CAPITULO 5: "SOLA"

308 31 6
                                    

CAPITULO 5: "SOLA"

POV KATNISS.

La habitación en la que me encuentro pareciera como si fuera más grande de lo que realmente es, y mi creciente ansiedad no parece ser de gran ayuda en nada.

Camino en repetidas ocasiones frente al espejo de cuerpo completo que hay en un rincón. Mi atuendo no termina de agradarme e incluso me esfuerzo por acomodar la blusa para que no tenga ninguna arruga en ella. Mi cabello castaño pasó por varios estados, primero en una coleta, luego por una trenza y al final suelto, pero ninguno termina de convencerme, siempre hay un mechón de cabello rebelde que termina por arruinarlo, quisiera que esa fuera una excusa perfecta para no salir, pero nada la hará cambiar de opinión.

Durante todo este tiempo llamé a Finnick con la intención de que me ayudara, pero mi amigo no respondió su teléfono, al igual que Johanna. Eso me molestó en gran manera, ellos estaban juntos mientras yo los necesitaba.

—Katniss, apresúrate cariño— la voz de mi madre se escucha al otro lado de la puerta de mi habitación.

—Ya... ya...— suspiro pesadamente con tal de que las palabras salgan correctamente de mis labios— ya voy.

—Vale, pero no tardes. Tu papá nos espera en el hospital— su voz es alegre y la odio por eso.

Está feliz de hacer daño.

Hace una semana papá fue cambiado de habitación y con ello se le permitieron tener más visitas. Desde el inicio mamá me presionó para que fuera a verlo en más de una ocasión, a pesar de que yo le dejé bien en claro mis razones para mantenerme alejada de aquel lugar. Mi madre se mantuvo firme, seguramente por consejos de Sae, para que yo viera a mi padre y argumentó que eso le haría muy bien.

Quise hablar con Finnick en todo este tiempo, pero siempre lo vi ocupado con su celular y lo mismo con Jo. Aparentemente algo estaba cambiando en su relación.

Ya están construyendo muros a su alrededor para alejar a los indeseados.

En más de una ocasión traté de comunicarme con Prim, pero me fue más difícil que otras veces, obviamente estaba en un lugar donde la señal de teléfono no es la mejor.

Esta semana fue la más difícil para mí.

Todo iba en orden respecto a mis horarios, sin embargo no me sentía completamente bien. Mi rutina estaba en su lugar, hasta tal punto de volverse un tanto perfecto, pero siempre había un pensamiento rondando mi mente, pensamiento que nunca alcanzaba a identificar.

Culpa.

Escuché como si fuera un susurro en mi cabeza y de inmediato me esforcé para apartar esa idea. Yo no podía sentir culpa. Ni siquiera tenía razones para sentirla.

— ¡Katniss! — Ahora fue la voz de mi abuela la que se escuchó al otro lado—. Estas a punto de retrasarte y luego vas a lloriquear por tus estupideces. ¡Muévete niña! Tu padre nos espera.

—Ya voy— contesté conteniéndome. No volvería a gritarle como aquella vez. De nada había servido, cuando llegó en la noche actuó como si no hubiera tenido importancia mi arrebato, enviando un mensaje claro: "tus berrinches no sirven de nada. Yo aun tengo mi autoridad sobre ti".

— ¡Muévete!

Reviso mi atuendo una última vez y salgo.

—Por Dios, Katniss, está haciendo calor afuera— mamá replica apenas me ve— ¿no quieres cambiarte la blusa por una de manga corta? —Ella sabe la respuesta. Si me va a obligar a ir a un lugar tan horrible como el hospital, mínimamente debería dejarme ir con la ropa que quiera— el pantalón y tus zapatos están bien, pero deberías quitarte esa blusa.

DETERIORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora