29.Pérdida.

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Inés.

La palabras de mi padre fue lo ultimo que escuché antes de ver como se esfumaban las figuras de el chico con la niña, los que apenas recordaba sus rostros. Ni siquiera me acordaba de quienes eran ni de que hacían en mi sueño.

Abrí los ojos en medio de una habitación oscura. Apenas había luz salvo la que entraba por la ventana de una de las farolas de la calle.

Me sentía débil, sin fuerza, me costaba respirar como en mi pesadilla. No sabía cuanto tiempo he estado en coma pero apenas lo noté.

Volteé la cabeza hacia mi derecha. Tenía una vía inyectada en el brazo que me daba un suero. Al final de la habitación vi a una persona tumbada en un sillón bajo la ventana.

Volteé mi cabeza hacia la izquierda al notar que algo me agarraba de la mano.

-AAHH- Grité como primera impresión.

Al instante se despertaron los dos chicos de golpe y segundos después entraron unas enfermeras.

-¡Inés!- El chico de la camilla de al lado gritaba mi nombre.

¿Cómo cojones se sabía mi nombre si era la primera vez que lo veía?

-¡No me toques!- Aparté la mano bruscamente.

-¿Inés? SOY YO.- El chico levantaba la voz a la vez que el otro solo miraba.

-Nos la llevamos a hacer unas pruebas.- Las dos enfermeras dijeron al chico, pero no entendía por que se lo decían a él.

...

Óliver.

¿Qué acababa de pasar? ¿No me recordaba?

Un doctor entró por la puerta alrededor de las 9 de la mañana con una carpeta azul.

-Buenos días.- Dijo en un tono monótono. -He de daros una mala noticia.

Se me hizo un nodo en la garganta en cuanto escuché esa frase.

-Esto va a ser duro de oír, pero es la verdad. Inés ha olvidado todo lo que ha pasado en los últimos 6 meses. Es consciente de su estancia en este país, ya que sabía que la beca le llevaría desde antes pero no recuerda haber llegado. No os recuerda a ninguno de aquí...- Según iba hablando iba sintiendo una presión en el pecho que me hundía.- Está agobiada y no podemos hacer nada para que recuerde las cosas. Solo hay que esperar y rezar por ella.

Acto seguido se levantó y se marchó.

-No puede estar pasando esto...- Dije en un pequeño suspiro.

Últimamente eran todo malas noticias, y no paraban de llegar. Me sentía en la mierda.

Llegaron las enfermeras con Inés un poco más tranquila.

Nos quedamos en silencio todos. Por un buen rato no podía parar de pensar en el momento que compré los billetes para volar.

Mi hermano se tuvo que ir dejándonos a solas hasta que llegase Sydney.

-¿Cómo te llamas?- Me preguntó Inés con apenas fuerzas.

-Óliver...- Respondí con dolor al saber que no se acordaba ni de eso.

-¿Qué clase de relación tienes conmigo? Conocidos, amigos...

-Vamos a la misma clase en la universidad...- Dije dolido.- Pero también somos novios, o al menos lo eramos...

Mi respuesta pareció tensarla e incomodarla.

-Para mi eres un completo desconocido, lo siento.

La razón de Oli. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora