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- Bueno -dijo James intentando recordar-, el nombre Samantha es uno de los más bonitos que existen -comento haciendo que el ego de Samantha subiera-. Significa "la destinada a escuchar". En cambio, Cassiopea viene del mito griego de Perseo, hijo de Zeus, era una reina que decia su belleza y la de su hija era mayor que la de las nereidas lo que hizo enfadar a Poseidon, este mando a un monstruo que sólo se iría si le daba de ofrenda a la hija de Cassiopea, Andromeda.
- Entonces escucho y soy una reina hermosa -encaja conmigo.
- Y el tuyo no se como explicarlo -se dirigió a su nieto-. James significa "Dios recompensara" y es un derivado de Jacobo, pero con el nombre Pollux podemos jugar un poco más -sonrio-. Es la estrella mas brillante de Géminis, junto a Castor representa los gemelos.
- ¿Por qué dices que da para jugar?
- Por el nombre de tu padre -contesto sin perder la sonrisa-, Tom significa gemelo y tu representas uno de los gemelos.
- Perdió la gracia -habló James tan directo como siempre-. Comamos.
La cena paso rápidamente para Harry que no se cansaba de oir las historias de sus padres. Tom estaba encantado, su pequeño futuro consorte estaba radiante con sus ojos opacando la maldición asesina y transpirando alegría por cada uno de sus poros. Después de la cena Narcissa se ofreció a mostrarles su habitación pero Harry tiro de sus padres y los llevo a la suya propia. No quería separarse de ellos por un tiempo.
Al llegar a la habitación tiro los numerosos cojines al suelo y se sentó entre sus padres. Regulus acariciaba el cabello de Harry mientras le cantaba una vieja canción que le cantaba su madre. Al poco tiempo Harry se había dormido abrazando a Regulus.
- Cornudo, ayúdame a llevarlo a la cama.
James se acercó y trató de separar a Harry de Regulus pero cuando eso pasó, el Harry dormido apretó más a su padre y murmuro entre sueños.
- Quedaos conmigo...
El murmullo hizo que ambos padres miraran a Harry con ternura. El pequeño rodeaba a su padre con los brazos, tenía la cabeza en su pecho y tenía el ceño graciosamente fruncido. James cogió las sábanas de la cama, se acostó al lado de su familia y los arropo a todos juntos. Abrazo protectoramente a su familia y se dispuso a dormir.
Al día siguiente Samantha los encontró en la misma posición. Rápidamente y sin hacer ruido salió de la habitación a la suya. Rebusco entre sus cosas hasta que encontró lo que buscaba. Volvió a donde estaban sus abuelos y papá, los enfocó con la cámara mágica y les saco una foto. Sonrió como el gato de Chesire y se fue.
- Son las cosas más monas del mundo -dijo Samantha en un suspiro-. Podría hacer un anime con sus vidas.
- Sammy, deja de pensar en animes y mangas -hablo su hermano que estaba haciendo unas pociones-. La vida no es sólo eso.
- Para una Otaku Fujoshi loca, sí. ¿Qué hago? -inquirio- Aquí no están mis amigos, no puedo escuchar K-pop, no tengo mis libros favoritos porque no siquiera se han publicado. ¿Qué hago?
- Hay muchos libros buenos que están publicado y podrías leer -respondio añadiendo aconito-. Podrías leer Agnes Grey, Orgullo y Prejuicio, Cumbres borrascosas, Lejos del mundanal ruido... Podría seguir todo el día. Son libros sin tiempo específico.
- Esos no son mis sagas juveniles -replico Samantha.
- ¿No te querías leer Las Crónicas de Narnia? Están publicados desde 1950, vete a una librería muggle y a comprar.
Samantha hizo un puchero igual al que hacía su padre y salió de la habitación refunfuñando porque ella sólo quiere un manga. Uno solo.
Por otro lado, Harry se despertaba con una sonrisa. No podía creer todo lo que había hecho Tom por él. Le había dado todo y más, no se había enfadado tanto como para que sus ojos pasen a ser rojos, siempre le miraba con aquel brillito especial que hacía que su estómago diera vueltas y él sólo había sido egoísta, pensando sólo en su desgracia, sin pararse a pensar que para Tom también tenía que ser extraño. De un día para otro un montón de recuerdos del futuro llegan a su mente, en los que el chico que se suponía le mataría sería su esposo y padre de sus hijos.
Se levantó lentamente para no despertar a sus padre y salió sin hacer ruido de la habitación, mirando antes como sus padres se abrazaban el uno al otro aún dormidos. Camino por los desiertos pasillos hasta llegar al despacho de Tom, entro sin llamar, dado que se le pegó esa costumbre de James y Sam.
Donde debería estar Tom estaba sentada, con un libro, Samantha.
- Buenos días, papá -saludó la niña sonriendole-. Padre está en su habitación, entra.
Señaló la puerta que estaba a su izquierda. Harry dudoso abrió la puerta y entró. Antes había pensado que la habitación de Tom Riddle estaría muy ordenada y el Lord dormiría tan recto como cuando se sentaba en la silla por lo que se sorprendió con lo que vio. Riddle estaba todo abierto bajo las sábanas y babeando en la almohada.
Ver al siempre serio Tom Riddle así le causa gracia, lo que hizo que se le escaparan unas risitas que fueron amortiguadas por su mano derecha. Oyó algo que hizo más difícil no reírse. El Lord oscuro estaba roncando como si fuera un cerdo, el pensamiento hizo que comenzara a reírse a carcajadas, despertando a Tom que le miro con sus ojos marinos interrogante.
¿El niño sabe que entrar aquí así vestido es como entregarse en bandeja de plata?, pensó Tom.
Mientras en el despacho de al lado Samantha agradecia al hechizo Evanesco por hacer desaparecer la ropa de su padre dejándole sólo con unos bonitos bóxers verdes con serpientitas plateadas que había comprado aposta. ¡Será un milagro si Harry pudiera caminar el resto del día!
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¿Cómo dices? [En Edición]
Fanfiction¿Qué pasaría si una extraña chica cayera en medio del Gran Comedor? ¿Y si esa chica viene del futuro? ¿Y si es la hija del señor tenebroso y el-jodido-niño-que-vivió-para-sufrir? ¿Quieres saber más? Léelo. En edición (: ⚠ Advertencia⚠ Si no te gust...