Desde que había llegado a casa, mis padres y mi hermano me bardearon de preguntas, aunque no les culpo por su repentina curiosidad sobre lo que ha sido de mi durante estos día que he estado desaparecida. En esa parte les entiendo.
-Asi que, te has desaparecido pero al igual no. -Eso hizo que me confundiera. A veces a James, se le daba eso de las adivinanzas y yo no soy buena en eso así que me molesta.
-No te entiendo, sabes que no me gustan tus adivinanzas. -El me miro y me abrazo. Es de hecho que esta loco.
-Oye, espacio personal. -le dije exagerando. Me miro y me abrazo aun mas fuerte.
Sigue asi.
-Nada de espacio personal, Sel. Me has tenido con los pelos de punta desde que no apareciste al día siguiente, me sentí una completa basura por haberte dejado estar sola en casa de Samantha sabiendo como es ella. -lo mire fijamente, sintiendome culpable.
-James, no debes...
-Pero, fue mi culpa. Si no te hubiese dejado con Sam sola, esto no hubiera pasado. -se culpo. Me sentí en ese momento la persona mas miserable del mundo.
James, era la persona mas cariñosa que había conocido hasta ahora, siempre demostraba el afecto que tenía hacia mi y mis padres. Aunque, a veces su cariño se veía apañado por una sobre protección grande, aun así sea yo o mis padres. Pero, lo hacia por que nos ama ....y por eso, el no se merese esto.
-No, no te culpes, en serio, no lo hagas, me haces sentir culpable. -me miro con dulzura y amor.
-No tienes que sentirte culpable, realmente no es tu culpa, pero se que esos días que estuvimos peleados nos hemos distanciado un poco pero, ahora ya no, estaré contigo más que nunca. -sonreí.
Por una parte me hacia muy feliz que mi hermano se interesaba en mi, pero por otra, no podría ver a Justin, sería extraño para el.
-James, no te preocupes, estoy bien y, sobre todo, no te culpes, nadie tiene la culpa. -trate de ocultar mi nerviosismo.
-Esta bien, te dejo para que te cambies, nos vemos. -salió de mi cuarto haciendo ruido.
Me deje caer en la cama sabiendo que mi vida estaba hecha nudos, prácticamente, dirás ¿Te gusta el peligro, no? Esa no es la cosa, el peligro me atrae.
(**)
-¿Ya dejaste a la pequeña hija de papá en casa? -pregunto Ryan, al verme entrar a mi habitación.
-Si, y no es niña de papá, no lo creo. Y segundo, ¿Qué haces en mi habitación? -pregunte, el me miro y me sonrió.
-Tu último polvo. -dijo.
-¿Qué hay con ella? -pregunte, echándome en la cama.
-Quiso pasarse de lista, la muy zorra te robó el número de tu teléfono y estuvo jodiendo todo el puto día. -sonreí de lado.
Natalie Adams, alta, cabello castaño claro con algunos mechones rubios, ojos azules, curvas remarcadas... Aún así, es muy ramera, la más ramera que he conocido hasta ahora, siempre quiere controlarme por habernos acostado un par de veces, cree que soy de su propiedad por haber compartido mi cama.
Chica ilusionada.
-Sabes como es Amy. -me encogí de hombros, sacándome los zapatos con los pies.
-Amy, es un dolor de trasero, no se cómo puedes seguir aclarándote con ella. -negó con la cabeza y sentó a mi costado.
-Se me ha echo costumbre. -el me miro mal.
-Algún día te enamorarás. -solté una sonora carcajada.
-Ryan, sabemos que yo no me enamoraría y de Amy menos.
-Yo hablo de la pequeña Gomez, te he visto muy pensativo y tus pensamientos son ella. -solté otra carcajada.
Ryan y sus ridiculeces.
-Lo que digas. Selena, es un verdadero problema, te lo conté, de me acerco un día y ahora mírame, la he tenido secuestrada por meterse en lo que no se debe meter, es una más del montón.
-Eso, ni tu te la crees.
Se fue de la habitación, yo alce la ceja. ¿Me gustará Selena en un futuro? No.
Somos de mundos diferentes, ella tiene su vida y, seguramente, pretendientes. Ella cree que la vida es color de rosa, yo lo veo con obstáculos, pero a la vez somos tan iguales. Tenemos el mismo carácter histérico, somos apasionados con algo, nos gusta defender nuestro punto de vista y que nadie nos de la contraria.
-Te veré más seguido pequeña Gomez.
(**)
Baje con unos jeans azules y una camiseta con mangas largas gris que tenía un mostacho.
Mi familia me quedo mistando y sonrieron casi al mismo tiempo, lo que me causo risa.-¿Pueden dejar de mirarme así? -pregunte nerviosa. No me gusta que me miren por mucho tiempo.
-Bien. -dijo papá.
Después de eso, cenamos y reímos viendo una película de comedia, mi familia estaba unida más que nunca. Al menos mi pequeño secuestro sirvió para algo, creo.
Mi celular empezó a sonar y Dalí para contestar, cuando vi el número decía desconocido, dude en contestar pero luego me decidí y conteste.
-¿Hola? -pregunté, intrigada.
-Buenas noches, pequeña santurrona. -sonreí al escuchar su voz.
-¿Cuál es el motivo de tu llamada, chico problema? -pregunté, haciendo una mueca.
-Quería ver como estaba la pequeña Gomez, antes de irme a dormir.
-¿Te preocupad por mi? -pregunte.
-No te emociones Gomez, sólo es de paso. -dijo y sonríe.
-Entonces, no tengo por que contestarte, que tengas un buen sueño.
Corte la llamada.
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Olaaaaaaaaa :)
Como se encuentran?
Subí más rápido de lo que esperaba, estoy en exámenes por eso he decidido subir más rápido así no tengo algo pendiente, pero eso si, voten y comenten.Nathan, Nathan .....¿Decidido, querido Nathan?
Sólo les dejo esa pregunta para dejarles las intrigas.
Adiosssss
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No Te Acerques A Él
Fanfic«Sé que al estar junto a ti te pongo en riesgo pero, cariño, toda historia tiene riesgo»