Una rosa falsa [Willena]

Un error... ¿O no?

Daphne comenzó a arrepentirse de haber besado a Ryan cuando él intentó quitarle los lentes para ver su rostro.

Pero ella tomó sus manos y las dejó en su cintura.

Envolvió sus brazos en el cuello de él y se dejó llevar.

Ninguno de los dos había besado a nadie jamás, y no sabían cómo era...

Daphne estaba disfrutando mucho, a pesar de saber que estaba mintiendo a su mejor amigo y si llegaba a enterarse no volvería a hablarle jamás en su vida.

No sabía por qué... A ella le gustaba otro chico... Diablos...

Temía que cualquiera que conociera a Philippa los viera allí, ya que sería un problema enorme para ella... Aunque se lo merecía por usar a Ryan como si fuese su tutor personal.

Acarició la nuca de su amigo y sonrió tímidamente.

Ryan, por su parte, no estaba muy feliz... Había creído que Philippa le gustaba... Hasta ese momento.

Comenzó a pensar en otra persona. En otra chica que le gustaría estar besando. En Daphne.

Pensó en su estúpido enojo y en que quizás la había herido.

No es que no le gustara la sensación de ese beso... Pero él preferiría que Daphne estuviera allí, riendo por sus tonterías y regañándolo por ser un idiota... Y luego abrazándolo...

Eso era un error... ¿O no?

No. Besar a Philippa no era un error, porque le permitió ver su verdadero error.

Sus sentimientos no eran hacia Philippa. Eran hacia Daphne.

Estaba... Vaya, se había enamorado de su mejor amiga.

Debía detener aquel error pronto.

Se separó con suavidad de la chica vestida de rosa.

Ella se había sonrojado.

-Escucha, Ryan. Eres un chico genial, pero... Pero conozco a alguien... Y...

A Ryan la noticia no lo afectó en lo más mínimo. Había desperdiciado su primer beso con alguien que no era la persona indicada.

-Está bien. Escucha, supongo que no me tomarás de cretino... Pero creo que no me gustas.

Daphne se quedó de una pieza.

-¿Cómo?

-Pues... Cuando vine a verte, creí que... Que me gustabas, pero ahora... Creo que siento algo por alguien más...

-¿Por quién?-Preguntó Daphne con el corazón en la garganta.

-Por... Por Daph.

Ella palideció y tuvo que apoyarse contra la pared para no caerse al suelo.

-¿Daphne?

-Sí... Yo... Supongo que sólo puedo dedicar mis poesías a ella.

Daphne sintió un cosquilleo agradable en el estómago.

Se mordió el labio inferior para contener una sonrisa.

-¿No estás enfadada?-Preguntó Ryan para romper el silencio.

-No. Ya te lo dije, tengo novio...

-Podemos seguir siendo amigos.

-Por supuesto que sí.

Daphne besó la mejilla de Ryan y salió corriendo.

-Nos vemos mañana en la escuela. ¡Gracias por la tarea!