24.Nuevo.

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Estuve todo el día de ayer estudiando para el examen que tengo hoy. La genética no se estudia sola.

En este día que ha faltado Bianca, la casa ha estado mucho mas tranquila que de costumbre.

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Un día, Bianca nos quiso invitar a todos menos a Tony a cenar a su casa una vez terminada la mudanza.

Era un duplex que compartía con un chico llamado Dylan, de nuestra edad pero de la facultad de derecho.

El duplex era precioso, con tres habitaciones, tres baños y una cocina casi tan grande como la nuestra.

Desde que se mudó, se la ve más feliz y más tranquila. Y ella misma nos lo dijo.

El conocer a Dylan fue algo positivo para todos, ya que hicimos un nuevo compañero que estaba un poco solo. Él era alto, delgado, con el pelo corto y muy rubio, ojos verdes y se le veía atlético. De lo que hablé con él, pude ver como era. Era muy tranquilo, su familia vive en Oslo, Noruega. Su padre estadounidense y su madre Noruega. Llevaba aquí solo este año. Tambien estaba de erasmus como Inés.
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Tras unas semanas de intensos exámenes, terminé la primera oleada y hasta después de Navidades no tendríamos más.

Recibimos todos una invitación a la fiesta de Noche Buena en casa de Adam Parker. Si no os acordais, os recuerdo brevemente. Era el influencer que celebró la fiesta de halloween, el cual resultó tener una abierta atracción por ambos sexos.

Estabamos Inés, Sydney y yo en la cafetería de la universidad en nuestro último día del trimestre.

-¿Habeis recibido alguna invitación?- Preguntó Inés.

-Sí.- Respondí sacándola. -Hay que ir con acompañante, y de gala.

Para esta fiesta, Adam quería que todos fuéramos muy elegantes porque iba a estar una fotógrafa de una revista, y muchas fotos serían publicadas para dar más fama a Adam en el mundo influencer.

-Yo no tengo ningún vestido para la ocasión.- Sydney dijo insinuando algo.

-Habrá que ir a comprar de todo, incluido un traje para Óliver.

Os voy a contar un secreto. Odio los trajes, odio los esmóquines y odio todo lo que es súper formal. A mi déjame con mis pantalones informales y mis camisetas simplonas que así soy feliz.

-Decidido. Hoy mismo después de clase avisamos a Bianca y a Tony para ir todos a comprar, y hasta podría venir Dylan.

Pensaréis que a lo mejor es arriesgado, un suicidio o incluso peor que un misil nuclear juntar a Tony y Bianca, pero desde que no se ven diariamente desde que se levantan hasta que se acuestan, se llevan mejor.

Cuando fuimos todos al centro comercial, pude darme cuenta de como crecía el grupo poco a poco.

Para mi fue empezar con Sydney, ya que fue la que estuvo cuando hice la mudanza, despues Bianca y Tony, que llegaron algo más tarde. Conocí a Inés y ahora tenemos a Dylan.

Y recordemos que la casa vuelve a estar abierta para un estudiante mas, por lo que podríamos conocer a más gente.

Las chicas nos obligaron a separarnos para que no viéramos los vestidos hasta dentro de los 2 días que quedaban para la fiesta. Y sin más remedio, los chicos fuimos a una tienda que conocía Tony.

Al entrar era todo tan sofisticado que me dieron arcadas.

Tony fue el primero en ser medido para el traje, así que aproveché para hablar un rato con Dylan.

-¿Con quién vas a ir a la fiesta?- Pregunté intrigado.

-Con Bianca.

Si os soy sincero, veo quimica entre ellos, pero no me lo esperaba para nada.

-¿Te gusta Bianca?- Traté de indagar mas a fondo.

-Prometeme que no lo dirás.- Yo asentí para que me lo dijera. -No sé si para bien o para mal, sí me gusta. Y bastante.

-No sé si sabes que Tony es el exnovio de Bianca... - Dije sin pensar.

Dylan abrió los ojos como dos platos. Y yo así, como si nada.

-¿De verdad?

-Sí.

-¿Por qué lo dejaron?- Me preguntó intentando acorralarme. Y la verdad, me sentía acorralado.

-Pues...- Iba a comenzar a hablar, cuando Tony volvió de tomarse las medidas. Me tocaba a mi. Me había salvado por nada.

Después de que me tomaran las medidas a mi, se las tomaron a Dylan, elegimos el color y nos fuimos.

Nos dijeron de volver mañana a la misma hora para ajustar la americana y llevarnos el traje a casa.

Quedamos con las chicas en la salida del centro.

-¿Y si cenamos?- Sugirió Tony.

-Pero tenemos los vestidos aquí, e ir a cenar con ellos va a ser horrible cargándolos de arriba a abajo todo el rato.- Sydney se quejó.

-Tal vez si Tony tiene el coche podéis dejarlos ahí.- Sugerí.

-Pues o es eso o nada.- Bianca dejó todo claro.

-Óliver. Tú y Dylan buscad sitio en el bufete libre llamado "Worldwide boom!" mientras vamos a dejar las cosas.

Si Tony lo decía se hacía. Y que remedio.

Llegamos al lugar y pedimos mesa para los 6.

Cuando volvieron me levanté con Inés a coger comida. El lugar salía muy rentable. Por tan solo 9,50$ podíamos comer hasta hartarnos.

Cogimos de todo lo que pudimos y más.

Los demás no se quedaban cortos. Yo creo que comimos tanto que nos costaba andar a la salida.

Hamburguesas, pizzas, arroz, fideos, costillas, pollo, sushi... Eran solo una parte de todo lo que comimos.

Después de cenar, cada uno cogió sus cosas y nos fuimos por nuestra parte. Sydney y Tony se fueron a casa; Bianca y Dylan a su casa y nosotros dos a casa de Inés.

Fue llegar a casa y querer tener una noche loca celebrando nuestras pequeñas vacaciones, a pesar de que a la vuelta tendríamos exámenes.

Fue entrar en la casa, activar la calefacción y besar a Inés desenfrenadamente en el salón. Ni habitación ni cama ni nada.

Nos tiramos al sofá. Hoy no estuve mucho tiempo con ella, al menos no todo el que me habría gustado estar.
Con algo tenía que recompensarla.

Nos quitamos la ropa en cuestión de minutos. Hacía algo de frío, pero era por eso también por lo que daríamos calor suficiente el uno al otro.

Dejamos todo en el salón y fuimos a la habitación, y que diferencia.

No me fijé en si hacíamos mucho ruido, pero seguro que los vecinos de arriba y abajo nos escucharon.

Al terminar respirábamos rápido para recuperar el aliento.

-A Dylan le mola Bianca.- Solté de una.

-¿En serio?

No respondí porque no estaba atento a eso. Solo podía pensar en que ya me había deshecho de esa carga.

-¿Hola?- Inés trató de hacerme volver al mundo real.

-Sí.

-No le habrás dicho que su exnovio es Tony ¿no?

Está chica siempre me cazaba, y bien cazado.

Yo solamente me reí por la situación. Era tonto, lo sé, pero un tonto feliz.

-No tienes remedio.- Inés tenía razón, pero así era yo.

Hasta aquí por hoy. Si os gustó no os olvideis de votar.

¡Hasta la próxima! U.U


La razón de Oli. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora