WHO ARE YOU, HONEY?

CAP. 9- ¿QUE ES LO QUE SIENTO? (LUHAN)

*PUNTO DE VISTA DE HANA:

Le pregunté a Luhan, si me iba a extrañar. La verdad es que yo si, no tenia con quien reír, ni hablar. Siempre me sentí cómoda con el. Luhan me abrazó fuertemente, me quedé fría. Sentía mi corazón latiendo a mil, después de que me abrazó vi que no me hablaba., así que me dirigí a la puerta. Estaba apunto de abrirla, cuando sentí una mano fría tomando la mía. Luhan me tiró contra la puerta, empezó a acariciar mis mejillas, sentía que el corazón se me salía del pecho.

- ¿Que- que haces?- titubeé al sentir su respiración en mi cuello.

- No se... Hana, ¿que me has hecho? - dijo riéndose.

- Luhan, tu, que piensas. - le dije nerviosa.

- Esto... - el me empezó a besar lento, sentí su respiración combinada con la mía. El tenía mis manos entrelazadas con las mías, pero las quitó y las colocó en mi cintura. Yo correspondí al beso, pasé mis manos por su cuello y el me sonrió cuando se alejó de mi.

- No sabía que podía sentirte. - dijo sentándose en la cama.

- No puedes sentir el calor, ni el frió. No puedes sentir lo que yo siento o lo que los vivos sienten. - le dije abriendo la puerta.

- Espera,- dijo poniéndose de pie- ¿a donde vas?

- Debería de pensar lo que ha sucedido. - le dije saliendo de la habitación.

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No entendía lo que sentía, mi corazón latía, y yo no sabía que tenía. Hana me dejó solo en la habitación, mire la carta que estaba frente a mí. Busqué el cuaderno de Hana y empecé a escribir.

* Young Min, ¿estas bien? siento que las cosas empeorarán, pero tienes que ser fuerte. Si me llega a pasar algo, tienes que dejarme ir... Ambos sabemos, que, las cosas ya no iban bien. Se feliz con otra persona. Estarás bien con el tiempo. Deberías de empezar a salir con tus amigas. Cuídate mucho. *

Creí que si le escribía una carta en la que le hacia entender que estábamos rompiendo, yo me sentiría mal. Pero no sentí nada, no entendía que era lo que me estaba sucediendo. Guarde la carta nuevamente en el bolso de Hana y me dirigí a la cocina. Ella estaba preparando algo para cenar mientras que cantaba una canción.

- Luhan, ¿me acompañas a comprar unas cosas? - me preguntó y yo me extrañé al ver que ella me hablaba como si nada hubiese pasado.

-¿A donde irás? - le pregunte desconcertado.

- Al centro, quiero hablar con una señora que conozco.

- Oh, esta bien. ¿A que hora nos vamos?

- En media hora. - me dijo sentándose para comer.

Me senté en el patio mirando la hermosa luna que tenía frente a mi. Sentí los pasos de Hana detrás de mí. Se sentó a mi costado y no me dijo nada. Así que yo hablé primero.

- ¿Te molestó lo que hice? - le pregunté mirándola.

- ¿El beso? - hizo una pausa - ¿porque lo hiciste?

- Hana, no lo se. - le dije sinceramente.

- Vamos Luhan. - me dijo con voz molesta. Me paré y caminé hasta el garaje y esperé a que Hana subiese al auto. Ella me sonrió y encendió el auto.

Estábamos en silencio ella miraba constantemente el retrovisor. Tenia cara de extrañes. Pasaron 15 minutos y no soporté su silencio.

- ¿tu me extrañarás? - dije de la nada haciendo que ella me mire confundida.

- Creo que si, eres lo único que me acompaña. - dijo en voz baja.

- Yo también te extrañaré- dije susurrando en su oreja. Ella frenó el auto y dijo.

- Luhan ¿porque juegas conmigo? ¿A donde quieres llegar? - me dijo mirándome.

- No sé hasta donde quiero llegar. Solo siento cosas extrañas. - le dije con una mirada traviesa.

- Eres un pervertido Luhan - me dijo sonrojándose. - baja del auto, ya llegamos. Salimos y cuando me di cuenta, era una tienda muy extraña ella me sonrió y entramos.

Una señora anciana la saludó, pensé que no se daría cuenta de que yo estaba ahí con ella, pero me equivoqué. Ella me saludó cordialmente, Hana se rió por lo bajo al notar mi expresión de confusión. Ella se alejó de mí y se fue con la señora a una sala. Esa tienda me producía escalofríos, vendían cosas para magia negra y magia blanca. Me ganó la curiosidad y entré a una habitación parecida a la que Hana había entrado. Vi a una señora sentada en una mesa haciéndome una señal para que me acercara a ella, así que lo hice.

- Casi nunca tenemos este tipo de clientes. - dijo sonriendo.

- Si, es que ni yo se que hago acá. - le respondí.

- El destino te trajo. - me dijo barajando las cartas.

- Destino - dije en voz baja. - Usted es de las blancas o de las negras?

-¿tu que crees? - me dijo.

- La verdad, es que no se. Como funciona esto? - le pregunte.

- dime que nenecitas saber. - Al término de lo que dijo, recordé lo que en estos últimos días empecé a sentir por Hana.

- ¿Que sucede si me enamoro de alguien vivo? - dije. Ella abrió los ojos como platos y respondió.

- A ti nada, como verás, ya estas muerto. Pero si la otra persona se enamora de tí de la misma manera que tu y te lo dice... pues ella, ella luchará contra la vida y la muerte. - dijo.

- Hay alguna manera, para que yo... yo poder volver a la vida?

- No se juega con la muerte. Nadie puede volver de la muerte. Pero conozco un conjuro que te puede hacer volver a tu cuerpo. Ósea materializarte en una persona viva. Pero tiene pros y contras.

- Dígame. - le insistí.

- Pro: Puedes sentir y vivir como una persona. Puedes amar y sentir a la otra persona. Pero lo malo es que, no dura mucho tiempo y solo puede ser una vez. Así que si tú quieres hacer esto, tendrás que estar seguro.

- Yo tengo que estar seguro de que si quiero hacerlo?

- Si. Tú me buscas y yo lo hago. Así que ya sabes donde encontrarme. ¿Otra pregunta más?

- Si. ¿Cuantos tipos de fantasmas hay? - le pregunté.

- Hay 3 tipos. El primero, aquellos que no se les puede ver pero si sentir. Segundo, aquellos que solo se presentan ante las personas que quieren. Tercero y último. Estos son los mas especiales, son aquellos que pueden presentarse en cuerpo entero, puede sentir el corazón como alguien vivo. Son los más especiales porque no todos los que mueren, pueden amar a otra persona que no sea su vínculo. Tú eres ese tipo. - dijo sonriendo.

- Es por eso que siento esas cosas por ella - dije susurrando - señora, muchas gracias. Volveré a venir. - le dije despidiéndome de ella.

Al salir vi a Hana acercándose a mi con una mirada muy extraña. Al parecer había estado llorando.

-Luhan! ¿Donde estabas? - me dijo.

- Ahí - dije señalando la puerta de la cual habia salido.

- Vámonos, es tarde. - me dijo caminando delante mio.