Los Reclutas: Contra Reloj (Seventeen) [Segunda temporada]

Capítulo 14: Amenaza.

Después de que Mingyu corriera a avisarles lo sucedido a los demás, Seungcheol llamó a la central para que trataran de localizar la llamada lo mas rápido posible; después de pasar algunos datos de Mingyu para que pudieran acceder a su teléfono con más rapidez, recibieron una respuesta casi inmediata.

—El teléfono es imposible de localizar, es como si el aparato ya no existiera —declaró Jung Soo—. Probablemente haya sido destruido.

Los tres líderes resoplaron pesadamente y le pidieron que sigan tratando de localizarlo. Le agradecieron y colgaron, Mingyu se mordió el labio.

—Quieren matarlo... Wonwoo hyung sabe dónde está, pero no llegó a decirme —explicó—. Oí un golpe seco antes de que se cortara la llamada, espero que esté bien...

—Debemos confiar en que está bien —dijo Jihoon tratando de animar al moreno, en sus ojos se reflejaba el miedo y preocupación por el mayor—. Vamos a encontrarlo, Mingyu... —afirmó apoyando su mano en el brazo del más alto—. Ahora ve a cambiarte... será mejor que salgamos a despejarnos un poco para pensar con claridad.

[...]

—Ponte esto... —Hansol extendió su brazo y le pasó un casco a Seungkwan quien negó con la cabeza y lo alejó de él.

—¿Y despeinarme? —la risa sarcástica del castaño resonó en el garaje— No gracias.

—Mira, la Torre Eiffel está lejos de aquí para caminar y tu odias sudar, también tengo bien en claro que ninguno de los líderes confía lo suficiente en mis habilidades conduciendo como para prestarme sus camionetas —comentó el menor de los dos—. Podré ser idiota a veces, pero no soy un irresponsable como para dejar que vayas sin casco. Es peligroso, ¿entiendes? —Hansol puso el pie para evitar que la motocicleta se caiga y se bajó. Dándole un pequeño golpe en la frente a Seungkwan, le puso el casco que JeongHan le había cedido por el día de hoy y subió el vidrió para verle mejor la cara— Ahora atrévete a quitarte el casco y me iré yo solo a ver la torre.

Seungkwan abrió la boca para protestar, pero no dijo nada y se quedó viendo como el más alto volvía a pasar su pierna por sobre la moto.

—¿Vienes o no? —preguntó desde detrás de su casco.

Con algo de temor, Seungkwan imitó los movimientos del contrario y se subió al vehículo. Hansol le dijo que se agarrara de los caños del asiento y obedeció, pero cuando este aceleró Seungkwan terminó por aferrarse al abrigo del contrario con miedo por la velocidad a la que iban.

Cuando el reloj dio las once de la mañana, ya todos se encontraban en el centro de París recorriendo la ciudad por separado. Jihoon y Seungcheol se encontraban en el puente, Junhui y Chan caminaban por las calles de la ciudad sin rumbo aparente, Seokmin, Soon Young, Seungkwan y Hansol terminaron por encontrarse en la Torre Eiffel, mientras que Jisoo y JeongHan decidieron quedarse con Mingyu en la casa para hacerle compañía.

—No se preocupen por mí, estaré bien... —sonrió el moreno, mirando a la pareja que permanecía limpiando la cocina y las cosas usadas en el desayuno.

—No importa, de todas maneras, no teníamos ganas de salir —mintió Jisoo sonriendo, JeongHan puchereó detrás de él.

—La cara de hyung no dice lo mismo... —rio un poco al ver la cara del mayor de los tres.

JeongHan se encogió de hombros con indiferencia y siguió lavando los platos. Una nueva llamada llegó al teléfono de Mingyu, al ver que era un número desconocido, volvió a atender con la esperanza de que sea Wonwoo.

—¿Hola? —preguntó con un hilo de voz.

—Si quieren a su compañero de vuelta, tendrán que darme algo a cambio —esa no era la voz del azabache, el mismísimo Young Jin estaba del otro lado de la línea. La mirada que el moreno le echó a los otros dos hizo que ambos se acercaran casi corriendo a donde él estaba—. Esto de tenerlo cautivo jodiéndome la vida ya me está aburriendo.