CAPÍTULO 18

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Voy a ver a Álex y le pido las fotos de Montse, el muy cerdo me hace proposiciones asquerosas yo le sigo el juego hasta que me entrega el móvil y le hago firmar un documento que nos hizo un amigo de Samuel en el que dice que como alguna de las fotos salga a la luz le tendrá que pagar a Montse cien mil euros, más una demanda por chantaje y acoso. Cuando tengo todo en mi poder el me arrincona y pretende besarme pero unos fuertes brazos lo separan de mí. La chica te ha dicho que ¡no¡ déjala en paz dice un hombre de unos 30 años alto moreno y muy guapo con un acento que me eriza la piel es el mismo que cuando los bielorrusos se llevaron a Kiki estoy tan asustada que no me doy cuenta que Sonic viene con el desconocido. Álex al ver las placas de los dos se va con el rabo entre las piernas.
Sonic menea la cabeza de lado a lado y después de unos instantes habla —Pensé que te mudabas para evitar problemas pero por lo que veo los problemas te persiguen—. Me presenta a su acompañante, — es Uriel Tostoishs un compañero—. Su intuición te ha salvado de ese idiota. — ¿Su intuición? no entiendo—. Le pregunto a Sonic. —Uriel es nuestro enlace de Europa del este y andaba por aquí. Eso hace que toda mi piel se ponga alerta. — ¿Por aquí? —.

—Si— contesta el ruso, —si mi hijo fuera bautizado me gustaría verlo. Pero como ve Iván no se presentó y menos ahora que toda su familia se ha ido—. Se dan una mirada y es Sonic el que sonriendo se levanta me da un abrazo y dice —cuídate y no te metas en líos siempre no voy a poder estar para rescatarte—, y al separarse de mi cuerpo me mira a los ojos y pegada a mi oído me habla muy bajito, —pronto todo acabara solo quedan unos cabos sueltos y el golpe final—. Yo lo miro con cara de no entender y él pone su mano en mi mejilla — ¡pronto ¡ ¡muy pronto¡— y se van. Yo estoy en shock ¿que es lo que pasa? Tengo la sensación que todos me ocultan algo.
Pasan los días en el trabajo me va fenomenal entro a las nueve de la mañana, y salgo a las tres como tengo un bebe mi compañero no le importo que yo escogiera el turno de mañana con lo que tengo toda la tarde para nosotros. En la casa nueva a veces me siento observada pero claro será la sensación de vivir sola, yo nunca había estado sola.

Son las dos de la mañana y me despierto empapada en sudor, he tenido una pesadilla horrible estaba cubierta de sangre y muchos muertos a mi alrededor Iván llega me rescata y me dice no me olvides gitana y desaparece.

Mi corazón palpita muy rápido y vuelvo a tener la sensación de que mis labios están húmedos igual cuando Iván me besaba, a veces cuando me despierto así flota en el aire el aroma de Iván pero ahora es distinto a veces creo que estoy loca, si hasta me echo su colonia, pero este perfume huele a él pero es diferente. Por qué no puedo olvidarlo. Si sé que no siente nada por mí y por lo más grande, por su hijo, mi Jury cada día está más grande y guapo sus ojos son tan azules lo veo dormido en su cuna y eso hace que me tranquilice e intento volver a dormir.

Estoy cruzando la calle, y un coche casi me atropella y se da a la fuga, Samuel y Montse que estaban en el bar de enfrente donde habíamos quedado salen blancos de susto, mi vestido de lunares ha quedado destrozado y lleno de barro ¡vaya eso lo que me faltaba¡. Samuel me lleva al hospital estamos dentro de una habitación cuando llaman a la puerta y es la policía me hacen muchas preguntas y cuando se van y Samuel me pregunta.

— ¿Noé a ti te persigue alguien? —. —No, porque dices eso—. —Mira yo solo pregunto pero he hecho bastantes guardias en urgencias como para saber que por un simple intento de atropello no se presentan a la hora aquí un subinspector y dos brigadas—.

Yo me encojo de hombros pero lo relaciono con mis padres ¿Estarán detrás de mi porque creen que se dónde están ellos? No seguro estoy obsesionada.

Me quedo ingresada y la verdad no quiero, quiero irme a casa con mi niño, Samuel y Montse se quiere quedar conmigo pero me niego, ellos se van a cuidar de Jury que estaba con Dolores. Me despierto al sentir cerrar la puerta y el ruso policía el tal Uriel está frente a mí se ve diferente tiene unas grandes manchas negras debajo de sus ojos.

— Lo siento si te desperté— se disculpa. — ¿Y a ti que te pasa parece que te hubiera atropellado un camión y me rio de mi misma? — El me mira y un pequeño surco se levanta de sus labios —vaya hoy estás graciosa—, y me devuelve una gran sonrisa.

— ¿Qué haces aquí?— —Tengo que averiguar porque sucedió el accidente—.

—Pues un tipo iba despistado y no me vio—. —Mira no estoy de acuerdo con el cuento de hadas que te han contado estas en peligro. Yo si fueras mi mujer te hubiera montando en un avión y te hubiera mandado a la Conchinchina. Así que no me vuelvas a cuestionar nada ni hagas suposiciones tan a la ligera—.

Me quedo sin palabras que le pasa a este. Después de un buen rato él vuelve a hablar.

—Duérmete yo también voy a intentarlo—. No sé cuánto tiempo he dormido pero el sonido de un móvil me despierta, siento al ruso arrogante hablar y contesta en ruso ; —Si hola, no está bien, no puedes dejar la misión ahora no. Si te dejo hablar con ella la vas a cagar, síguele el juego, no, seis hombres y yo seré su sombra, no, no lo hagas te vas a descubrir, ahora ya no es seguro, vale no aparezcas por aquí, tú tienes la culpa te advertí pero tu tenías que hacer tus escapadas para que.....

¿Qué es esto con quien habla?, ¿porque me duele el cuerpo?, ¿la que está en peligro soy yo mi niño?, tengo que estar con él mi hijo me necesita. Me levanto y voy corriendo al baño empiezo a vestirme cuando escucho voces fuera son Samuel y Uriel.

Salgo a medio vestir, y encuentro a Uriel guardando su arma, Samuel blanco como las paredes del hospital me pregunta: ¿Quién es este loco? —

— Es Uriel y es policía, él es Samuel un amigo—.

—Si se quién es pero no me lo esperaba a las seis y media de la mañana que entrara en tu cuarto sin ni siquiera llamar, ¿qué pasa, hay algo entre ustedes? —

— ¡Serás idiota no y si lo hubiera que pasa¡ —.

El levanta las manos con un gesto de suficiencia y muy chulescamente dice; —A mí no pero alguien que yo sé no creo que le haga gracia—.

—Mira habla claro que me quieres decir desde que te conozco, como me miras y esas medias palabras siempre parece que este enfadado conmigo como si me estuvieras juzgando y yo no te conozco de nada.

—Te lo diré cuando lleguemos a tu casa—.

Me despido de Samuel y cuando vamos a coger el coche el infierno se desata, tiros chirridos de frenos y siento un fuerte dolor en mi brazo, veo la sangre brotar un cuerpo se me tira encima es Petry.

—Quédate debajo mía no te muevas—, me dice Petry mirándome con una cara muy paternal. Lo he echado tanto de menos.

—Tu qué coño haces aquí— dice Uriel

—El me mando no sabes cómo se puso después del accidente—.

—Se le está yendo la olla tío lo va a joder todo, todos hemos sacrificado mucho para que ahora ese chulo de playa haga lo que le salga la polla.

Un rato después....

EL RUSO Y LA GITANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora