SELENA.
-James, deberías de decirle cosas... -lo miré con duda-. Cosas lindas, ¿sabes?
-¿A qué te refieres con cosas lindas? -se levantó, exhausto-. Selena, estas cosas no son lo mío, ¿no sería mejor si hago el plan b?
-¡Eres un cerdo! -exclamé.
-¿Cual es el problema? A Mía le encantará el plan B -cerré mis ojos-. Te falta vivir, hermana.
-No, imbécil. A ti te falta tomar las cosas en serio, joder -me puse a su costado-. ¿Piensas que es algo romántico acostarte con ella en la fiesta de Josh? Joder, eres un psicópata.
-Vamos, Selena, no encuentro manera de hacer que el Plan A, funcione -se agarra la cabeza exasperado-. No acostumbro a hacer estas cosas, no soy así.
-Ya lo sé. Pero por lo que me cuentas, sé que la quieres en serio. Así que, ¿por qué no intentar hacer las cosas normales como nos gustan a las chicas? -hice un mohín con los labios-. No encuentro tu lógica.
James me miró unos segundos mientras yo moría de nervios. Quería que mi hermano por fin tuviera una relación seria y, por que James me contaba de la tal Mía me parecía la indicada. Mía era, según mi hermano, una chica de su casa, tenía ese algo especial que le había gustado a James desde un principio y aunque, James pensó que era su trasero, poco a poco fue describiendo que era ella, que Mía le había flechado. Aunque me parecía algo más que apresurado a James no parecía importarle, en realidad, parecía que James ya estaba a punto de liarse con Mía ahora mismo, pero Mía siempre hablaba de principios y de cómo las cosas deberían de hacerse bien, así hizó que mi hermano perdiera la cabeza poco a poco, haciendo que ahora mismo este hablando conmigo de cómo hacer para que Mía aceptase salir con él.
-Además, James, siempre dices que a Mía le gustan las cosas bien hechas, pues bien, no le demuestres que tú eres lo contrario a lo que ella espera -añadí, tratando de convencerlo -. Eso la apartaría de ti, James.
-Mierda, tienes razón -se sentó, frustrado-. No sé qué me pasa, no pienso con la cabeza con ella al lado, Selena. Es algo estúpido, ¿no?
-No, James, creo que te estás enamorando de Mía -reí-. ¿Debería de darle un premio a Mía?
-No seas tonta -hizo una mueca-. Ya, explica me que debo de hacer.
Lo miré con orgullo. Casi toda la tarde nos la pasamos planificando y ensayando como James le diría a Mía que salga con él, la verdad es que me emocionaba ver a James tan metido en el tema, quería impresionarla y estaba practicando para hacerlo mil veces mejor, eso era lo que sorprendía gratamente. James casi nunca se había puesto las cosas claras pero, al parecer, Mía le hacía poner los pies en la tierra, le hacía pensar en su futuro y quería que mejorará cada día más. Mía, sin duda alguna, sacaría la mejor versión de James.
-Entonces, James -empecé a sudar por las manos-, ¿conoces a ese chico raro que va en mi curso? -Intenté sonar relajada, pero la verdad es que temía que supiera algo.
James me quedo mirando unos segundos hasta que se dignó a hablar. -¿Ese chico con complejo de matón?
-¿Uno rubio con ojos mieles? -asintió-. Pues, ese.
-Ah, ya sé de quién hablas -sonrió-. Es... ¿Por qué el interés?
-Simple curiosidad.
-¿Por qué? Lo has ignorado casi medio año, nunca habías preguntado por él antes. ¿Qué pasa ahora? -frunció el ceño.
-Note su presencia. Me da curiosidad, eso es todo -suspiré-. ¿Me vas a decir sí o no?
James meditó por unos segundos y sentí como si me asfixiara. Creo que lo mejor hubiera sido no preguntar nada y arreglar todo sola. Como siempre.
-Selena, sea como sea, el tal chico raro del que hablas está metido en grandes líos con la policía pero no le hacen nada por que nunca hay una prueba fehaciente con la cual puedan acusarlo, ¿me entiendes? -asentí-. Esta metido en todo lo que pasa en la ciudad, él y su pandilla son una de las importantes y peligrosas. Así que, Selena, alejate de él ¿me has entendido? No estoy jugando, él está en las ligas mayores no es cualquier chico que está en su etapa de rebeldía. Te quiero y por eso no quiero que te acerques a él. Ni que entables cualquier conversación con él, no te quiero cerca. Olvida te de que él asiste a tu curso y que comparten algunas clases, es peligroso ya el hecho de que estén en la misma escuela y peor en el mismo grado.
Procesé lentamente las palabras de James sintiendo un escalofrío cada vez que recordaba que Samantha me había dicho lo mismo y que, si es que ellos dos tenían el mismo concepto es que todos en la escuela pensaban lo mismo y, sobre todo, que era verdad.
-James... -me levanté del sillón-. No creía que fuera así...
-¿Qué pensabas de él, entonces? -preguntó, parándose conmigo.
-Pues... Nada, sólo no me imaginaba tales cosas como esas. Es más, nunca se me hubiera pasado por la cabeza, James, eso es todo.
Comencé a hacer camino hacía las escaleras y huir rápidamente del cuestionario que se me venía. James era muy quisquilloso y astuto, demasiado, se daría cuenta que había algo más detrás de todas mis preguntas.
-Selena, ¿qué te traes?
-Nada, James. Olvida todo, ¿va? -estaba ya a la mitad de la escalera.
-Selena. -insistió.
-¿Qué?
-No es chico raro, su nombre es Justin -volteé a verlo-. Justin Bieber.
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No Te Acerques A Él
Fanfiction«Sé que al estar junto a ti te pongo en riesgo pero, cariño, toda historia tiene riesgo»