Parte 2.

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El resto del día evité a Jimin. En el último recreo volví al mismo lugar, y me quedé recostado, escuchando música. Taehyung ya no estaba en las escaleras esta vez, lo que era un alivio.

Cuando el timbre de salida sonó, sentí un profundo alivio. Ya era hora, pensé. Me quedé unos minutos más para asegurarme de que todos se fueran. Cuando salí al patio principal, ya estaba vacío.

Salí del instituto y caminé hacia mi casa. ¿Por qué yo tenía que ser así? Solo tenía catorce años, pero mi vida ya era un desastre. Todo se había arruinado, y yo era consciente de ello.

Cuando llegué a mi casa, mi hermano ya no estaba, afortunadamente. Mi madre estaba almorzando en la cocina, y me miró con expresión de preocupación.

-¿Cómo te fue, cielo?

No dije nada, solo mantuve una expresión en blanco. Ella asintió y bajó la vista, y yo me dirigí a mi cuarto.

Agarré una de las navajas de mi colección, e hice una línea en la pared que daba al respaldo de mi cama. Ya había cientos de líneas, que repetían un orden. Cada una significaba que algo se estaba por ir a la mierda o directamente ya lo había hecho. Mis padres se podrían haber quejado, pero si se quejaban de todo lo que les molesta de mí, pasarían el resto de su vida haciéndolo.

Me tiré sobre la cama y me saqué el suéter. Aunque estar sólo de camiseta me daba frío, me relajaba. Saqué mis auriculares del teléfono y puse Stressed Out, de Twenty One Pilots. Puede llegar a sonar algo cliché. Era mi banda favorita, y aunque la gente la viera como una banda sobre valorada, realmente estaba malinterpretada. No se les daba el sentido a las canciones que realmente se les querían dar.

Me quedé mirando al techo un largo rato, hasta que me di cuenta que no había comido nada en todo el día. Bajé a la sala de estar, donde estaba mi madre, escribiendo cosas en un cuaderno. Decidí no meterme, y fui a la cocina. Tomé la fuente de frutas y lavé una manzana. La comí, apoyado en la mesada. Recordé las cosas que habían ocurrido en el día y sonreí sarcásticamente. Cuántas cosas habían comenzado de la misma manera, pensé.

Me lavé las manos y vi en el reloj que ya eran las 21:40. No sabía que había pasado tanto tiempo acostado. Aun así, me cepillé los dientes y subí a mi habitación. Tomé uno de los cuadernos y leí lo que habíamos dado en clase. En Biología, cuerpo humano. En Matemática, seno y coseno. ¿Por qué se esfuerzan en enseñarme cosas que nunca voy a entender en mi maldita vida? En Ciencia... idioteces que a decir verdad no me importaban, y en el resto de asignaturas eran más cosas que no me servirían para nada. Aprender las funciones de las cuerdas vocales no me sirvieron para que mi vida fuera mejor, de todas maneras.

Me quedé dormido tiempo después, cuando la lista de reproducción terminó.

Cuando abrí los ojos, vi que mi reloj decía 5:26 a.m. Oh, qué raro. Últimamente me levantaba demasiado temprano. Lo peor quizás era que estaba soñando demasiado, con cosas de mi pasado o conversaciones que tenía miedo a tener. Eran alguna clase de pesadilla, pero ya estaba acostumbrado a que las cosas relacionadas con mi vida lo fueran.

Abrí mi móvil y entré a mis redes sociales. No era raro no tener notificaciones excepto de grupos, porque nunca interaccionaba con nadie, y nadie conmigo. Tenía Instagram, pero ni siquiera yo sabía para qué, porque solo subía fotos de paisajes, en lugar de selfies y esas cosas que los adolescentes "normales" hacen, así que decidí desinstalar la aplicación.

Después de quedarme al día con todos los videos de mis youtubers favoritos, ya eran las 6:30. Me levanté y me fui a bañar, porque había dormido con los jeans puestos.

Fourteen [Vkook].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora