XXV

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Dedicado a Camichan7

Cuando Tom sentio que iba a correrse en la garganta principiante de Harry lo intento separar de su miembro, no quería que el chico vomitase, pero a cambio recibió un manotazo de Harry y una suave mordida en su miembro que hizo que se descargara en aquella boca que le había vuelto loco.

Harry, por su parte, traga la esencia del Slytherin. Al separarse, Tom pudo ver como en las comisuras de los labios, Harry tenía semen suyo. Se inclinó y lo limpió con los dedos para después acostar a Harry en la cama.

Subió la falda y se dio cuenta de que su Harry no llevaba nada debajo y tenía una erección que parecía casi dolorosa, inclinándose comenzó a devorar a Harry. Su glande, los testículos y su pequeña y rosadita entrada. Con cada movimiento de la lengua de Tom, mezclados con caricias de sus manos, arrancaba deliciosos gemidos de parte de Harry.

Harry solo podía gemir y apretar las sábanas entre los dedos. Cuando sintió algo caliente y húmedo en su entrada abrió mucho los ojos y se sorprendió al darse cuenta de que era la lengua del Lord Oscuro. ¿Por qué tenía que sentirse tan malditamente bien? Cuando la lengua de Tom salió entraron dos dedos, sin problemas, que hicieron movimientos en su interior para dilatarlo, después interviono un tercer dedo y, por último, salieron dejando paso al miembro de Riddle.

Entraba poco a poco, haciendo a Harry jadear. Poco duró el cuidado, después Tom comenzó a embestir a Harry casi con violencia. Los gemidos de Harry, jadeos de Tom y las pieles chocando era lo único que se oía en la habitación.

Cuando las embestidas fueron más fuertes, los gemidos más altos y los jadeos más constantes, Harry se corrió, gritando el nombre de Tom, manchando la ridícula falda del vestido y apretando su entrada al rededor del glande de Tom haciendo que este también llegue al clímax.

A penas eran las dos de la tarde, pero ellos estaban en la cama, sudados y abrazados. Harry murmuró un te quiero mientras se quedaba dormido haciendo que a Tom se le fuera el cansancio y quisiera ponerse a bailar. ¿Podría ser más feliz? Seguramente ese momento tan tierno solo lo podría comparar con el nacimiento de sus hijos, las pruebas que tendrá siempre de que su azabache le ama.

En la casa de los Weasley, estaban todos los amigos reunidos mirando asombrados las cartas que Harry le había mandado. Era, sin duda, su letra, eran las palabras que el usaría y habían llegado junto a Hedwig (quién hasta hace un momento había estado con ellos) pero lo que ponía... Era algo muy difícil de creer.

Harry les invitaba a ir a Malfoy Manor a pasar la tarde junto a algunos Slytherin.

- ¿Creéis que debamos ir? -preguntó Neville con duda, sonrojandose al darse cuenta de que sólo quería ir para ver a un fino Slytherin que le volvía loco.

- Será lo mejor -respondió Hermione y miró a todos lado asegurándose de que no había nadie más que les escuchase-. Además, sabéis que Dumbledore ha desaparecido, Remus y Sirius ya no viven en Grimmauld Place.

- Tenemos que ir -aseguró la soñadora voz de Luna-. O la estrella se pondrá triste, la destinada a escuchar no tendrá lo que desea y las zanahorias, el ratón de biblioteca y el más tierno no sabrán nunca la verdad. Además, quiero ver a la chica podrida*

Los chicos acordaron encontrarse en ese mismo lugar al día siguiente para ir a Malfoy Manor, aún sin entender una de las palabras de Luna.

*Chica podrida: es el significado literal de fujoshi.

¿Cómo dices? [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora