18.Pánico, presión.

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-¿Entonces te vas el viernes después de la universidad?- Sydney preguntó confusa.

-Si, y nos pilla el puente de noviembre hasta el martes.- Respondí.

-Ya que estás en la calle, ¿podrías comprar algo para cenar?

-Claro, ¿chino o indio?

-¡Chino!- Respondió cual niña pequeña.

-No se ni para que pregunto.- Colgué y fui a por la comida antes de llegar a casa.

Mientras esperaba a que hicieran la comida estuve pensando en que hacer durante los días que estaríamos.

Podríamos visitar Virginia Beach un día, o ir a la capital del país.

Llegué a casa y cenamos.

-¿Y por qué de repente vais?

La pregunta de Sydney me caló hasta los huesos.

Dudaba si decirle la verdad o simplemente que era para avanzar en la relación.

-Ee... Emm...

La voz me temblaba demasiado como para hablar con claridad. Me puse a temblar todo, y no era capaz de tranquilizarme.

-¿Tan malo es?- Me preguntó algo preocupada.

Yo solo asentí con la cabeza.

-Si no quieres no me lo cuentes.

Nos quedamos los dos en silencio. Solo se podían oir los ruidos que hacíamos al comer.

Me aterraba el hecho de que tarde o temprano la gente lo sabría.

Sydney estaba bebiendo de su bebida.

-Inés está embarazada...

-Ehckj...- Sydney se atragantó al segundo de decirlo

Me miró con ojos amenazantes mientras terminaba de tragar.

-¿De cuanto?

Su voz tembló.

-6 semanas.- Respondí.

Se quedó callada mirando a la nada. Hacia pequeños movimientos con los labios, como si estuviera contando.

-En el cumpleaños de Tony. ¿Tu primera vez con ella y la embarazas?- Me miraba como si fuera un descuidado.

-Sí, y vamos a ir a casa de mis padres a contarles aquello...

Un golpe sobre la isla me hizo callar.

-¿Estais locos? ¿Vas a presentarles a tu nueva novia con la que llevas poco mas de un mes y les vas a decir que van a ser abuelos? Hay que tener un buen para de huevos para hacer eso.

Me lo soltó y cogió aire. Se quedó mas ancha que larga con ese comentario.

-Me alegra que me apoyes.- Dije en modo de sarcasmo.

-Óliver...

Me hizo fijarme en ella.

-Soy tu mejor amiga y te apoyo en tu misión suicida.

                                  ...

Llegó el viernes. Teníamos el equipaje ya hecho para que al llegar de la universidad nos fuéramos directamente y no perder el avión.

Llegó el taxi, y nos dirigíamos a él.

-No se como se tomaran tus padres esto, pero en cualquier caso, te echaré de menos si no vuelves.- Me dijo Sydney con su sonrisa que decía "Te vas a cagar, pero te quiero."

La razón de Oli. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora