CAPITULO 6: "DESDE EL PRINCIPIO"

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Y al final lo subí antes del viernes jajaj chicos, estas vacaciones me están ayudando mucho con la inspiración, sin duda ya necesitaba descansar. Les pido que lean la nota del final por favor. Sin más, disfruten de capitulo. 

CAPITULO 6: "DESDE EL PRINCIPIO"

POV Katniss

Todo mi cuerpo estaba tan... pesado.

No quería si quiera moverme, pero algo dentro de mí me decía que debía hacerlo. Reconocer mi entorno y hacer lo necesario por mantenerme tranquila. Poco a poco abrí los ojos, el lugar estaba en completa penumbra. Giré mi cabeza hacia mi lado derecho, ahí estaba el aparato que registraba mi pulso cardiaco y el medicamento que me aplicaban por intravenosa.

Te internaron.

El pensamiento amenazó con alterarme pero me obligué a eliminarlo. Debía comenzar a tener autocontrol.

Giré mi cabeza hacia la izquierda y casi dejo escapar un grito por la sorpresa. Alguien se encontraba sentado en una silla junto a la cama, su cabeza estaba sobre el colchón cerca de mi mano, la cual alargué un poco para lograr acariciar su cabello. Sin necesidad de luz ya sabía de quien se trataba.

Finnick había dejado todo con tal de ir a verme. Pudo haber estado con Johanna o con cualquier otra chica, pero no. Él estaba ahí, no me había dejado sola.

Tomé una de sus manos entre las mías y solo así me sentí tranquila. Ya podía dormir un poco más.

...

Un molesto zumbido comenzó a escucharse.

Mi alarma.

Abrí los ojos de golpe, con miedo a retrasarme, pero la realidad me golpeó de lleno. No estaba en mi casa, no era mi alarma y la persona junto a mi no era Finnick.

— ¿Peeta? — murmuré con la garganta seca.

Él no se movió. Aparté mi mano de la suya aun en estado de shock. ¿Cuándo había llegado? ¿Dónde estaba Finnick? ¿En realidad mi amigo había estado conmigo?

No.

Mis ojos se anegaron en lágrimas y un sentimiento me invadió. No quería si quiera nombrarlo, por fortuna no tuve que hacerlo. El chico Mellark comenzó a despertar, entré en pánico y la única salida fue hacerme la dormida. No quería enfrentar la situación que pintaba para ser muy incómoda.

Escuché la respiración de Peeta al despertar e incluso lo escuché maldecir por lo bajo, no supe porque pero quería reírme de ese gesto.

— ¿Hola?... Hum, buenos días... si, ya sé que no estoy en clase pero...— el chico Mellark suspiró— tengo una buena razón para eso. Sí, yo tampoco sabía que iba a faltar, por eso no podía avisarte... no pasa nada— hubo un largo silencio, por un momento creí que Peeta había salido del lugar. Me atreví a espiar, solo para toparme con que se encontraba de espaldas a mí—. Vale, Delly te llamo luego.

Cerré de inmediato los ojos cuando estaba por darse la vuelta. Rogué por que volviera a dormirse y con ello retrasar el momento de hablar. Peeta haría preguntas, aunque me negaría a responderlas antes de que él me respondiera a mí.

Sentí un nudo en la garganta apenas una de las manos del chico de ojos azules se posó en mi coronilla y de ahí bajó por un lado de mi rostro para enmarcarlo. Nunca antes nadie había hecho eso, ni siquiera Finnick.

Escuché que Peeta tomaba asiento de nuevo en la silla e instantes después la cama se sumió bajo el peso de algo. Pronto comencé a inquietarme, era algo externo a mí.

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