XIV

5.9K 652 63
                                    

4/5

Regulus se despertó antes que James y se encontró con lo, según su opinión, más bello del mundo, su hermoso ciervo dormido. ¿Cuántas veces había deseado estar así después de ese horrible 31 de octubre? Su Cornudo tenía las gafas torcidas puestas, su cara totalmente relajada y el nido de pájaros más desordenado. No pudo evitar que una lágrima se le escapara como tampoco pudo evitar despertar a James con un beso en esos labios con sabor a melocotón.

- ¡Qué bonito despertar! -la voz de James estaba aún ronca por el sueño y sonaba tan malditamente sexy-. ¿Cómo amaneciste, león?

- Con la vista más hermosa del mundo -dijo apoyando su barbilla en el pecho contrario para mirar los ojos chocolate que tanto ama-. Mi reflejo en aquel espejo, soy magnífico.

- No tienes ni idea de cuanto -sonrio James-. Eres hermoso, lo eres tanto como el brillo de millones de soles, más hermoso que las flores o la música. Eres lo único que haría que yo esté diciendo cosas tan románticamente empalagosas.

Regulus sonrió y volvió a besar esos labios que lo volvían loco. James se sentó sobre Regulus bajando besos por su cuello y acariciandole bajo la camiseta que llevaba mientras el menor de los dos solo podía gemir. Regulus paso los brazos por detrás del cuello de James atrayendolo a sus labios. Aun en el beso James bajo las manos hasta la cinturilla de los pantalones de Regulus y los bajo junto a sus bóxers, rompió el beso y comenzó a quitar la camiseta a su León. Pero al recordar algo de separaron de golpe.

- ¡Harry! -exclamaron al unísono.

- No os preocupéis, seguid vamos -dijo Narcissa que estaba sentada al lado de Samantha en la cama con palomitas.

- ¡Cissa! -chillo Regulus totalmente sonrojado intentando taparse con las sábanas- ¡Samantha! ¿Qué hacéis?

- Queríamos ver Hard de Tomarry pero mi padre no creo que lo permita -contesto Samantha.

- ¿Qué?

- Básicamente queríamos ver a dos chicos follando pero no tengo mis Yaoi's aquí -se quejo Sam.

- No deberías querer ver esto -regaño Regulus-. Y Narcissa, no la apoyes.

- Seguid, porfi -pidio Samantha.

- Se acabó -dijo James-. ¡POLLUX!

Después de unos minutos el mayor de los Riddle-Potter apareció.

- ¡No necesitaba ver eso! -exclamo tapando sus ojos.

- Exagerado -murmuro Samantha.

- Sammy -la sonrisa del chico cambio a una maniaca-. Bonita. Has pasado de Fujoshi a Voyeurista.

- No, eso sería si sintiera placer sexual al verlo. Yo solo...

- Me da igual -gruño-. ¿Quieres ver eso? Ve mejor algún anime.

- ¡Aquí no tengo animes! -espeto indignada.

- Piensa por primera vez en tu vida -le dijo su hermano-. Utiliza el collar y dile a padre que te mande tus animes y mangas. ¡Deja en paz a los abuelos! ¡Estás enferma!

James II salió de la habitación sin decir una sola palabra más.

- ¡Oh, mierda! -siseo Samantha y salió corriendo. Nunca había visto a su hermano tan enfadado.

- Esta familia tiene más drama que la novela de las cinco -comento Narcissa aun comiendo sus palomitas-. Sí, ya me voy. Cuando termineis decidle a los elfos que laven inmediatamente esas sábanas, gracias.

Salió de la habitación dejando a la pareja sola. James se bajo de Regulus.

- Esta familia está loca -hablo James.

- Es por la sangre Black -se río Regulus-. Tom, Lucius y Lupin no son así si te fijas. Además, Samantha, Harry y James serán los peores porque tienen también sangre Potter. ¿Seguimos? -pregunto ansioso.

- Se me ha bajado la libido -respondio el merodeador-. Bajemos a desayunar.

Regulus puso morritos mientras se ponía la ropa. ¡Él quería hacerlo con su Cornudo! ¡Malditas fujoshis cotillas!


- ¿Sabes lo que le ha hecho el Dúo Fujoshi a Regulus? -cuestiono Remus- Parece que tu hermano quiere matarlas.

- Viniendo de ellas mejor no saberlo -comento Sirius-. Yo quiero saber qué le hizo Samantha a su hermano, está muy enojado.

- Me siento una vieja cotilla -se quejo Remus.

Sirius se encogió de hombros y siguió dándole un masaje en la espalda a Remus, consciente de que este no podía verle pero con sus sentidos lupinos había oído el movimiento.

- ¿Y sabes dónde están Harry y Voldemort? -pregunto Remus.

- Eso sí -respondio Sirius concentrado en el masaje-. Oí que Samantha le comentó a Cissy que había hecho que Harry entrara en bóxers a la habitación de Tom. Posiblemente en estos momentos Harry estará gimiendo tan alto como tú.

Remus se giró lo más rápido que pudo y, totalmente sonrojado, le dio un zape en la cabeza a Sirius.

- Te perdone lo de anoche, no hagas que me arrepienta.

Después de decir eso se giró, permitiendo que su pareja siguiera masajeando su espalda.

Somos un par de viejas cotillas y aburridas en la peluquería, pensó Remus pellizcando su tabique nasal.

¿Cómo dices? [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora