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  Mientras Sebastian conducía a Anna hacia la pista de baile, no podía creer cuan duro estaba por ella otra vez. Cuando ella lo había tomado por primera vez profundo en su garganta, le había tomado toda su fuerza de voluntad para no correrse en el acto. Ella se vio tan seductora, la cadena de diamantes brillando entre sus pechos mientras ella hacia rodar sus pezones entre sus dedos pulgar e índice... siguiendo sus órdenes.

Y demonios, su boca había estado tan caliente y dulce que lo había vuelto loco de necesidad. Sólo verla mirándole hacia arriba con esos increíbles ojos zafiro mientras él follaba su boca, casi lo envía sobre el borde el momento en que ella deslizó los labios sobre su pe*ne.

Una canción lenta estaba sonando cuando Sebastian la guió en la pista de baile y la trajo a sus brazos. Ella puso las manos sobre sus hombros y él puso las suyas sobre su cintura, acercándola, de manera que su pe*ne presionaba contra el vientre de ella. Anna se sintió tan bien dentro de su abrazo, la calidez de ella, el suave cuerpo de ella contra el suyo.

Anna era pequeña, su cabeza sólo alcanzaba su pecho y Sebastian tenia que inclinarse hacia abajo para acariciar con su nariz la parte superior de cabeza de ella. Él respiró el suave y dulce perfume de Anna, una mezcla de flores y naranja junto con su aroma único de mujer. El suavemente le frotó la cintura con sus pulgares, disfrutando la sensación de esas curvas bajo sus manos.

A pesar de que conocía a la mayoría de las personas que acudían al establecimiento, Sebastian ignoró a todo el mundo alrededor de ellos y se concentro en la deliciosa mujer en sus brazos. Adoraba la forma en que ella se apretaba contra él, la forma como sus pechos delicados y suaves se apretaban mas contra su torso. El podía sentir la cadena para pezones a través del satín de su vestido y eso hacia endurecer mas su pe*ne, el saber que ella estaba usando su símbolo de propiedad, la marca de su reclamo sobre ella.

Realmente ella le pertenecía, en alma y corazón.

- Eres la mujer más linda de este lugar. -Él murmuro sobre su cabello.

Anna le dio una mirada de alegría mientras ellos se movían al lento ritmo.

- Y tú dices las cosas más sexys.

Él se rió y deslizó una mano desde su cintura hacia un bolsillo de su chaqueta y encendió el vibrador. La mirada de Anna se disparó hacia él inmediatamente, sus mejillas se sonrojaron y su cuerpo se tensó en lo brazos de él.

- Sebastian. –Ella se mordió el labio inferior y se retorció contra él, presionando duro contra su pe*ne.- Dios, no puedo aguantar mucho más de esto.

- Lo harás, mi dulce. –besó su pelo y sonrió. Él adoró que el dispositivo estuviera vibrando contra su clítoris, haciéndola que se mojara por él. Él sólo anhelaba, en cambio, poner su boca allí, lamer sus pliegues y saborearla completamente.- Tendré que castigarte otra vez si te corres. ¿Te gustaría eso?

Anna gimió contra él y enterró los dedos en la chaqueta cubriendo los hombros de Sebastian

- Estoy tan cerca Sebastian, -ella susurró- estoy a punto de acabar.

En respuesta, Sebastian  bajó la cabeza y capturó su boca. Su cuerpo tembló y gimió mientras él le mordía el labio inferior. Y cuando Sebastian metió la lengua en su boca, ella dio un pequeño grito dentro de la boca de él y su cuerpo se estremeció contra el de él. Sebastian pudo sentir las olas de su orgasmo mientras la besaba largo y profundo.

- Para, -ella suplicó cuando él dejo de besarla, su cuerpo todavía temblando con réplicas, un mini-orgasmo tras otro- por favor. Es demasiado.

Sebastian le dio una fingida mirada de reproche mientras alcanzaba su bolsillo.

- Ahora te has ganado otro castigo, mi querida y traviesa niña.

Él apagó el dispositivo y ella quedó lánguida contra él dando un pequeño gruñido.

- Tú no juegas limpio Sebastian Stan

Sebastian se rió suavemente y se inclinó hacia atrás para así poder mirar sus mejillas sonrosadas y sus ojos que tenían esa mirada de recién-ser-follada. Sólo que él no la había follado... aun.

- Vámonos -dijo él, de repente sintiendo una urgencia de tenerla a solas, ya- tengo que tenerte.  

Failed Sweet - AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora