No Te Acerques A Él

17- "Verdad o Reto"

Escuchaba "The Monster" De Rihanna y Eminem; mientras hacia la tarea que me faltaba para así, tener el fin de semana libre.

-Es una buena canción. -susurró, cantando la canción.

-¿Qué haces aquí? -pregunte, extrañada.

-Me aburrí y creí que sería bueno verte. -sonreí.

Apague la música y cerré todos mis libros, los deje en el escritorio ordenadamente. Me senté juntó a el.

-Se supone que tenemos que tener una conversación decente. -susurre.

-Mi mente no esta pensando en cosas decentes. -dijo, coquetamente. Lo golpee con una almohada en el hombro.

-Auch. -se quejó, exageradamente.

-Exagerado. -dije, él me tiro un golpe con una almohada. -¡Oye!

-Tu comenzaste. -se defendió.

Le golpee de nuevo y así, empezamos una guerra de almohadas. Divertido.

Mientras hacíamos la guerra, me puse a pensar. La verdad es que nunca me puse a pensar en las personalidades bipolares de Justin, el podía ser molestoso, divertido, amargo y así cambiando a cada momento haciéndote doler la cabeza, pero él era así, supongo.

Además, yo era la que me había acercado a él, él no, yo había tomado la iniciaba de acercarme a él, haciendo que se forme una 'amistad' por así decirlo.

-Ya, ya, ¡Me rindo! -exclamé.- Ganaste.

Dejo las almohadas en su lugar y se sentó al frente mío. Nunca me había puesto a mirar sus rostro, era realmente hermoso y más ahora que el sol le daba un toque de luz a su rostro.

-¿Qué hacemos? -pregunté, sacando la mirada de su rostro ya que él se había dado cuenta que lo había estado mirando.

-No sé, ¿Conoces el juego de Verdad o Reto? -preguntó.

Asentí con la cabeza y el empezó.

-¿Verdad o Reto? -preguntó.

-Verdad. -respondí.

-¿Por qué te me acercastes aquel día en la cafetería? -preguntó.

Ahí estaba la pregunta, él estaba esperando este momento en especial. Y...¿Qué le respondería? La verdad es que mi mente estaba en blanco, me había tomado de sorpresa, aunque la pregunta ya se veía venir. Estaba nerviosa o tal vez era su mirada que me hacia jugar con mis dedos de manera rápida y nerviosa, su mirada parecía examinarme y penetrarme como si fueran cuchillos. Y volviendo a la pregunta, ¿Qué le iba a responder? La verdad es que si, me había acercado a él por curiosidad, pero tenía que haber algo más fuerte que eso, tal vez ¿Atracción? No lo sé, tal vez, tal vez sí como tal vez no.

-Me diste curiosidad, ese día que tropezamos fuiste muy grosero, supongo que fue curiosidad o tal vez fue atracción hacia ti, no estoy segura, pero no me arrepiento de haberme acercado a ti. -admití. El me quedo mirando y sonrió de manera triunfante.

-Correcto.

-¿Verdad o reto? -pregunte, él se tomó el tiempo necesario para responder.

-Verdad.

-¿Eres todos los días bipolar o es cuando se te da la gana? -pregunte, con un tono burlón a lo que le rió.

-¿Qué clase de pregunta es esa? -preguntó, risueño.

-Yo que sé, responde.

-Soy bipolar. -reí.

Y así fue casi la mitad de la tarde con él, en vez de respetar el orden, nos corríamos las preguntas y prácticamente hacíamos retos tontos.