Estoy hecha un manojo de sentimientos al tumbarme en la misma cama en la que está Harry. Pero se siente bastante seguro... Peleo con mi respiración y me abrazo a mi misma agradeciendo la distancia entre los dos. Ambos miramos hacia el techo, enfundados en pensamientos.
-Es agradable... La casa ¿sabes?-pregunto para iniciar una conversación-.
-Si. Es lo único que me quedó de mis padres, la casa resultó ser de alquiler así que... Tampoco es que se me suela acercar a ella -habla en tono relajado, y se siente bien, poder hablar de todo aunque solo sea por la noche, en la intimidad de la oscuridad-.
-Harry...
-No tienes que decir nada. No lo arreglará...-suena dolido y como por reflejo estiro mi mano hacia la suya y la tomo. Traga duro y acaricia el dorso de la mía como si intentara mantener sus instintos vengativos a raya. Como si intentara mantener enjaulados a sus demonios. Y así, con ninguna unión entre nosotros que la de nuestras manos, me quedo dormida.
—•—
En la mañana despierto a su lado, y noto que aún agarra con fuerza mi mano, me complacen estos momentos, aunque solo sean los momentos de calma previos a la tormenta que está por llegar. Intento apartarla pero él ejerce fuerza sobre el agarre, impidiendo alejarme.
-¿No duermes?-susurro observando sus párpados cerrados-.
-No suelo hacerlo- dice en tono burlesco y se da la vuelta rápidamente para presionar sus labios contra los míos, con delicadeza pero a la vez con hambre-.
Y entonces se aleja y vuelvo a ver esa sombría mirada en su cara, calculando todo lo que deberíamos hacer hoy, el siguiente día de mi interminable condena.
-Hoy será un día más tranquilo, pero no te relajes, será igual de intenso para ti-dice desvistiéndose delante de mi-.
Trago duro y giro la mirada antes de ver algo indebido. Pero cuando se gira con la intención de entrar en el baño, me fijo en su ancha espalda e imagino como sería acariciar cada centímetro musculoso de esta. Asustada por mi pensamiento, me levanto también y me dispongo a prepararme.
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Unas horas después llegamos a un cementerio, pero no a cualquiera, y empiezo a temblar, pese al calor que emana el mediodía. Mi abuelo está enterrado aquí. Solo vine a visitar su lugar de descanso una vez, y me juré a mi misma no volver a hacerlo.
Mi abuelo Johan lo era todo para mí, mi alma gemela en el mundo. Cuando algo me dolía, era como si mi conexión con el se pusiera en marcha le hiciera llamarme. Y cuando yo era feliz, compartía mi estado de ánimo con el. En conclusión, esa conexión, era lo único que tenía en el mundo por lo que valía la pena vivir. Pero hace unos años, se fue y tuve que mantener vivo su recuerdo. Mi único objetivo y al que me aferraba cada vez que pensaba en quitarme la vida.
-¿Te vas a quedar ahí parada?-dice y me doy cuenta de que estoy inmóvil justo en el medio del pórtico de la entrada, y de verdad me estoy desmoronando por dentro-.
-Por favor, Harry... De veras no quiero hacerlo...
-De verdad que me da igual, verás lo que ha sido para mí visitar a mis padres a diario desde mis doce años-dice con una mirada siniestra que me hace reaccionar, dando pasos dubitativos hacia el frente hasta sentir su mano en mi espalda bajo guiándome en el laberinto de mi sufrimiento-.
Y ahí estaba, pacífica e inmutable, su tumba. Era como impersonal, como si ella no tuviera escondido el cuerpo de un alma como la de mi abuelo. Que murió hace unos años por un ataque al corazón.
-Me hace gracia-dice a mi lado- que de veras fuera tan importante para ti y aún así no sepas lo que de verdad paso con el-me acusa-.
-No tienes razón. Lo sé, lo sé muy bien joder- digo fríamente mientras noto el sendero de mis lágrimas dejando rastro en mis mejillas y me canso cada vez más de llorar- De un ataque al corazón hace unos años-.
Entonces un estallido de risa inunda el silencio impenetrable del cementerio y me molesto tanto que aprieto mis manos en puños. Con tanta intensidad que traspaso con mis uñas la fina piel de mis manos hasta notar un sendero de tibia sangre entre mis dedos.
-De verdad eres ingenua-dice enfermizo- te crees todo lo que tus 'papis' te dicen. Bueno, que bien que me tengas a mi para abrirte los ojos.
No me digno a mirarle y planto mi mirada en las plantas que han crecido al rededor de su lápida.
-Tu abuelo tenía tantos enemigos o más de los que tiene ahora tu familia, nena. Y ¿morir así? ¿De un infarto? Una muerte como esa no era ni digna para una persona como el- en ese momento caigo de rodillas y sollozo-.
-Tienes razón de que le pasó algo a su corazón, le fue arrancado. Tanta maldad tenía que ser erradicada de su cuerpo y esa fue la única manera. Pero tranquila, no fui yo el que tuvo el placer de hacerlo, me hubiera gustado mancharme las manos con sangre tan familiar y importante para ti y así vengarme de una vez por todas. La muerte de tus padres no hubiera sido tan devastadora ¿o me equivoco?
Antes de que pudiera seguir me levanto con fuerza y le pego con los puños aún cerrados en su firme pecho. Le pego tantas veces hasta que veo la sangre que antes estaba en mi piel marcada en su camiseta. Me deja pegarle y desahogarme hasta que se da cuenta de esto último.
Me coge de las manos y las abre, al ver las heridas escondidas en estas, se ve preocupado. ¿¡Qué es lo que pasa con él!? Primero me trae aquí para destrozarme y después ¿le duele ver mis heridas?
¿Que tipo de ser bipolar y enfermo es Harry Sellers?
Y otra oleada de ira y dolor devastador recorre mi sistema y empiezo a golpearle con más fuerza y es cuando consigo hacerle daño que me abraza, en un abrazo autoritario. Pero puedo apostar que
Su corazón latía con culpa.
Pero siempre conseguía alejar están para renovar su torrente con sed de venganza hasta el día siguiente.
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Y así quedó nuestra querida Alexis, esepero que os este gustando, si es asi, voten y comenten mis pequeños condenados ❤️❤️❤️❤️
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AYUDA o CONDENA
RomanceDe sus pequeños ojos verdes se deslizó una lagrima. No sé si de miedo o de sed de venganza.