Fourteen [Vkook].

Parte 14.

¿Creían que a partir de ahora todo iba a ir perfectamente? JAJAJAJAJA, sí, claro.

A esto me refería con que las cosas se iban a poner interesantes.

*Narracion omnipresente.*

Taehyung dormía plácidamente en su cama. Así fue, hasta que su sueño fue interrumpido por los hiperactivos gritos de sus hermanos. Sabiendo que no podría volver a conciliar el sueño, salió de su cama, quejándose para sí mismo.

Pensó en el día anterior, y dejó de quejarse. Es más, comenzó a pegar grititos agudos y a dar saltos por toda la habitación.

Lo que él no sabía, era que la persona en la que él pensaba estaba viviendo una pesadilla.

Entró a la cocina con una gran sonrisa, y tomó una caja de jugo para desayunar. Sirvió el jugo de ananá en un gran vaso de vidrio, aún con su rectangular sonrisa plasmada en su rostro.

—¿Por qué sonríes tanto? —le preguntó su hermana menor, mirándolo alzando una ceja.

Taehyung quería decirle, quería contarle lo que había pasado y que estaba saliendo con alguien, pero sabía que la chismosa de su hermana se lo diría a toda su familia, y sería en cuestión de tiempo para que el país entero se enterara de que Kim Taehyung estaba saliendo con un chico.

Puso su gran mano en la cabeza de su hermana y le despeinó el cabello, recibiendo un puñetazo en el estómago por parte de esta como respuesta. Pese a que le había dolido, no quiso admitirlo, y le sacó la lengua.

Mientras terminaba su bebida apoyado en la mesada, su madre entró a la cocina con un teléfono en su mano derecha.

—¿Tae? Quieren hablar contigo.

Taehyung intentó convencerse a sí mismo de que no iba a ser él, podía ser cualquier persona, pero le fue imposible.

Tomó el teléfono de la mano de su madre y contestó:

—¿Kim Taehyung? —preguntó una voz al otro lado de la línea, y el mencionado se decepcionó al no oír la voz de quien esperaba.

—¿Sí? —respondió, intentando ocultar su decepción.

—Hola, le hablamos del hospital.

¿Del hospital? ¿Quién podía llamar del hospital?

Comenzó a inquietarse.

—¿Pasa algo?

—El señor Kim Seokjin nos dio su número para comunicarse con usted. Bueno, queríamos informarle que...

Taehyung dejó de oír. No estaba seguro de querer oír. Cerró sus ojos con fuerza y no los abrió hasta que la voz preguntó:

—¿Señor Kim?

—Sí, lo siento. ¿Qué dijo?

—Queríamos informarle que el señor Jeon Jung Kook se encuentra internado aquí por lesiones propinadas por su padre la noche anterior. Su amigo y la madre del chico lo trajeron hasta aquí después de encontrarlo en su casa en estado crítico.

El vaso de Taehyung cayó al suelo, rompiéndose en pedazos. A continuación, fue él el que cayó al suelo, clavándose más de un vidrio en las piernas. Pero no le importó el dolor. No le importó comenzar a llorar desconsoladamente. No le importó que el teléfono cayera al suelo.

Nada importaba, si Jungkook estaba en el jodido hospital.

Su madre, que había observado cómo su hijo contestaba la llamada desde la puerta, se apresuró a levantarlo, gritando histéricamente debido a que las piernas de su hijo habían comenzado a sangrar demasiado.