CAPITULO 15: "SINCERIDAD"

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CAPITULO 15: "SINCERIDAD"

POV Katniss.

El discurso del maestro Boggs era sin duda hermoso, motivador y te hacía refleccionar sobre el verdadero significado de la carrera. Tenía razón al considerarlo mi maestro favorito desde el inicio. Me decepcionó en gran manera escuchar que él ya no nos daría clases el semestre entrante, yo sería completamente feliz si él impartiera cada materia si podía escuchar sus anécdotas de los casos tratados.

Cuando pidió el proyecto supe que era el fin. Nuestros demás compañeros se apresuraron a entregar y salir cuanto antes, Finnick al conocerme tan bien, esperó a que la multitud se disipara. Al estar frente al escritorio del maestro quise decirle algo sobre su excelente trabajo o lo que me pareció la materia, sin embargo no pude reunir el valor suficiente para hacerlo.

—Mellark, me gustaría hablar con usted— me giré en el momento exacto para ver las facciones de Peeta cambiar radicalmente. Su mandíbula se tensó y lo vi luchar contra el impulso de alejarse.

—Suerte— le dije besando su mejilla para despedirme. Al encontrarme con el rostro de Finnick identifiqué una pregunta, no podía culparlo.

Salimos en silencio, dejando al chico de ojos azules atrás. Mi mejor amigo pasó uno de sus brazos sobre mis hombros y me gustó la cercanía, después de la forma en la que se despidió de mi el día anterior me había angustiado. Era agradable ver que nada cambió en absoluto.

—Entonces, letritas, ¿Quieres ir a desayunar?— Finnick ofreció cuando abandonamos el edificio de clases. No tenia hambre en absoluto, algo que ya era costumbre en mi durante todo el mes pasado, pero me gustaba la idea de convivir con él. Siempre era bueno estar a su lado.

—Vale, podríamos ir al Quemador.

Mi mejor amigo estuvo de acuerdo y nos pusimos en marcha. Durante el camino, el chico de ojos verdes habló sobre la salud de Mags, su abuela ya se encontraba mejor, sin duda una muy buena noticia para mí. Si algo le llegaba a pasar, seria un golpe demasiado fuerte.

Después de ordenar nuestra comida, Finnick se dedicó a jugar con los objetos de la mesa, como si fuera un niño aburrido. Simplemente amaba que adoptara esa actitud despreocupada.

La última vez que fui al Quemador fue con Madge y un mesero se pasó coqueteando con mi tía, en esta ocasión la chica que nos atendió no despegaba la vista de mi amigo. Si no me gustara demasiado ese lugar, dejaría de ir solo por los meseros que no respetan el espacio de los clientes. Para no pensar demasiado en esa situación, me centré en el plato de fruta frente a mi y el jugo de naranja.

—Gracias, pero justo ahora estoy en compañía de mi novia— levanté la vista de golpe al escuchar la frase de mi amigo. Su voz fue educada pero firme, a su lado la meseta sostenía entre sus manos una servilleta con algo escrito—. Por favor, solo dejamos solos.

La chica tuvo la descencia de sonrojarse y bajar la mirada mientras se alejaba de la mesa, ella se lo había buscado con su actitud. Fijé mis ojos en los de Finnick aun con sorpresa por sus palabras, mi amigo solo se encogió de hombros y negó con la cabeza.

—Vaya, volvemos a ser novios— bromeé para demostrar que no me molestaba—. Tendremos que celebrar.

—La comida va por mi cuenta, letritas— Finn tomó mi mano por encima de la mesa y besó mis nudillos.

—No es necesario.

—Claro que lo es, tu dijiste que debemos celebrar nuestro regreso— puse los ojos en blanco, pero aun así asentí resignada.

—Finnick— comencé a decir una vez que dejó libre mi mano—. El sábado Sae se va para el distrito diez.

—Vaya, eso es pronto— él se veía sorprendido, no lo culpaba hasta yo pensaba que pasaría un poco más de tiempo antes de que la abuela tuviera que irse definitivamente.

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