POV Amelie
Me levanté de donde estábamos sentados Alex y yo, caminé hacia donde estaba Adrián y lo halé de la oreja. No podía creerlo. En verdad, no podía, ¿Cómo era posible que mi hermano cometiera semejante estupidez?
―Alex, termina con Adrián. Yo me quedaré aquí —le ordené con poca paciencia. Me puse las manos en la cintura y fulminé con la mirada a la persona que se encontraba enfrente de mí.
―Sí, hermana ―dijo Alex un poco enojado, algo raro de ver. Le lanzó una mirada a Adrián y se fue junto con él.
―¿Qué...? ¿Qué crees que haces? ―le pregunté. Me pasé las manos por el pelo, frustrada, intentando pensar con la cabeza fría. Ví cómo sonreía maliciosamente y decidí interrogarla en otro momento. Me controlé, para no golpear a nadie, y me largué de ahí.
Seguía sin creerlo.
¿Cómo Adrián se había atrevido? No lo concebía.
El día de hoy habían pasado tantas cosas que me llenaban la mente de ideas tan locas, que pensé que lo mejor que debía hacer era desconectarme de todo. Escuché como sonaba la campana que indicaba que ya el colegio había terminado, recogí mis cosas y me dirigí a casa.
Salí rápidamente de la escuela, despidiéndome del portero que conocía desde que tenía memoria, y emprendí el camino.
Mi casa no se encontraba muy lejos de ahí, pero tampoco estaba cerca, lo cual me permitiría pensar un poco sobre lo sucedido.
Joshua.
Adrián.
Yo.
¿Por qué?
Este no era un momento óptimo para sacar unos audífonos y ponérmelos mientras caminaba al ritmo de la música, como las películas, si hacía eso me iba a distraer y, mientras cruzaba alguna calle, algún auto podía chocarme.
Y no quería más problemas por el día de hoy.
Me pregunté por Jane, y en donde podría estar. Cuando la había dejado sola (o perdido, más bien) había estado junto con Adrián.
Adrián.
Imbécil. ¿Cómo se le ocurría hacer eso?
La mayor parte del tiempo él era un idiota, pero nunca había llegado a este punto. Era inadmisible, inconsiderable, horrible, estrepitoso, inconcebible.
Todo eso y más palabras que empezaran con ''in''.
Suspiré y seguí mi camino, tratando de calmarme y no ceder ante la tentación de tratar de encontrar a Adrián y repetir lo que estaba diciendo sobre él. Después de todo, Alex se iba a encargar. Y si Alex estaba molesto, no eran las mejores noticias del mundo, o buenas noticias en general.
Eventualmente, llegué a casa, abriendo la puerta y dejando mis cosas en el piso cerca de la entrada. No estaba de humor para ser limpia y pulcra, pero nunca había sido mi fuerte de todos modos.
Fui a mi cuarto y desde que llegué, me acosté en la cama, mirando hacia el techo. ¿Qué mosca le picó a Adrián para hacer tal cosa? Era pura y clara traición a los ideales de los Williams. O, al menos los ideales míos, pero aún así era traición.
Ya que no estaba en peligro de ser atropellada por un auto, me puse los audífonos y comencé a escuchar lo que podía ser descrito como ''música de persona que fue traicionada por su hermano mayor e intenta no golpearlo hasta que no se pueda levantar''. Era la mejor forma de pasar el rato, además de insultarlo mentalmente.
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Problemas En La Secundaria Bravoure
Genç KurguJane Clark y Amelie Williams tienen la relación de amistad más rara en la existencia, o tal vez no. Jane es callada, tímida y cerrada. Mientras que Amelie es bastante extrovertida y le gusta gastar bromas a diestra y siniestra. Jane siempre debe sac...