Failed Sweet - Adaptada

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Maratón 2/3

La cara de Anna ardió más cuando se dio cuenta que Leticia habría estado escuchando fuera de la sala de copias.

- ¿Hay algo que pueda hacer por usted Srta Sahagun?

La mujer cepilló una pelusa imaginaria de la manga de su perfectamente diseñado traje negro.

- Ya no desperdicies más el tiempo de Sebastian haciéndote la tonta.

Con eso "La malvada bruja de Oeste de L.A." giró sobre sus tacones y se dirigió hacia el hall, presumiblemente hacia su propia elegante oficina.

Se hundió en su asiento y apretó las copias en su mano. ¡Perra, perra, perra!

Ella miró hacia la oficina vacía de Sebastian. Mañana la mudanza traería las pertenencias de Jhon a la lujosa oficina y ella sería oficialmente su asistente.

Las palabras de Leticia quemaban en sus oídos y Anna ansiaba un tip para limpiarlas inmediatamente. En vez de desanimarla de contactar a Sebastian, la cizaña de Leticia sólo la cabreó.

Lina tenía razón. Debería contactarle a Sebastian. Tenía el número de su celular y el de su casa. No haría ni un maldito daño pedirle salir a tomar un copa. Ellos habían sido compañeros de trabajo y amigos lo suficiente como para simplemente decirle que le gustaría que salieran juntos a tomarse una bebida de despedida. Si eso da lugar a algo mas...

Ella metió las copias dentro de una carpeta de archivos y agarró el teléfono inalámbrico antes que sus nervios y las dudas pudieran con ella. Con dedos temblorosos marcó el número celular de Chris, un número que había memorizado mucho tiempo atrás. Justo cuando e teléfono comenzó a sonar, ella reparó en algo apoyado contra la fotografía de su familia.

Era un sobre con Anna estampado en dorado sobre el cremoso blanco de la superficie.

Ella puso el teléfono devuelta en su base y tomó el sobre. Estaba abultado y pesado, obviamente por el costo papel. La curiosidad la inundó mientras lo giraba. Cera dorada sellaba el sobre con un símbolo que ella no reconoció. Rompió el sello, abrió lentamente el sobre y sacó una única hoja del mismo costoso papel. El papel estaba doblado por la mitad y cuando ella lo desplegó, su corazón comenzó a palpitar.

Sobre la blanca superficie una simple palabra estaba estampada:

"Nos vemos esta noche"