Anna arde por Sebastian Stan, pero las circunstancias la han forzado a mantener las llamas encerradas profundo en su corazón o en otras partes de su anatomía por tres años. Los jefes espectaculares como para caerse muerta sólo se enamoran de sus asistentes administrativas en las películas ¿verdad? Además, ella es toda curvas y simplona, nada que ver con las impecables y cultivadas hembras en este mundo. Sin embargo, ningún otro hombre ha existido para Anna desde que ella conoció a Sebastian . Todas sus fantasías eróticas giran en torno a la merced de este poderoso hombre y su sexy y dominante voz
Cuando Sebastian vende Stan Music Record, Anna esta con el corazón roto y segura que sus fantasías jamás se harán realidad. Pero cuando ella recibe una misteriosa invitación, su vida cambia para siempre.Con una mirada nostálgica, Anna puso un codo sobre el escritorio, colocó su mentón sobre su mano y estudió a Sebastian Stan mientras él hablaba con el vicepresidente de la compañía. Los dos hombres estaban entablando una conversación, inconscientes de su patética expresión.
¡Gracias a Dios! Ella moriría en el acto si el Sr. Stan pudiera leer en su cara cuanto lo deseaba. Cuanto lo amaba. No era que eso importara ya. Ella aún no podía creerlo. Sebastian se marchaba, el presidente y dueño de Stan Music Record había vendido la compañía y hoy estaba entregando, formalmente, las riendas a Jhon Gil
Después de tres años de ser la asistente personal de Sebastian, Anna se encontraba con un nuevo jefe. Y el hombre del que se había enamorado años atrás, estaría saliendo de su vida para siempre. No es que él alguna vez haya sido más que profesional con ella. No es que alguna vez haya mostrado la más leve inclinación de que pudiera estar interesado personalmente en ella.
En ocasiones, él le había dado sonrisas de aprobación que le habían derretido el corazón, pero eso era todo. A veces él se había inclinado sobre su hombro para revisar sus notas y ella casi había gemido en voz alta por la sensación de su tibio aliento contra su cuello. Cuando le tendía un documento o un archivo, sus dedos se frotaban levemente y ella había sentido una descarga de electricidad desde la raíz de su pelo hasta las uñas de sus pies. Pero Sebastian jamás dio ninguna señal de que sintiera algo en absoluto.
Suspiró de nuevo mientras seguía estudiado su perfil. Por supuesto ella probablemente no era su tipo, sin embargo nunca conoció a ninguna mujer con la que él pudiera estar saliendo. Ella era pequeña en altura con un cuerpo bien formado con las proporciones correctas para no parecer extravagante ni insignificante pero siempre con una personalidad tímida, eso podía resultar poco atractivo. Mantenía su cabellera hacia atrás con un broche y usaba trajes conservadores de trabajo cuando estaba en la oficina. Ella era de la clase trabajadora y el, bueno él era un dios.
Rumano por nacimiento Sebastian, gran parte de su juventud al haber alcanzado gran fama y fortuna en su desarrollo como artista gracias al apoyo de sus hermanos, ahora sus hermanos y él se encargaban de diferentes ramas del arte en todos los campos posibles , agradecido por lo que había logrado,la mayor parte de su vida había tratado de encontrar a la mujer correcta pero parecía no tener suerte. Todavía tenía ese acento sexy, producto de haber vivido un tiempo en el extranjero muchos años y cuando hablaba sus pezones de Anna se ponían duros automáticamente y sólo sus trajes de negocios evitaban que él notara los apretados brotes clavando contra la suave tela de su blusa. El hombre tenía un buen 1,82 de alto con anchos y poderosos hombros. Estaba construido como un jugador profesional de basquetbol, delgado y musculoso. Un hombre hecho para la velocidad y el sexo.
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Failed Sweet - Adaptada
FanfictionLa señorita Anna Smith ha vivido tres años enamorada de su jefe el señor Stan quien nunca ha mostrado más que la caballerosidad que demanda una buena relación de trabajo. Sin Embargo, cuando Sebastian vende finalmente la compañía ella siente que es...