Los Reclutas: Contra Reloj (Seventeen) [Segunda temporada]

Capítulo 5: Catorce días.

El funeral finalizó casi dos horas más tarde después del entierro; como siempre Soon Young llevó a los padres de MingHao al hotel y regresó a la casa sin ánimo alguno.

Ya ninguno lloraba, su organismo parecía haberse secado de tantas lágrimas derramadas en los últimos días; pero ahora debían seguir adelante y buscar a Wonwoo si no querían tener otro funeral.

Los tres líderes se tomaron una media hora para recomponerse; la pareja de líderes se metió al cuarto del líder más joven y ambos se sentaron en la cama en silencio. Jihoon quería hablar a solas con su novio.

—¿Qué sucedió con esa llamada? —preguntó, mirándolo. El líder no había cambiado su cara desde aquella "charla" con su padre.

—Era mi padre —la expresión en el rostro de Jihoon le dio a entender que ya lo sabía, aunque, de todas maneras, al menor le sorprendió oírlo llamarlo "padre" en lugar de "jefe"—. Me dijo que ya casi estaba el análisis completo...

—Un momento poco adecuado para comunicar que algo estaba "casi listo" —respondió Jihoon con una mueca.

—Lo sé, le dije eso y un par de cosas más... —asintió— Pero lo que importa aquí, es que cuando esto terminé nos iremos... dejaremos de luchar contra él mal. Dejaremos de hacernos pasar por superhéroes —declaró.

—¿Irnos? —preguntó confundido— ¿Te refieres a dejar la Organización? —Seungcheol asintió con firmeza— Cheol... no podemos irnos.

—Claro que podemos cariño, piénsalo... ¿alguna vez mi padre se preocupó por nosotros? —lo miró—. ¿Fue al funeral de DongJin, Samuel o Ming Ming? ¿Fue al de MingHao? No. Y esto es su culpa. Jihoon, tenemos veintidós y veintiún años, somos jóvenes y tenemos el dinero suficiente para vivir. Podemos dejar esto de lado, ir a la universidad y conseguir un trabajo mejor, uno que no ponga en riesgo nuestras vidas.

—No, Seungcheol, no podemos... —volvió a negar—. ¿Quieres irte y dejar que la policía deje cientos de casos sin resolver? ¿Quieres que más gente siga muriendo? Estás teniendo pensamientos egoístas...

—¿Pensamientos egoístas? —lo interrumpió, sin creer lo que oía— Bien, si... discúlpame por querer una vida mejor para la persona que amo, para mi mejor amigo y para todos los demás. ¿Es egoísta de mi parte querer tener una maldita vida normal? ¿Soy egoísta al decir que quiero poder caminar de la mano contigo por la calle sin preocuparme de que nuestra o la de alguien cercano a nosotros está en peligro?

—Seungcheol...

—No Jihoon. Por una vez en tu vida, pon tu seguridad y tu vida por delante de los demás... —cerró los ojos tratando de calmarse, ya que había comenzado alzar la voz—. Sé que sonará mal, pero, ¿qué ha hecho toda esa gente por nosotros? Nada. Ni siquiera nos agradecen por salvarles la vida, si es que logramos hacerlo; nadie sabe que existimos, ¿de qué nos sirve esto? Sólo recibimos dinero a cambio.

—¡¿Crees que a mi no me importa?! —exclamó— Casi mueres dos veces en menos de diez días, eso es mucho incluso para toda una vida, Seungcheol. Yo igual estuve al borde de la muerte.

—¿Y de todas maneras quieres seguir aquí? —lo miró— Jihoon, me importa un carajo si el resto del mundo se muere, pero no te quiero perder a ti, ¿puedes entenderlo? Quiero vivir como una persona normal en sus veinte lo haría con su pareja, no de esta manera.

Tres golpes en la puerta interrumpieron la discusión, y segundos más tarde la cabeza de Seokmin se asomó tímidamente por la puerta.

—Lamento interrumpirlos, pero Soon Young dijo que los resultados acaban de llegar... —comentó.