Mi Perdición

Heredera

No había asistido a clases después de ese día y tenía una semana sin ir y no tenía ánimos, no sabía qué hacer o cómo actuar, ¿Qué se suponía que debía hacer si él ya había tomado una decisión? ¿De qué servía alguna explicación? apague el celular y me desconecte completamente de todo, excepto de papá.

Estar con él, era como estar en otro mundo, él había logrado distraerme después de que me encontró hecha un mar de lágrimas en mi habitación ese jueves por la tarde, yo había evitado contarle y él sólo me había animado sin preguntar y se lo agradecí infinitamente.

Sólo envié un correo a mi tía haciéndole saber que estaba bien, para que no se preocupara, estaba segura que iba a enterarse de mi ausencia en la escuela y no había querido contarle mis motivos reales porque no quería que se sintiera mal por esta situación o que tuviera problemas con Joon Gi, esto era un asunto sólo nuestro; también había llamado al señor Lee y le había explicado mi situación actual, obviamente evitando el tema de su sobrino, había tomado una decisión y tanto él como mi tía debían saberlo.

—Quiero conocer a mi a abuelo— después de pensarlo por mucho tiempo se lo dije a mi padre y él se mostró sorprendido.

—¿Estás segura?—Asentí, este era mi plan de contingencia.

La razón por la que Joon Gi había tomado esa decisión ya no me importaba, él no se había detenido a pensar en mí, al final de todo sólo había pensado en ella, por la situación que fuera ella había sido primordial... me flagelaba recordar la forma en que se preocupó por ella aún estando yo frente a él. Había perdido la confianza en mí, me sentía vacía y temí por mí, por lo menos mi madre había tenido la plena seguridad que mi padre la amaba, Lee Joon Gi ni siquiera me quería, porque cuando quieres a alguien no lo lastimas y esto había sido planeado, por más que lo analizaba, esto había sido pensado, él no había contestado mis llamadas por una razón, él no había hecho esto sin saber las consecuencias.

Ahora quería continuar, quería vivir sin él, porque él lo había decidido así.  

Mi padre y yo el fin de semana siguiente acudimos a casa de mi abuelo, su casa era hermosa y como toda familia patriarcal enorme, su diseño era Hanok, tenía un jardín precioso, observé que todo estaba perfectamente acomodado, ellos eran tan sofisticados.

Me sentía nerviosa y también ansiosa, ¿Cómo me recibirían? ¿Cómo me mirarían? ¿Estarían molestos?

—¿Estas lista?— me preguntó mi padre.

—Si, vamos— contesté antes de arrepentirme, no sabía que me deparaba el futuro, pero de lo que estaba segura es que quería sacarlo de mi vida como él lo había hecho conmigo.

Entramos guiados por el mayordomo.

Todo allí estaba bien acomodado y era pulcro.

Entramos a un salón amplio, parecía la sala y entonces lo ví, era un hombre mayor, era como si viera a mi padre con veinte años más, junto a él estaba una mujer  igual y salían de ella unas lágrimas.

—Hola padres, ella es Cho Ji Hee su nieta.

Yo me incliné con un saludo respetuoso.

—¡Mi niña!—la señora chilló de emoción y avanzó a mí para abrazarme, ella me acarició el rostro con sus manos, parecían de seda.

Me guió hasta donde estaba mi abuelo, él también estaba feliz.

—Mi nieta, por fin estás con nosotros, por fin estás en el lugar donde correspondes— me sentía ajena a esa familia, ellos eran tan tradicionalistas —So Yun ¿Ya está lista su habitación?— mi abuela asintió.