cuentas bancarias, también les autorice a hablar con sus familiares... espero que estés de acuerdo con eso.

-Lo estoy... -afirmó- Los chicos han trabajado duro y pasaron por muchas cosas durante este mes... merecen al menos hablar con sus familias.

-Mingyu probablemente necesite ver a su madre, recuerden que ella está en tratamiento y él usará este dinero para pagarlo -les recordó.

-Si necesita hacerlo, no hay problema -dijo Jihoon bostezando-. Solo debe tener cuidado con lo que dice respecto a su ausencia.

-Lo sé, le hablaré más tarde... -respondió- En unas horas tendré que ir en busca de los padres de MingHao...

-¿Necesitas que te acompañe? -preguntó el líder de baja estatura y Hoshi negó.

-Seokmin vendrá conmigo, no te preocupes -respondió-. Quédate con tu novio, te necesita más que yo...

-No necesito que me cuiden como a un niño -Seungcheol resopló poniendo los ojos en blanco, como niño caprichoso.

[...]

-¿Cómo te sientes? -preguntó Hansol a Seungkwan, el mayor tenía un fuerte dolor de cabeza debido a tanta preocupación y la tensión de todo lo ocurrido. Su cuello también lo estaban matando.

-Igual, esa estúpida pastilla no hizo efecto alguno -se quejó masajeando sus cienes-. Necesito dormir... y un masaje. Ah~ mi masajista, ¿qué será de ella? -preguntó recordando aquellos días donde solía pasar horas en el spa recibiendo masajes en su espalda.

-Yo sé hacer masajes... -comentó desinteresado- Si quieres puedo hacerte algunos masajes en el cuello...

-¿Sabes hacer masajes? -preguntó alzando una ceja y el menor asintió entusiasmado, haciéndole una ceña para que se voltee- Sabes pelear, sabes hacer masajes... pero no sabes atar una corbata -dijo burlón, mientras el otro apoyaba sus manos en su cuello.

-¿Quieres masajes o no? -preguntó, ofendido.

-Está bien, está bien -rio el de mejillas regordetas.

Hansol comentó a masajear sus hombros con precisión y Seungkwan cerró los ojos, relajando sus músculos. El chico era bueno en lo que hacía, debía admitirlo.

De tanta relajación comenzó a darle sueño, así que le pidió al menor que se detuviera.

-Ya estoy un poco mejor -sonrió, moviendo su cabeza-. Pero ahora tengo sueño, así que me bañare y dormiré...

-Bien, entonces me iré a mi cuarto a descansar yo también -asintió. Su mano se fue al brazo del mayor y lo acarició un poco antes de levantarse-. Descansa -le sonrió un poco y se levantó de la cama.

Los Reclutas: Contra Reloj (Seventeen) [Segunda temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora