CAPÍTULO 16

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La tarde se hace larguísima tengo muchos dolores pero no dilato solo tengo cuatro centímetros, el anestesista vuelve a mirar y habla con Samuel y veo que vuelve a negar con la cabeza me hace gracia entre tanto dolor cuando se despide le dice a Samuel que no sabía que iba a ser padre y le da la enhorabuena.
Samuel me devuelve la sonrisa y dice como tengo que respirar si en una hora no dilato me preparan para una cesárea, eso me intimida y asusta yo quiero tener un parto natural. Pero como si mi niño me entendiera en poco más de veinte minutos tengo ya ocho centímetros​ de dilatación y no hace falta nada a las once de la noche nace mi chiquitín un bebé precioso blanquito y ¡si¡ igualito a su padre, ya no puedo parar de llorar. Lloro de alegría de tristeza le cuento sus deditos y desde ese momento sé que voy a querer a este niño más que mi propia vida, Claudia la enfermera acabo su turno pero no se movió de mi lado hasta que todo termino
Al llegar a la habitación me encuentro con Dolores, Montse, Fernando y su novio Álex esperándome en la habitación, Samuel me comenta que va hacer algo y luego regresa. Todos cogen a mi chiquitín, Dolores mientras lo viste me pregunta como estoy le digo que bien y como se va a llamar esta hermosura, dudo pero sé que decidimos entre los dos como se llamaría y se llamara así mi pequeño Jurgem. Como es muy tarde una enfermera viene y les dice que mañana en horario de visitas pueden volver, me despido de todos y reviso mi móvil tengo 26 llamadas todas de Sacha y Rebe y dos de un número que no conozco. Llamo a Sacha pero antes le envío una foto de su sobrino. No me da ni un toque cuando tengo a cuatro personas hablando todos a la vez. Bien callados contestaré una a una.
—Peso 3850 gramos y 52 centímetros. Es muy bueno y yo estoy muy bien. Ya os enviaré más fotos—.
Sacha habla y dice que su mamá ya lo sabe y viene de camino. Entre risas y llantos hablamos por más de veinte minutos al colgar ciento que mi corazón se endurece un poco más.
Samuel me da la cena y la devoro en verdad tengo hambre. Él se ofrece a quedarse a dormir pero yo me niego. —Ya has hecho bastante de verdad eso sería demasiado. No se cómo voy a pagarte—. El besa mi mano —Me voy porque veo que estas bien y al bebé le han dado un biberón para dejarte descansar por lo menos unas horitas. —
Algo me despierta, mis labios se siente mojados y ese olor, intento abrir los ojos pero estoy tan cansada. Me despierto y ya está amaneciendo, miro al sillón y veo a Rousseau con mi niño en brazos. Jurgem mira por la ventana al ver que me muevo se adelanta y me abraza, y como últimamente no hago otra cosa empiezo a llorar desconsoladamente.
Rousseau me entrega al bebé y besa mis mejillas. Ninguno de los tres hablamos solo nos abrazamos y lloramos. Más tranquilos empiezo a darle de comer a mi niño y entra Samuel que se siente un poco avergonzado —Pensaba que estarías sola—, mis exsuegros se presentan y el doctor se va. Jurgem me pregunta que como se va a llamar. Rousseau niega con la cabeza y yo otra vez estoy llorando. El intenta calmarme, —Tranquila pequeña pensé que como se han dado las cosas perdóname—.

Pero hace que mi herida sangre y lloro creo que por fin hoy va a salir todo el dolor de mi cuerpo.
Después de pensarlo mucho hablo, —Se va a llamar Jurgem Reyes.
Dos días después recibo el alta médica, Samuel más que mi ginecólogo se ha convertido en mi amigo los abuelos quieren que regrese a Madrid con ellos o ellos mudarse aquí pero yo no los dejo. Voy a seguir con mi vida. Y este es un buen lugar para empezar. Noche buena es muy distinta a otros años, en casa siempre había gente bailando y cantando este año solo estamos mi bebe y yo, mis exsuegros después de casi suplicarme que volviera con ellos por fin entienden que voy a estar bien y se marchan para coger un vuelo y ver a los chicos. Los chicos dicen que cuando terminen de instalarse vienen a conocer a su sobrino.
Las Navidades son muy tristes solo recibo visitas de Samuel, Montse y Dolores que están en Huelva en casa de su hermano, yo decline la invitación y ellas tampoco insistieron mucho, pues la verdad mi niño es muy pequeño.
La noche de fin de año el inspector Sonic me confirma que mis padres están bien que él mismo hablo con ellos pero que no tuvo valor de contarle nada de lo mío y que puede que reciba una llamada de ellos a lo largo del día, que yo tengo la opción de contarle lo que está sucediendo en mi vida pero que por su seguridad sería mejor ocultarle la verdad o mi padre con lo temperamental que es puede poner en riesgo su seguridad. Me confirma que en España sus propios socios lo quieren ver muerto y los Thiagos pueden que también el ya no le toca nada a Iván y si volviera todavía tiene mucha gente que lo respeta y apoyaría para hacerle la competencia a los Thiagos teniendo esos dos frentes abiertos era mejor seguir en el programa de protección de testigos. Me da la enhorabuena por mí niño me dice que es igualito a Iván. Ya entrada la noche entra una llamada en número oculto y son mis padres me mantengo fuerte cuando el llanto es visible mi mamá dice que eso es normal por el estrés lo raro es que me hablan de una foto de Iván y el niño que ya tienen enmarcada. Supongo que habrá sido Rousseau haciendo algo de fotoshop.
Samuel trae la cena y cuando estamos terminando se acerca e intenta besarme y yo le retiro la cara. Él sonríe y mirándome a los ojos me dice —Noemí sé que es muy pronto pero tú me gustas de verdad, y yo no tengo prisa y tú todo el tiempo del mundo por lo que yo iré a tu ritmo—. Yo empiezo a negar con la cabeza y de mi boca salen las palabras que jamás pensé que diría; —Samuel no te equivoques sabes que soy gitana y sabes nuestras costumbres yo jamás volveré a amar a otro hombre por mucho que me duela su traición jamás volveré a amar—.
El habla casi en un susurro, —No tú estás herida necesitas tiempo y yo eso es lo que te prometo tiempo. Que pasemos juntos todo el tiempo que tengamos y ya veremos—.

Su cara es de seguridad absoluta y yo solo pienso en mi Iván son tan diferentes. Maldito ya has salido de mi vida sal de mi cabeza.
El uno como en la TV todo son reposiciones a Rebe y a mí nos gustaba ver todas las mejor y peor vestidas en las fiesta de fin de año.
Y llevaría una hora o así cuando Samuel ya está en casa vamos a salir a ver un belén viviente que instalan en un pueblo cercano estoy terminando de vestir al pequeño cuando tengo que sentarme en la televisión aparece Iván con esmoquin negro al lado de la rubia oxigenada y después varias fotos de ellos en una playa en el Caribe que me recuerdan tanto a mis vacaciones. Parecen que han pasado años cuando tan solo han pasado unos meses, Samuel al verme petrificada como una estatua me coge al niño sigo mirando las imágenes son primeros planos de frente veo que dónde tenía el tatuaje de Jurgem al lado de su corazón con letras negras ahora es de color. Toman planos de su espalda y las alas de su ángel ya no son blancas en las dos tiene puesto Gipsy (gitano en inglés) en una la fecha de nuestra boda y en la otra la fecha del nacimiento de mi niño con una corona.
Samuel con Jurgem en brazos me dice que todo está listo pero yo todavía ando en shock porque se tatuaría eso.
Samuel casi molesto dice que otro tatuaje más no importa pues tiene un montón. Yo no puedo dejar de pensar porque si él no nos quiere. Otro enigma más que es la persona de Iván Petrovich.

EL RUSO Y LA GITANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora