Óliver.
No podía dormir nada. Me sentía atraído por Aleisha, pero aún sentía a Inés. Era como si tuviese un conflicto interno.
Si anteriormente decía que Inés era el amor de mi vida, ¿cómo puedo estar atraído por Aleisha de tal manera?
...
Llegué a clase con más tiempo de lo normal, así que decidí ir antes a la cafetería a por un café.
Estaba esperando cuando alguien me dio un toque por la espalda.
-¡Buenos días!- Dijo inés enérgicamente.
-Buenos días.- Dije sonriendo.
Empezamos a hablar por un rato como lo hacíamos el primer día que nos conocimos. De temas de actualidad, del pasado antes de llegar a la universidad. Era como antes, pero sin sentimientos a penas.
Ya no me sentía incómodo al estar simplemente cerca de ella. Y tampoco me afectaba el que ella ya no quisiera.
Le volví a contar mi vida de antes de conocerla, de mi familia, amigos, procedencia y todo aquello de lo que hablé con ella ese primer día.
Fui a clase un poco antes que ella para acomodarme. Abrí mi portátil para los apuntes y el resto de cosas que tenía ahí.
Giré mi cabeza hacia Inés al ver que venía, pero la notaba diferente. Tenía la vista perdida y andaba de manera lenta.
-¿Estás bien?- Pregunté algo preocupado. No me respondió. -¿Inés?
-Eh, sí.
A la salida me encontré con Aleisha. Ambos íbamos de vuelta a casa.
-¡Hey! ¿Te parece si vamos a cenar hoy?- Me preguntó con su radiante sonrisa.
-Claro.- Definitivamente necesitaba salir un día, después de las vacaciones que he tenido una cena es como una fiesta para mi.
Llegamos a casa para prepararnos y como a las 19:00 salir para el restaurante.
-¿Estás lista?- Grité esperando una respuesta.
-¡Dame dos minutos!
-¿A que viene tanto alarido?- Dijo Sydney saliendo de su habitación.
-Vamos a cenar Aleisha y yo.- Dije con una sonrisa pícara que me salió inconscientemente.
-Pasadlo bien.- Syd me guiñó un ojo y volvió a su habitación.
Me quedé callado por un momento. ¿Qué acababa de pasar? Yo mismo insinúe algo que ni yo sabía que era.
-Ya estoy.- Dijo Alesha saliendo de su habitación.
Me giré para verla. Apenas pude hablar al ver su vestido.
Era corto y blanco que hacía un contraste perfecto con su pelo.
Y yo simplemente con una camiseta gris y negra y mis típicos vaqueros.
-Wow, estás genial.
-Tu también.
Iba de camino a la parada cuando Aleisha me agarró de mi muñeca para girarme.
-¿Y si vamos en mi coche?- Me preguntó sacando las llaves y moviéndolas agarradas por la anilla.
Pulsó un botón y un audi gris parpadeó sus luces intermitentes.
-Pedazo coche.- Dije abriendo la puerta y acto seguido entrando.
-Regalo de cumpleaños.
-No sabía que tuvieses el carné.- Dije mirándola.
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La razón de Oli. [COMPLETA]
RomansaOliver Málaga es un chico de 18 años que empieza su primer año en la universidad. Es un chico español, cuyos padres tienen grandes cantidades de dinero. Se encuentra actualmente en Los Estados Unidos, en el estado de Colorado. Mientras que su famili...