CAP. 5- ¿TU ERES...?

1.4K 90 6
                                    

Cada vez que regresaba a casa, sentía la casa vacía, esa soledad se estaba apoderando de mí. Me empecé a deprimir, deje de trabajar, no salía, ni abría la puerta cuando mis hermanos me venían a visitar. Al principio la muerte de Jong In no me afectaba, porque lo veía casi todos los días. Pero ahora Jong In no había venido, me prometió que volvería y no lo hizo. Caí en una depresión total, todo tras la muerte de Jong In.

Pasaron 2 meses, mi hermano me obligó a empezar a salir ya que, dentro de la casa no hacia nada. Me devolvieron el auto, me mandaron al psicólogo, la que me atendió, me dijo que todavía no estaba apta para volver a trabajar. Mis trabajos se retrasaron todo estaba saliendo mal. Desde que salí del hospital me dediqué a ayudar a las personas que se me aparecías, iba de aquí para aya. Pero cuando caí en depresión dejé de lado eso, no tenia ganas de nada. Pero ahora que mi hermano me está obligando a salir, presiento que mi trabajo regresará.

Son las 7 de la noche, Suho me dijo que saliera a caminar, no tengo ni idea a donde me estoy dirigiendo, solo camino por caminar. Mis pies me dirigieron hasta un centro comercial que está cerca de mi casa, entré y empecé a caminar, veo a las personas más felices. Bueno al parecer así son, hace meses que no sonrió, por mucho que lo intente, no lo consigo. El estómago me empezó a gruñir, significa que tengo hambre, así que caminé hasta que encontré una tienda en donde vendían comida china.

-          Buenas noches, ¿le tomo su orden? – me preguntó una chica.

-          Un te negro. Solo eso. – le dije. No quería comer tanto, solo estaría yo.

-          Muy bien. – me dijo. Me quedé mirando mi celular, estaba aburrida, nunca me gustó estar sola en un restaurante.

-          Oh, Hola. – Me dijo un chico que se acercó a mi mesa.

-          Hola, disculpa, ¿nos conocemos? – le pregunté.

-          Nos vimos en el hospital, te chocaste conmigo. – me dijo. Y en mi mente recordé ese día.

-          Oh, cierto. Siéntate no quiero comer sola. – le dije sonriendo. El dudó, pero al final se sentó frente a mí.

-          ¿Quieres que llame a la señorita para que tome tu orden? – le pregunté.

-          No, yo no como. –me dijo haciendo una mueca.

-          Esta bien. Mi nombre es Song Hana, disculpa por lo del otro día, tenia que irme rápido.

-          No te preocupes. Yo soy Xi Luhan. – me respondió con una sonrisa.

-          Señorita, su té. – me dijo la que me atendió. Me quedé mirándola ya que no se dio cuenta de que Luhan estaba sentado frente a mi.

-          Hana, ella no me puede ver. – dijo Luhan y pensé: Oh no, está muerto. Esperé a que la señorita me atendió y le hablé.

-          ¿Porque, Luhan? ¿Qué es lo que quieres? – le dije con tono de molestia.

-          Tranquila Hana, las personas empezarán a mirarte como si fueses una loca. – me dijo riendo, lo que me causó también gracia. Por primera vez en 2 meses había podido reír.

-          No deberíamos de hablar acá, espera a que entre a mi auto. ¿De acuerdo?- le pregunté y el asintió con la cabeza. Luhan se quedó hasta que terminé de tomar el té y pagué. El solo me miraba, y se reía si hacia algo torpe. Su sonrisa era divertida, sus mejillas tenían una forma un poco extraña cuando se reía. Llegamos al auto y me abroché el cinturón pero no prendí el auto.

WHO ARE YOU, HONEY?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora