WHO ARE YOU, HONEY?

CAP. 10- ¿ DE QUE TE ARREPIENTES? (HANA)

Subimos al auto y ninguno de los dos hablaba, yo aún tenia el nudo en mi garganta por lo que había pasado. Luhan miraba por la ventana pensando en quien sabe quien. Llegamos a casa y cada uno se fue a su habitación. Como estaba me tumbé en la cama, recordando cama palabra de la sesión.

* - Hija, la muerte te rodea- dijo la señora al sentarme.

- Señora, ¿que es lo que pasa con Jong In?

- Creo que no es conmigo esta conversación.

- Pero hace días que no lo veo. - le dije.

- ¿No has considerado la idea de que está celoso?

- ¿Celoso de quien? - dije con tono de molestia.

- Del chico que ha venido contigo. - dijo sonriendo.

- Luhan es solo un amigo, bueno ni eso, solo lo estoy ayudando.

- Hana, entiendo que se sientas culpable por la muerte de Jong In, pero no puedes estar así toda la vida. Tienes que dejarlo ir. Tu le das ese consejo a todos, pero ahora es tu turno.*

Sentí que nuevamente las lágrimas caían de mis ojos. El frió nuevamente se apoderó de mi habitación. Voltee para ver que quería Luhan, pero no era el.

- ¿Porque lloras? - me dijo Jong In.

- ¿Por quien crees? - le contesté.

- No deberías de llorar por alguien que ya no está en la tierra.

- Jong In, ¿porque me dices eso? Te amo, por eso lloro por ti.

- No te mientas, Hana. - dijo serio.

- ¿Que? ¿Porque dices eso? - le pregunte acercándome a él.

- Hana, ¿que relación tienes con el?

- Que? que tiene que ver Luhan en esto?

- Solo responde. - dijo alzando la voz.

- Solo lo estoy ayudando. - le dije e hizo una gesto extraño.

- Así que lo ayudas... - dijo sarcásticamente.

- A donde quieres llegar. - le dije gritando.

- ¿Lo ayudas besándolo? ¿Que tipo de ayuda es esa?

- Nos viste. ¿Y tu desde cuando sientes celos? - le pregunté.

- Hana no me cambies de tema.

- Jong In, vete. ¡No te quiero ver más! En todos estos años de relación, nunca te pusiste celoso. Cuando querías me prestabas atención. ¿Porque ahora tan de repente te pones celoso de alguien que esta en las mismas condiciones que tu?

- Porque el se acerca mucho mas rápido a ti. Tal ves solo busque eso, compañía. Y tu como sonsa te sientes atraída por el.

- Vete - dijo una voz antes de que pudiera formular una palabra. - Porque dices todas estas cosas si no sabes si es verdad. - dijo Luhan acercándose a el.

- No puedo creer esto. Hana, cuanto has cambiado. - dijo antes de irse. Luhan me miró y yo le sonreí, este me abrazó. Su abrazo hizo que me relajara, me sentí mas calmada.

- Duerme bien. - me dijo. Asentí con la cabeza.

Me fui al baño y abrí la regadera esperando a que se llene. Me quité el polo y me miraba al espejo. Ya no me reconocía, estaba más delgada, ya no tenía el brillo en mis ojos. Todo es diferente. Terminé por quitarme la ropa que me quedaba, me metí a la tina. Pensaba en todo lo que había hace unos minutos, no me sentía mal, pero tampoco bien. Después de media hora, salí de la ducha y me coloqué la toalla. Sentí un algo frió posándose en uno de mis hombros, empecé a sentir un escalofrío que bajaba por mi columna. Voltee y vi a Luhan mirándome con los ojos brillosos. El pasó su mano por mi rostro, y con su otro brazo me jaló hacia el. Solo me quedé mirándolo, y por primera vez sentí la necesidad de besarlo, pero yo no fui la que lo hizo.

- Hana, realmente eres muy bonita. - dijo susurrando en mi oído.

- ¿Po-porque? - fue lo único que pude preguntar.

- ¿No sientes vergüenza de estar con un hombre en la misma casa? - me dijo sonriendo.

- Pero, no puedes hacerme algo. - dije intentando alejarme de él.

- Seguro.- dijo con tono sarcástico. Me atrajo más a el, podía sentirlo, por primera vez podía sentir a un fantasma, era como si su cuerpo estaba ahí conmigo. Nuestros miembros se estaban rozando, yo solo tenía el short y el brasier puesto. Cuando lo recordé, un calor se apoderó de mi rostro.

- No me digas que ya te avergonzaste. - dijo Luhan empujándome hacia la puerta.

- ¿A dónde quieres llegar? - dije sensualmente.

- Uh, me gusta eso, Hana. Quiero llegar a donde tú vayas. - dijo susurrando en mi oído, mientras que una de sus manos se paseaba por mi vientre. Acercó su boca a la mía, y ya no pude resistirlo más, el me estaba haciendo que me pusiera en un estado muy extraño, estaba excitándome. Luhan y yo nos besamos desenfrenadamente, ninguno de los dos se despegaba, sentía la necesidad de sentirlo más, pero sabía que no podía, el no estaba vivo, el no me podía sentir. Cuando terminé de reflexionar, me alejé de él y contesté.

- Pues no llegaremos a ningún lado esta vez. - dije mientras me sentaba en el suelo. Luhan se acercó a mi, tomando mi rostro en sus manos, y me volvió a besar, pero esta vez tiernamente.

- Ya podremos. - dijo en cuando se despegó de mi.

- ¿De que te arrepientes Hana? - pensé antes de besar nuevamente a Luhan.