Parte 13.

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*Narra Jungkook*.

Me encontraba abrazando el brazo de Taehyung. Hace unos meses, eso hubiera sido completamente incómodo y vergonzoso para ambos, pero en ese momento era más que normal.

Ninguno decía ni una sola palabra, sólo nos dedicábamos a disfrutar el tiempo juntos. Se había transformado, en realidad, en mi actividad favorita.

La verdad era que Taehyung me gustaba. Mucho. Y yo a él. No teníamos una relación romántica, y no pasábamos más allá de abrazarnos y, de vez en cuando, dormir juntos.

Habían pasado 3 meses desde que ambos habíamos confesado nuestros sentimientos hacia el otro, después de una gran pelea a la cual ninguno quería recordar en aquél precioso momento.

Acaricié, con las yemas de mis dedos, la bronceada piel de Tae. Todo en él me parecía tan perfecto, joder. Era simplemente maravilloso, él era mi todo, mi adicción. ¿Cliché? Lo es. Pero realmente, aunque sea por una sola vez, yo quería ser normal.

Únicamente con él a mi lado.

Taehyung retiró la mirada de un punto fijo en el horizonte para verme a los ojos. Sonrió, mostrándome su hermosa sonrisa cuadrada y sus alineados dientes.

-¿Cómo estás? -preguntó.

-Perfectamente -respondí.

Él sólo asintió, y reposó su cabeza sobre mi hombro.

-Te amo mucho. Lo sabes, ¿verdad?

-Lo tengo grabado en mi memoria.

-Eres muy tierno.

-Y tú muy guapo.

Se echó hacia atrás para tomar mi cara entre sus grandes manos, haciendo que mi rostro pareciera pequeño.

Se mordió el labio, y se veía tan jodidamente bien, dios.

Su áspera voz inundó mis oídos. ¿Acaso él estaba... cantando?

Al parecer así lo era, porque la forma en la que sus labios se movían y su voz sonaba iban en armonía.

Old friend, why are you so shy?
Ain't like you to hold back or hide from the light.

Su voz era jodidamente grave, pero demasiado aguda cuando así él lo quería. Casi me echo a llorar por oírle, porque por el simple hecho de que él me estuviera confiando algo tan personal como oírle cantar simplemente se me hacía irreal. Como un sueño.

Sonreí. Él cantaba mirándome, y en cierto punto me tomó de las manos.

Cuando hizo la nota final, deposité un beso en su mejilla. Él sonrió, algo que se me hacía sumamente tierno.

-Bueno, creo que te lo debía, ¿no?

-No me debes nada, yo soy el que te debe el mundo y mucho más a ti.

-Oh, no sabía que podías ser cursi. Eres muy bonito siéndolo.

Quería replicar, pero no estaba en mis intenciones arruinar la atmósfera. Simplemente reí suavemente y le acaricié la mano.

-Jeon Jung Kook, eres perfecto.

-No lo soy.

-Sí lo eres. ¿Sabes? Quiero llevarte a algún lado.

-Sólo si yo invito.

-De ninguna manera. Mis planes incluyen que yo pague.

-Yo ya tengo dinero.

Fourteen [Vkook].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora