Dama de honor.

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Salí del trabajo y me encaminé a Hongdae.

Estaba ansiosa.

Esperé por ella sólo unos minutos ya que se presentó ante mí casi brincando.

—¡Unnie!— me molestaba que actuara de esa forma así no podía odiarla... incluso si me había quitado la felicidad completa.

Me abrazó.

Yo sólo me quedé inmóvil.

—Hola Hyoyeon— ella se veía más delgada, después me tomó del brazo.

—¿Como has estado? ¡Desapareciste!

—Tenía que poner orden a mi vida... ¿Y tú?— ella sonrió autosuficiente.

—¡Voy a casarme con Joon Gi oppa!— me mostró su anillo, aunque ya lo sabía, la envidiaba, yo no podía ir libremente por la vida presumiendo que Joon Gi me amaba.

Y recordé que él no usaba ninguna argolla.

Sonreí internamente.

—Felicidades— fue lo único que pude decir, pero sabía que no iba a dejar de hablar de esto, por él ella era feliz.

—Gracias, pero ya sé que no soy la única que me casare, sé qué vas a ser mi cuñada y estoy más que feliz— esto no me sorprendía.

—No deberíamos hablar aquí sobre esto— caminamos un poco más y entramos a un bar, pedimos un privado.

Ambas pedimos sólo soda y el mesero se alejó.

—No voy a casarme con Hyung Jun oppa.

Ella me miró sorprendida.

—¿Por qué? Para él lo eres todo— me dijo ofendida.

—No lo amo, no voy a casarme con alguien que no ame.

—Eres muy injusta...

¿Qué? ¿Acaso esto era una broma? ¿Ella llamándome injusta?

—No creo que tengamos que hablar de esto.

—Yo no lo creo así, él es mi hermano y quiero su felicidad— el mesero llegó con nuestras bebidas.

—Gracias— me dirigí a él y se alejó.

—Quiero que seas mi dama de honor, desde que me comprometi con Joon Gi oppa pensé que tú eras la indicada para ser mi dama.

Ojalá esto fuera una broma.

—Hyoyeon lo siento, pero no podré.

—¿No quieres tener nada que ver con nuestra familia?—preguntó dolida.

—No es eso Hyoyeon, estoy muy ocupada y no tengo tiempo para eso.

—Estoy segura que sabes sobre mi enfermedad, quiero que aceptes ser mi dama de honor y también que te cases con mi hermano y lo hagas feliz, son mis deseos​ que quiero antes de irme.

Bufé frustrada.

—Entonces soy la menos indicada para ser tu dama y para casarme con tu hermano, no puedo hacerlo.

Ella me miró furica, como si le negara un juguete a una niña malcriada.

—Él te quiere a ti, no importa si no eres mi dama, pero él será muy feliz contigo.

—Pero yo a él no y estoy segura que no lo haré feliz, por eso me estoy negando.

—Entonces es por Joon Gi oppa ¿Cierto?— eso sí me sorprendió, no había pensado que ella podría saberlo.

Mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora