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SELENA.

Se supone que estamos en los exámenes de unidad y que, por eso, debería de estar en casa estudiando para poder sacar la máxima nota y, si es posible, punto extra. Pero no. Al fin y al cabo termine haciendo lo que Samantha quería, estaba en la extraordinaria fiesta de Josh con un trago en la mano y la otra apoyando mi cabeza. Veía como Samantha movía sus caderas al ritmo de la música y muy cerca de aquel chico guapo que había mencionado una que otra vez.

—¡Deberías de unirte, Selena! ¡Esto es lo máximo! —gritó, Sam desde la pista de baile improvisada.

Alcé mi trago en forma de brindis haciéndole saber a Samantha que me le estaba pasando bomba sola, sin la necesidad de tener a un chico a mi lado. Ella me dió una mirada de fastidio para después atrapar los labios del rubio salvajemente. Rayos, esto da náuseas. Volteé mi cabeza hacia otro lado y decidí que debía de darme una oportunidad de hacer vida social. Sí, por que, últimamente mi círculo era Samantha, James y uno que otro conocido, ¿lo ven? Escaso. Mi vida social da pena.

—¿Mal de amores? —alcé mi mirada y unos ojos verdes me miraban expectantes. La oportunidad ha llegado. Socializa.

—¿Qué te hace pensar eso? —reí—. ¿Tan demente parezco? —él me devolvió la sonrisa mientras se encogía de hombros.

—Me parece extraño que estés sola en la barra mientras sostienes el mismo trago desde hace veinte minutos —echó una mirada a su reloj de mano—. Veintiuno, en realidad.

Reí.

—¿Me has estado observando desde hace veintiún minutos? —sonreí pícara.

—¿Suena psicópata? —negué con la cabeza—. Entonces, sí.

—Sonaría psicópata sí es que fueras a secuestrarme después de aquí —traté de ser chistosa pero, obviamente, soy un asco en eso.

—De hecho, era lo que estaba pensando hace unos instantes —borré mi sonrisa—. ¿Qué?

—Espero que sea una broma, uhm... ¿cómo dijiste que te llamas? —fruncí el ceño. Está conversación podía ser todo menos normal.

—¡Lo siento! —sonrió apenado—. Me llamo Patrick, ¿querida...?

—Selena.

—Un gusto —saco el trago de mi mano y cogió de esta para tirarme hacía él—. Ya hemos hablado lo suficiente, ¿bailamos?

Miré su mano sobre la mía. Apenas lo conocía desde hace unos minutos y no sabía por qué, pero quería saber más de él. Tal vez sea por el hecho de querer agrandar mi círculo social o el simple hecho de que muy atractivo para negar, aunque sea, bailar con él. Sea lo que sea, aceptaría la propuesta de Patrick.

—Bailemos.

Me guiñó un ojo y tiró de mí hacía la pista de baile. Justo cuando entramos a la pista, empezó a sonar Gyal You A Party Animal. Sus manos, rápidamente, fueron directamente a mis caderas, juntándonos aún más. No sabía por que, pero no me incomodaba estar así de juntos con Patrick. Sonreí. Me volteé y rápidamente sentí como Patrick se pegaba, aún más, a mí. La Selena que no quería

No Te Acerques A ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora