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Harry conduce por horas, es ágil y el coche se mueve veloz y suave. Pese a tener los nervios a flor de piel, el movimiento del vehículo me tranquiliza y me ayuda a recomponerme, tengo que ser fría y calculadora. No sé nada de mi acompañante aparte de que ya no es el pequeño niño dócil de las orbes primavera.
-¿Donde me llevas?-le oigo esbozar una sonrisa y, atormentándome a mi misma, siento la necesidad de verla-.
-Oh pequeña... ¿De que serviría privarme de ver esos preciosos ojos que se esconden tras el pañuelo si te lo digo? -sus palabras salen relajadas, supongo que intentando esconder el veneno y la rabia en ellas-.
-¿Por qué no puedo saber dónde vamos?-necesito información, más información de la que me proporciona-.
-Porque conoces muy bien el lugar, y pequeña, deja la curiosidad , de verdad que crea una tensión innecesaria.
-¿Vamos a matar a alguien?-pregunto ignorando su comentario-.
-Claro, cuando sean justamente las doce en punto del 19 de Octubre, justamente tu cumpleaños, el día que naciste en el seno de tu familia, familia que nunca debió existir-dice estas últimas palabras sin una pizca de diversión y siento que hace presión sobre el volante con sus manos, a la vez que sube la velocidad-.
Trago fuerte y sigo:
-¿Vamos a matar a gente inocente ?
-Vamos a jugar un poco pequeña, un tipo de ruleta, de todos modos, terminar vidas inocentes no sería nada nuevo para ti.
-Espero que lo tengas todo planeado, nada de pistas o indicios después de esto, dejaré que juegues conmigo, dejaré que te vengues, aunque no sepas la verdad de lo que pasó ese día. -Digo con pesadez mezclado con ira, miedo y seguridad, volviendo a ser la mujer sin escrúpulos que debo ser-Te has creado la tuya propia y no conseguiré cambiar lo que piensas, ni me interesa, pero una cosa te digo. Me llevan a la cárcel y te llevo conmigo, y ahí no habrá gente que me ponga pañuelos en los ojos, conseguiré un arma y jugaré contigo, te atormentaré día y noche y no me verás venir porque "pequeño" ... No se ve venir a la muerte. Y yo soy lo más parecido a ella. Se tensa a mi lado y se que no me va a responder. Es el momento de callar. En el fondo sabía que alguien se vengaría de mi por las cosas horribles que he hecho. Y le dejaré que juegue y me castigue, pero si esto me lleva a terminar de nuevo en la cárcel , esta vez le condenaría de verdad y odiaría el día en el que decidió ir por mí, destapando el peligro.
Si persigues a la muerte, la muerte terminará con tu alma.
