*Punto de vista de Taehyung*.
Jungkook ya había salido del hospital hacía unos días. La policía había decidido mandarlo a un hogar para adolescentes, con el cual el chico decía estar "conforme y nada más que conforme". Lamentablemente, no lo dejaban invitar a personas, y solo podía salir los sábados por dos horas. A ambos nos parecía injusto, pero las reglas eran reglas.
Era lunes, el día de la reintegración de Jungkook. Me encontraba en clase, porque fuera estaba demasiado frío como para mantenerse allí. Estaba leyendo apuntes, pese a que realmente ya sabía todo lo que había escrito allí. Tenía la cabeza de lado, mirando las hojas pasar, aunque sin prestarle mucha atención. Todavía quedaban quince minutos, pero ya casi todos estaban allí. Jimin estaba en el fondo del salón, inmerso en su celular. Yo había querido hablar con él, pero él decía querer "estar solo". Debido a su mirada de enojo, me alejé. Y créeme, Jimin da miedo cuando te dirige una mirada así.
Sentí una mano en la cabeza y subí la mirada. Jungkook estaba sentándose a mi lado, con una sonrisa. La sonrisa de Jungkook era increíble. La primera vez que la había visto me había prometido que la tenía que ver más a menudo. Y ahora estaba allí, sonriéndome a mí.
Lo miré, y el chico me devolvió la mirada encogiéndose de hombros.
—¿Qué? —pregunté.
—Nada. Solo es que no sé que decir. Y por favor, no me hagas decir pez.
Fruncí el entrecejo, sin entender lo que decía.
—Olvídalo, una pésima broma de Jimin. A propósito, ¿dónde está?
Lancé una mirada disimulada hacia Jimin, y Jungkook la siguió.
—Dios mío, parece a punto de matar a alguien.
—Lo sé, es mejor no molestarlo cuando está de mal humor.
Jungkook me miró.
—Tú de mal humor das más miedo.
Reí.
—¿Ah sí?
—Sí. Aunque no de la misma manera, sino que tus palabras parecen demoler todo a su paso.
Hice una mueca y agaché la cabeza.
—Perdón por lo del otro día. A veces no puedo controlar mis... es decir, a veces no puedo controlarme.
Jungkook tenía una especie de mirada entre confusión y satisfacción.
—Ibas a decir otra cosa. No sé exactamente qué, pero ibas a decir otra cosa.
—No soy bueno hablando. Me confundí, eso es todo.
El chico puso los ojos en blanco, pero sonrió.
—Me gustaría quedarme todo el día hablando, en lugar de tener matemáticas...
—¿Qué es lo malo de matemáticas? —pregunté.
—Son difíciles. Y estúpidas. La mayoría de las veces no sirven para nada.
—Sí que lo hacen. Y no son difíciles, solo necesitan de mucha atención y de...
—Ser lo suficientemente tonto para que te gusten.
Fruncí el entrecejo y dirigí mi cabeza hacia él.
—¿Acaso crees que soy tonto?
Jungkook rio.
—Con esa carita me es imposible decirte tonto.
Le pegué un manotazo en la espalda.
—Con ese pelo me es imposible no pegarte. ¿Por qué no te peinaste?
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Fourteen [Vkook].
Fanfic❝No one can hurt you now❞. ©damdann, 2018. All rights reserved. Prohibida su adaptación, continuación o plagio.